Todos los guardaespaldas, se centran en la entrada del baño, mientras Kim comienza a cubrir su cuerpo angustiada. Augustus, el anciano, miro a sus hombres para que se girarán y caminó hacia Kim, burlándose de la mujer frente a él.— Realmente eres todo un caso, con tal de no relacionarte con Augustus, te encierras toda la noche en el baño. Y no sólo eso, ahora pareces, lo que eres, todo un asco — dice el hombre y Kim, respira profundo para no alterarse de más. — No es de mi agrado quedarme en el baño. Soy una mujer lactante y estaba ayudándome a extraer la leche. Ya estando aquí, fue que vomite varias veces. Por eso, es mi aspecto desordenado y sudoroso.>> Ahora, si desea que yo me quedará afuera y vomitara, para avergonzar la familia, me hubiese avisado, señor Delacroix y habría salido hace rato, señor — dice Kim intentando ser fuerte y no sucumbir al peligro que emana el anciano.Augustus sonríe rodeando a la mujer, con interés.— Has cambiado, pequeña. Antes no te atrevías a habla
Narra KimMe arreglo como puedo y salgo del baño, siendo escoltada por los guardaespaldas que colocan una chaqueta encima de mi vestido, para salir sin mostrarme demasiado por mi terrible aspecto.Aunque, poco les importaba a las presentes como me encuentro, porque estaban bastante entretenidos en los dos Augustus que caminaban uno al lado del otro, como si fueran los dioses del mundo.Aliviada de no tener su atención, subo a la habitación que el guardaespaldas me muestra y de inmediato, me acuesto en la cama agotada. No había tenido tanta tensión desde el nacimiento de mi hijo y huida del caos.Pero hoy, estaba más maltratada que aquella vez. Tener relaciones sexuales como si el mundo se acabará pronto, era tan agotador y ahora doloroso como un parto normal. ‘Cuando estabas en medio de eso, no sentías dolor, ¿no es así?’ me pregunta mi mente, mientras yo empiezo a sentir dolor en mi entrepierna.Antes, no había tenido ese sexo que me dejara caminando extraño y está noche, después de
La emoción de poder salir a terminar mis estudios, me hace sonreír toda la mañana y toda emoción se duplica, cuando tocan a mi puerta, trayendo a mi pequeño. Llevaba menos de veinticuatro horas sin verlo, pero sentía que había pasado un siglo sin él. Por lo que, emocionada, me siento en la cama para darle pecho. Mirando al pequeño, la copia de su padre, me ruborizo al recordar cómo horas antes, se atrevió a pegarse a mis pezones como ahora lo hace su hijo. ‘Sin duda, Alessandro no tiene límites en el sexo y eso, es peligroso. Demasiado, diría yo.’ digo mentalmente. Comienzo a acariciar a mi pequeño y un ruido que proviene del baño, me hace levantarme asustada. Aun dándole pecho a mi pequeño, que no desea apartarse de mí, avanzó hacia la puerta abierta del baño y es allí cuando lo veo. Un hombre que sale de una de las paredes del baño. Cuando estoy a punto de gritar, el perfil de su rostro aparece y yo sonrió al ver de quien se trata. Sin duda, Alessandro es bastante ingenioso para
La emociona que sentía, era indescriptible. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que me había sentido así de feliz. Se sentía como si llevara años sin ver a Lucía y era esa felicidad extraña y agradable, que solo con verla sentía.Pero ahora, lo estaba experimentando, porque por fin era libre y estaba a su lado. Justamente, lo que durante todos estos meses secuestrada, había vivido.— Kimmi— dice Lucía en medio del llanto y de inmediato, Alessandro la regaña.— Recuerda que no hemos salido del peligro. Podrás llorar y hacer lo que deseen, después que hayamos salido de aquí. — dice Alessandro y Lucía se limpia sus mejillas de inmediato — Lucía, ya sabes dónde está la ropa, viste a Asher.>> Mientras Kim se viste, nosotros, podremos el plan en marcha. Tenemos menos de diez minutos para que podamos irnos. Así que, muévanse todos — ordena Alessandro y de inmediato, Lucía toma mi mano arrastrándome a la segunda habitación del apartamento. — Dame a mi sobrino y concéntrate en vestirte.
Narrador Omnipresente El tiempo corría en contra de todos, Lucía, había corrido a colocarse el chaleco antibalas y un overol que le hiciera creer que era de mantenimiento.Ese era el plan inicial, uno que no podía hacer Kim porque podría ser fácilmente descubierta por su estatura o rasgos característicos que al parecer a Augustus y Alessandro, le era fácil diferenciar. — El siguiente grupo puede irse. Recuerde que deben buscar la manera de no llamar la atención — dice Alessandro y Lucía junto con varios de supuesto mantenimiento, salen de la habitación, cuando el caos está por explotar en la habitación que está a su lado.Augustus, quién había entrado a la habitación y había encontrado a su hombre limpiando los juguetes de Asher, causo que el hombre se levantara rápidamente al ver a su jefe.— ¿Dónde está Kim y Asher? — pregunta Augustus.— En el baño. Le estaba dando el pecho al joven señor y tuvo que entrar al baño porque estaba sucio.Augustus lo observa confundido y de inmediato,
Por más que se encontrarán listos para el enfrentamiento, Alessandro y su gente, intentaban salir de allí lo más pronto posible y sin llamar demasiado la atención.Pero, ya no era posible. Todos los hombres de Augustus, se movieron para buscar a la mujer que había desaparecido con alguien importante y eso, ya estaba alertando al resto del personal.Lucía alcanza a llegar al camión, cuando todo se vuelve un caos. Por mucho que los vigilantes teman ser asesinados por tener tanta desventaja, todo comienza a cambiar, cuando, los cocineros que subían sus instrumentos, comienzan a disparar.— Reporta James, en el parqueadero, el grupo sospechoso intentan escapar — dice un hombre cuando toma uno de los autos, mientras dispara.Los vigilantes, corren a ocultarse mientras desenfundan sus armas y todo comienza a verse más difícil cuando las llantas de uno de los autos, recibe el impacto de bala. Kim, estando aún en la maleta, coloca los dos dedos índices en la pequeña abertura de la corredera, y
Los vigilantes que habían cerrado la puerta principal por orden de sus compañeros, debido al ataque, vieron como un camión pasaba a toda velocidad por la entrada. Mientras ellos huían del lugar, Augustus gritaba molesto, al ver que nadie sabía que habitación habían usado para esconderse.— ¡Llamen a la habitación de vigilancia. Allí, están las grabaciones del lugar! — ordena Augustus y uno de ellos, empieza a llamar, pero, nadie puede responder al llamado, porque están todos muertos.La toma de la parte indispensable del edificio, había ocurrido horas atrás, mientras Augustus, ajeno a lo que sucedía, hacía justamente lo que Alessandro había anticipado de él. Por eso, las cosas no le resultaban y ello, lo llevaba a vivir frustración tras frustración. — No nos contestan — susurra el hombre con temor.— ¡Busquen en todas partes! ¡No toquen a la puerta, rompan la misma y entren! — grita Augustus mientras su mano y costado de su abdomen, sangra.Como lo ordena, todos sus hombres se dividen
Los conductores, al ver que se acercaban a ellos con tanta rapidez, aceleraron para alejarlos lo más que pudieran. Augustus Delacroix, al ver el intento de huida, ordenaba a sus contactos que custodiaran las rutas de escape que podría tomar, para tener todo controlado.Mientras él estaba en la persecución, Augustus, su nieto, iba camino a la sala de vigilancia de París, para ver con sus propios ojos, la persecución que debía terminar pronto y a su favor o estaría en graves problemas.— M*****a mujer, se atrevió a burlarse de mí — dice Augustus golpeando la puerta del auto con el puño que puede mover sin sentir dolor.A su lado, estaban sus hombres que revisaban su herida para enviar una enfermera a su destino con la intención de que fuera revisado. A Augustus, poco le importaba sus heridas y que su sangre saliera de su cuerpo, con más rapidez ante cada movimiento que hiciera. Ahora su prioridad, era arreglar el problema que había causado la mujer que creyó podría manejar sin ninguna d