Los conductores, al ver que se acercaban a ellos con tanta rapidez, aceleraron para alejarlos lo más que pudieran. Augustus Delacroix, al ver el intento de huida, ordenaba a sus contactos que custodiaran las rutas de escape que podría tomar, para tener todo controlado.Mientras él estaba en la persecución, Augustus, su nieto, iba camino a la sala de vigilancia de París, para ver con sus propios ojos, la persecución que debía terminar pronto y a su favor o estaría en graves problemas.— M*****a mujer, se atrevió a burlarse de mí — dice Augustus golpeando la puerta del auto con el puño que puede mover sin sentir dolor.A su lado, estaban sus hombres que revisaban su herida para enviar una enfermera a su destino con la intención de que fuera revisado. A Augustus, poco le importaba sus heridas y que su sangre saliera de su cuerpo, con más rapidez ante cada movimiento que hiciera. Ahora su prioridad, era arreglar el problema que había causado la mujer que creyó podría manejar sin ninguna d
La bomba de humo, le había ayudado a ganar tiempo, pero, eso no iba a ayudarlos a escapar. No, cuando ya la policía estaba esperándolos del otro lado. Estaban entre la policía y el auto de Augustus Delacroix con el helicóptero recuperándose del ataque. Así que, se encontraban sin salida. El doctor frena al encontrarse sin salida y mira a la mujer a su lado, quien observa la situación con preocupación. Se habían quedado sin opciones. Por lo que, sólo podían arriesgarse e intentar que ello fuera suficiente para salir con vida de allí. — ¿Qué vamos a hacer, señor?— Pisa el acelerador a todo lo que da. Si logramos destruir el obstáculo que formaron con sus autos, podremos huir al punto donde podríamos cambiar de vehículos. — dice el hombre y todos asienten angustiados.— ¿Esa es nuestra única salida? — pregunta la mujer — Sí, es la única salida. Resistan, podemos hacerlo — dice el hombre y de inmediato, todos avanzan mientras el helicóptero comienza a tener visibilidad. El camión y lo
Dos horas antesKim lloraba abrazando a su hijo, mientras conducían a gran velocidad. Lo único que a ella le aliviaba, era que no había más detonaciones de disparos que pudieran alterar a ella y su pequeño bebé que se quejaba en sus brazos.Los autos, se movían rápidamente, camino a una parte específica de París, donde no hay cámaras de seguridad, allí, se detuvieron, haciendo que Kim temiera por su vida al pensar que los habían descubierto y encontrado. De inmediato, abren las puertas del camión y es Alessandro quien agitado, mira a la mujer que abraza a su hijo intentando protegerlo del caos que había causado con su huida.Alessandro, la llamó, pero ella ni siquiera se atrevía a abrir los ojos. Por lo que, él fue quien se subió al camión y la tomó en sus brazos mientras ella lloraba.— No me hagas daño, por favor. Prometo portarme bien — suplica Kim una y otra vez. — Kim, soy yo. Alessandro. Abre los ojos e intenta caminar, no tenemos mucho tiempo — dice Alessandro mientras camina
Narra KimEl tiempo pasa y por increíble que parezca, me quedo dormida. Toda la tensión que había experimentado durante el rescate, desapareció por completo después de haberme aseado y alimentado a mi pequeño que, ajeno a todo lo que sucedía, se quedó profundamente dormido.— Me alegra que hayas podido descansar — dice Alessandro cargando al pequeño que se entretiene con su perfectamente cuidada barba.— ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que me dormí? — pregunto desorientada y más, porque el avión no se mueve.— Dieciséis horas, Kim — dice Alessandro y de inmediato, me levanto. — ¡¿Cómo?! ¡Mi hijo, ¿Asher lleva todo ese tiempo sin comer?! — pregunto horrorizada.— No, Lucía le dio alimento. — responde Alessandro — ¿Le dieron leche procesada? — pregunto molesta y es allí cuando Lu, entra a la habitación.— ¿Vamos a quedarnos más tiempo aquí? Ya no quedan biberones y extraer leche de mi mejor amiga casi muerta, no es algo divertido. — dice Lu frustrado.— Luz Emilia Parker — le digo sabie
Todos nos miramos entre sí, porque sabemos que es lo que queremos decir. Yo sé lo que significan sus palabras y de algún modo, me causa tristeza ver que él está dispuesto a matar a su familia. Aunque sea por la seguridad de nosotros, sigue siendo triste que la familia se mate entre sí.‘Déjate de tonterías, Kim. Ellos lo merecen, tú deseaste poder matarlos muchas veces.’ dice mi mente Pero, desearlo a hacerlo, no es lo mismo. No es igual…— Alessandro…— No, no digas algo al respeto. Es momento de irnos, no podemos quedarnos todo el tiempo aquí, además, hay personas que quieren verte. — dice Alessandro y mi pequeño se queja — Bueno, quiere verlos.— Está bien. — murmuro levantándome de la cama para dejar el avión.Apenas aparezco cerca de mi pequeño, él me extiende los brazos y yo lo tomo para abrazarlo. Casi de inmediato, se duerme.Por lo que, el trayecto que desconozco, ocurre tranquilo. Nadie se muestra armado, aunque puedo estar segura de que nos custodian. Además, Alessandro es
Todos caminamos hacia la sala, mientras nos alejamos del drama de Lucía, quien se queja de todos los momentos únicos que vivió con los señores Delacroix, para que la ignoren.Yo, quien me encuentro agotada, caminó hacia unos muebles negros que me ayudan a descansar las piernas, pero no los brazos del pequeño bebé fastidiado que tengo en mis brazos. — Perdonen que me siente, pero caminar con este pequeño, agota. — comento mientras todos se sientan a mi lado.— Es de esperarse. está en muy buen peso, pero aun así, debe cansar. Alessandro cansaba a los dos minutos, porque él sí era un bebé bastante gordo. — dice Gabriela mientras yo siento a mi pequeño que se muestra ya despierto y alerta, observando todo a su alrededor. Todos miran al pequeño en mis piernas, reparando todo para después mirarme y sonreír. Nuevamente, vuelve a mirar todo y detiene su mirada al grupo de personas a mi lado, que lo observa con lágrimas en los ojos. Mi corazón me hace sentir una emoción increíble al ver com
Al día siguienteMe despierto a las seis de la mañana, mientras mi pequeño duerme a mi lado y al lado de él, duerme Lucía. Anoche, aunque estaba muy agotada, nos quedamos hablando de todo lo que hicieron mientras yo me encontraba en una prisión distinta.Porque si algo es claro, es que cambie de prisión y no de situación. Queriendo no dar más vueltas a mi deprimente vida, me levanto de la cama y me ducho para salir a cocinar algo.Tanto dormir en el avión, fue suficiente para recargar la energía que perdí todos estos meses y por ello, uso mi tiempo para comprender que por lo menos en esta prisión me permite hacer más cosas.Por lo tanto, camino a la cocina completamente blanca como toda la casa, para cocinar algo. Pero, mi acción queda inconclusa, cuando veo al hombre en la cocina. Su espalda, increíblemente musculosa, muestra marcas recientes que me hacen doler el corazón. ‘Mientras nos buscaba, fue herido.’ me digo mentalmente mientras camino al punto de poder ver las pequeñas marca
Una semana después Desde ese día, un especialista ha estado conmigo tratando el trauma. Mientras estoy en sesiones con él, los abuelos de Asher, lo cuidan. Algo que me alegra, es que lo sucedido, no afecto su crecimiento ni su desarrollo social con los demás, en cambio, yo… he tenido varios episodios y más cuando duermo, como ahora.Miro el reloj en la pared y me doy cuenta de que son las tres de la mañana, sabiendo que no puedo dormir, me levanto de la cama con la intención de ver un poco de televisión mientras bebo algo. Cuando abro la puerta, alguien aparece en esta e inmediatamente huye, al verme.— No necesitas huir de mí, Alessandro — le digo haciendo que detenga su andar.— Debo hacerlo, no quiero que mi presencia te dañe. — susurra Alessandro y es allí cuando confirmó, porque desde aquella vez, no lo había visto.— ¿Por eso ya no vienes a ver a Asher?— No podría dejar de verlo, Kim. Su nacimiento y creación no fueron cerca de mí, todo momento que pase con él, ahora, será impo