Lunes, 7, Noviembre, 2022.
He tenido pesadilla tras pesadilla desde hace que comenzó el mes, donde mi ex de hace años me engaña a distancia con una pelinegra, tiempo después me mudo a España a estudiar gracias a una beca y aun sabiendo que me lo encontraría allá... De pronto todo se derrumba y un sonido de pichones drogados me despierta de aquella pesadilla.
— Ah, maldita alarma... — me siento pero me vuelvo acostar en mi cómoda cama con olor a chocolate, al final anoche me dormí casi a la 6 de la mañana.
Y sí, todo era un sueño o más bien una pesadilla, no me encontraba en casa, o sea, en mi país Venezuela, si no en España.
Me volteo y miro la hora, la hermosa hora...
8:56 a.m.
— ¡DIOS, ES TARDE! — me paro de la cama y corro de prisa al baño, me cepillo los diente como si no hubiera un mañana.
Con esta hora no podré bañarme, salgo del baño, agarro lo primero que veo en el armario, un suéter manga largo blanca tejido, uno pantalones azul oscuro tiro alto, una chaqueta de jean azul claro, agarro mis converses negros, después de unos años tuve que comprar otros parecidos aunque costaran una costilla, yo sin converses no soy yo.
Al parecer no he dejado mi etapa de vestir como si fuera un chico, aunque tengo mi toque femenino.
Escucho que tocan la puerta.
— ¡Está abierta! — gritando salgo del cuarto poniéndome las converses y caigo sentada.
Max Moreno gritando a buena hora de la mañana, sí, me había cambiado el apellido y me puse el apellido de soltera de mi madre, aunque ahora se encontraba casada con Guillermo Sanguinetti, un italiano al cual debo decirle "padre", gran hombre, por cierto pero con dos hijos que ahora le hace la vida imposible a mi hermana, ese es solo Valentín ya que Vito vive aquí en España.
— No es hora de maldecir, Max — dice mi amigo Louis que para su información es gay, creo que ya lo había aclarado al principio, el cual tiene mi bolso y mi laptop en mano.
Mi salvación hecha hombre pero que le gusta los hombres.
— Después me lo agradeces, muñeca, muévete de ese piso que no tenemos tiempo, ¡tengo que buscar a mi novio! — me grita caminado a la puerta, si, tiene novio pero los dos son tan masculinos que no parecieran gay, no son los típicos gay de mi país, bueno Jack no lo es, más bien es bisexual pero quiere mucho a Louis. Al final Louis se le declaro, después de dos meses en la misma broma.
Y al parecer todavía existen los lunes malditos para mi mala suerte.
Salgo de mi apartamento y entro al elevador, Louis me da mis cosas.
— Ay muñeca, mira ya pareces un mapache cruzado con panda — dice señalándome.
— Deja de molestarme, he tenido pesadillas y no puedo dormir plácidamente porque siempre me paro temprano — me excuso haciéndome una trenza de lado.
— ¿Y dice que las 8:56 de la mañana es temprano? — si no fuera mi amigo desde hace 5 años lo mataría, él sabe muy bien que no me puedo acostar temprano por mi trabajo y ahora menos por la tesis de la universidad en la cual estoy con él y Jack.
Al fin me gradúo.
— Tranquila, te conozco, soy muy joven y sexy para morir, querida. Es más, es temprano, te adelante la hora — dice muy tranquilo, sin darme cuenta ya habíamos llegado a la primera planta.
— Gracias, eres el mejor — digo sarcástica dándole un golpe en el hombro con el cual termina quejándose, no soy tan femenina y lo sé, debo trabajar en eso.
Entramos al coche descapotable que parece más bien una chatarra sin ofender que es el carro que le dejó su difunto bisabuelo, un gran hombre que murió de SIDA hace dos años, pobre hombre pero bueno a la vez, que en paz descanse.
— ¡Oye!, tú no vas a ir así con ese rostro de mapache con panda a la universidad o ¿Quieres que te critique la fruta de Sarah? — me reí por como la llama, Sarah es una chica plástica y odiosa siempre me molesta por ser tan inteligente y la preferida de los profesores, hasta me salen humos por la cabeza por tanto saber, también es la causante de que ahora Louis y yo seamos buenos amigos.
— Para verte mejor...— volteo y veo que Louis tiene su equipo de maquillaje, "El equipo inmortal de maquillaje". Lo que más odio en mi vida es usar maquillaje y digo mucho esa palabra porque realmente lo odio.
— Louis, eres mi amigo del alma pero no, maquillaje no — me mira amenazante para ser mi amigo es muy loco.
Y dicen que a la locura le consigues una cura, pero él no, no tiene remedio ni cura.
— Listo, ahora a buscar a mi bombón — me miro en el espejo, nada exagerado, muy natural, es un buen estilista, se lo recomiendo.
(...)
— ¿En dónde estaban?, ¿no ven la hora que tuve que levantarme para estar aquí esperando media maldita hora? — pregunta mientras se monta la parte trasera del coche, se levanta del asiento besa a su novio y luego me da beso en la mejilla, ese es Jack. Hace un año tuvo que vender su carro para pagar la renta, quisimos ayudarlo pero se negó, por los momentos sigue viviendo en un apartamento más pequeño del que tenía.
— Oh, te ves bonita — halaga Jack.
Este es muy directo, lo conocemos desde hace 4 años en ese entonces Louis y Jack no se agradaban hasta que yo di el primer paso para que nuestra amistad floreciera. Tuve que hacer uno de mis dramas para que funcionara la amistad.
Llegamos y entramos al salón, todos estaban en grupo, no es un salón ordenado es un salón de universidad y como siempre, nos sentamos en nuestro puestos.
De pronto todos los teléfonos empezaron a sonar como loros, miro a todos como animales como si la universidad pareciera un zoológico en eso entra la profesora, la que más me odia más que a su propia vida, la única que no puedo sacarle el puto 10.
— ¿Cuál es el chisme con las maquinas?, animales — no sólo yo le caigo mal, a todos le caemos mal, se levanta Sarah de su grupito de plásticas.
— Querida profesora, es una invitación para festejar este viernes el cumple de mi querida amiga Vanesa — dice con una voz de angelito caído del... infierno, muy chillona para mi gusto, siempre hace lo que sea para molestarme, ni pensar que hizo de todo para secuestrarme.
Y siendo venezolana, no sé cómo fue posible de no arme un drama como suelo hacer.
— Oye, no iremos a esa fiesta, capaz que te secuestren como la otra vez — miro a Louis y Jack se ríe.
La verdad, si me secuestraron... era todo plan de Sarah, me dejaron encerrada en una cabaña en el medio de la montaña que separa a España con Francia, pero era muy moderna para mi gusto pero estaba bien equipada, no me quejo.
Me dejaron agua y comida, era el paraíso y aun así, no intente de encontrar un escape, las mejores dos semanas de mis vacaciones, hasta que las dos semanas ahí la puesta quedó trizas porque llegaron Louis y Jack, Louis pateó la puerta como si fuera uno de esos policías de película y vino llorando hacia mí, mientras que Jack miraba alrededor deseando haber sido él, el secuestrado.
— No se me olvida la cara que puso Sarah cuando Louis la amenazó con llamar a la policía — pone una cara asustada y se vuelve a reír.
Estos dos son unos locos sin remedio, no sé cómo sobreviví a ellos, ah ya, pero si eran ellos que no podían sobrevivir sin mí.
Desde que llegué a Madrid, ellos fueron mi distracción de todo pensamiento del idiota que rompió mi corazón, claro, después de contarle la historia a Louis y que este se la contara a Jack.
Daría todo por dormir, pero no, siempre tengo que trabajar y soportar a Violetta.O a otro ser humano más insoportable aun.— ¡Hermano! — grita a todo pulmón mi amigo Ryan con quien me gradué de la universidad.Dios, llevártelo lo más lejos que puedas. Me tape el rostro con la sábana molesto, ¿Cómo demonio entró a mi apartamento?— ¡¿Qué quieres, Ryan?! — le devolví el grito mientras me paro y me dirigía al baño, pero no entro y me quedo en el pasillo que tiene mi recámara.Se escuchaba algo y cuando yo escucho algo extraño es porque algo malo pasa, salgo del cuarto y miro al primer piso.—¡¡Ryan!! —grité a más no poder, estoy enojado, me empezaba a hervir la sangre.— ¿Si? — pregunta tan inocente el desgraciado que tengo por
Viernes, 11, Noviembre, 2022.— Max Moreno —Me levante a las 6 de la mañana cuando a esa hora era que me acostaba.Un milagro por cierto.Yo jamás me había levantaba tan temprano en estos últimos 7 años, me dirigí al baño y me tome una relajante ducha, salí sintiéndome bien conmigo misma y entre a mi cuarto mientras que sonabaafortunadamente no eres túdePaty Cantúen la radio, una canción súper vieja para este siglo pero que nunca pasa de moda como las canciones de los 90’s.Por Dios, por qué escucho canciones tan... románticas, y pensar que hace 5 meses atrás termine con mi novio de ese entonces, otro que tuve como era su nombre... ahJessiO’Brien,que bueno que termine con
— Raúl Owen's —La música del club sonaba mientras que Max tomaba de su piña colada sin alcohol, movía su cabeza escuchando la letra de la canción que no logro saber cuál es por estar mirándola después de casi 5 años sin verla.La observo de perfil, ya no hay rastro de la niña de 15 años que conocí, tampoco rastro de la chica de 17 años que deje en Venezuela al irme a España, su rostro muestra tranquila pero fastidio a la vez, sus ojos castaños claros siguen siendo los mismos con aquel brillo, aunque ahora no puedo ver su alma por la poca luz del lugar, mentiría si no dijera que no me encuentro enamorado, porque la verdad si estoy enamorado, sigo enamorado después de 5 años sin verla y de solo conformarme con sus fotos en mi vieja laptop nunca fue suficiente, si tan solo Max me diera la oportunidad de explicarle, &iq
Sábado, 12, Noviembre, 2022.07:54 a.m.— Max Moreno —La luz del sol que entraba por la ventana de mi cuarto no me dejaba dormir y me molestaba así que decidí voltearme al otro lado y abrazar la almohada, pero al darme cuenta de que 1. Yo no tengo ventana en mi cuarto y 2. La almohada no tiene cuadros duros ni piel suave.
—Raúl Owen's—No puedo creerlo, me acosté con Max, debí de contenerme, Dios, ¿Por qué a mí?, ¿Que he hecho para merecer esto?— ¿Cómo pudiste?, te acostaste con ella, cuando yo la quería — dice Ryan, ¿cuándo llegó él?— Ya deja lo estúpido, ¿vale? — en ese momento llega la persona que no quería que apareciera.Violetta...¿Hay algo más para que empeore esta mañana?— ¡Raúl!, ¿Qué es esto? — pregunta Violetta dándome una revista de alguna editorial reconocida.— Una revista — digo lo que era obvio.— Lo sé, querido... pero esto — dice señalando una imagen donde estaba yo y... ¿Max? Pero no se veía muy bien.— Emm...
— Dios mío, estás embarazada — Andy no paraba de caminar de un lado a otro como León enjaulado sin repetir esa frases una y otra vez, yo no podía creer que este idiota no se haya puesto un simple condón.¡Un maldito condón!—Dos horas después—— ¿Qué piensas hacer? — pregunta nerviosa sin dejar de caminar de una lado a otro.— Bueno... no sé, soy muy joven para ser madre y no estaba en mis planes ser madre, o sea no ahora y estoy muy nerviosa, la verdad no sé qué hacer — me encontraba sentada en su cama mientras que Andy se tranquilizaba o hacia un intento de tranquilizarse.— Bien, por lo menos no lo vas a abortar, ¿verdad? — ¿Yo?, ¿hacer tal semejante cosa?, jamás.— No, aunque estoy a favor del aborto y lo sabes
Despierto y me encuentro en una habitación desconocida, la luz blanca me encandila la vista, pude darme cuenta de algunos aparatos pegado a mi vientre al tocarme y moverme un poco quejándome del dolor.— ¿Cómo te sientes, Maxi? — volteo al escuchar encontrándome con Andy, ¿Que habrá pasado? ¿Qué hago aquí?— Bien... creo, ¿Qué hago aquí? — pregunte confundida.— Bueno... al parecer empezaste a botar sangre y te desmayaste, reacción a que los chicos se volvieron locos e histéricos y te trajeron aquí... me llamaron y bueno... él está afuera gracias a Richard, el tonto que tengo por entretenimiento, sabes y bueno... — hablaba nerviosa sentándose en el sofá de la habitación.— Un momento... ¿Raúl está afuera?— Si, así es, exacto, co
Allá afuera había un frío horrible, salimos de la habitación y Max solo miraba sus manos, no me gusta para nada que me ignore de esa forma tan fría, seguro que me odia en este mismo instante....Nos encontramos en mi auto, un Audi azul, en dirección a su apartamento, ya en la entrada puse seguro, Max movía la puerta del auto y no se abría hasta que por fin me dirigió una mirada pero de molestia, algo era algo.— ¿Me vas a dejar salir o qué? — pregunta fría.— Hasta que por fin te digna a hablarme — dije desafiante.— Bien, que te quede claro esto... yo no te voy a pedir que te hagas cargo ni nada por el estilo, ni te voy a amarrar a mí, así que eres un hombre libre — se cruza de brazos y mira al frente.— Sé que no me quieres amarrarme con el bebé, pero yo si lo har&