- Siempre trate de… - ¡MENTIRA! en serio siempre creíste que era estúpido o ¿qué? – le reclamo Scott – crees que no note todos los anticonceptivos que te tomabas todas las noches antes de acostarte conmigo – menciono frunciendo el ceño. - Bueno tienes la cara – se mofo ella, pero en eso sintió un disparo en su pierna - ¡ah! Scott miro de reojo al atacante, notando que su prima fue la que disparo y se acercaba a ellos a paso decidido. - Te dije que me las pagarías – le dijo ella – Scott entra a ver a tus hijos nacer, porque yo seré quien mate a esta golfa. - Soy mucha mujer para que tú me mates – se burló Alejandra. - Podemos averiguarlo – indico la peliverde apretando con fuerza su arma. - Margot, ve a ayudar a en la búsqueda de nuestros padres – le ordeno Scott. - Pero… - Yo soy quien le pondrá fin a esta mujer – menciono el rubio. - … - Margot hizo una mueca, pero acato la orden de Scott y fue a ayudar en la búsqueda de su padre, olvidándose de su riña con esa mujer. - Uh…
Ignorando todo el caos que dejo atrás, Scott corrió por la casa buscando a Karen, guiándose por el llanto de uno de sus hijos; tras unos minutos angustiantes llego a la habitación medica de la casa, donde estaban recibiendo al segundo bebe en esos momentos. El rubio miro que uno de sus pequeños era un bebe con algunos cabellos pelinegros en su cabecita y al bebe que estaban sacando del interior de su madre en esos momentos era un pequeño castañito con algo de cabello; él sonrió y se permitió perderse en la belleza de sus hijos hasta que un horrible sonido lo saco de sus pensamientos. - Piiiiiiii… - se escuchó en la habitación, donde ahora una de las sirvientas tomaba al bebe castaño para alejarlo del lugar, mientras el medico se apresuraba a cerrar el corte que le habían hecho en su vientre a la rubia platinada para recibir y salvar a los bebes. - ¡Karen…! - grito angustiado Scott buscando acercarse, pero dos sirvientas lo detuvieron para mantenerlo alejado de ella. - Señor Albani,
Las cosas se empezaron a normalizar tras la caída de la familia Tards y curiosamente con su caída, se descubrió que Ramiro ya les debía muchos favores y dinero a otras familias, lo que significaba que no los habían atacado porque pensaban que los Albani los respaldarían y protegerían. Por su parte Diego, busco limpiar toda su oficina ya que al saber que habían infiltrados empezo a revisar los curriculums de todos los oficiales para descubrir a los espías de otras mafias e igual se divorció de Elena; aunque ella busco rogarle porque no lo hiciera, pero él se negó ya que estaba muy dolido con la traición que le hizo y ya sea la mafia, policías o gente normal, si ella hizo eso sin tener ningún remordimiento, nada garantizaba que no lo volviera a hacer solo porque algo no le parecía. Alessandro con la ayuda de Margot, se aseguraron de que Elena no le robara su herencia a Karen e igual recuperaron los documentos originales y la carta que le escribió a su nieta con su última voluntad. Po
Al día siguiente todos se enteraron de la proposición, donde las peliverdes estaban por quejarse porque no se incluyó a la familia en ese momento, pero al notar que ellos estaban felices, desistieron en sus intenciones de quejarse o tratar de hacer que repitieran ese momento con todos presentes. Con las heridas de Karen, el medico dejo un tiempo más de reposo por seguridad; algo que ambos rubios aceptaron por salud y después de unas semanas más, ahora el medico la estaba revisando para ver si su cuerpo ya habia sanado por completo. - Y bien, doc ¿cuál es el resultado? – pregunto Scott, quien cargaba a sus gemelos y los 3 veían al médico revisar a la rubia platinada. - Hehe espera – dijo mientras escuchaba los pulmones de ella – bueno, yo ya te veo bien, por ahora no busques cargar a los gemelos si estas de pie y como permaneciste casi un mes sin moverte caminaras con ayuda de un andador. - ¿Es necesario? – pregunto Karen haciendo una mueca. - Es por seguridad, ya que no sabemos có
Después de esa hermosa y peculiar fiesta improvisada, las cosas empezaron a ser movidas para la pareja de rubios. Comenzando porque Sara le anuncio a su abuelo que estaría una temporada con ellos ya que le ofrecieron trabajo de restauración de algunos monumentos históricos en el museo y ella buscaba pasar sus ratos libres jugando con los gemelos y platicar con Karen. La mansion termino de ser arreglada después de 6 meses, ya que además de la estructura, los Albani reforzaron toda la seguridad e implementaron la mejor tecnología de punta en toda la casa y el jardín, para evitar que esta volviera a ser destruida de esa forma tan sencilla. Por su parte, los gemelos se la pasaron a gusto con el bisabuelo y los tíos, aunque cuando llego la hora de ir a su nueva casa, la familia Fiore ya no quería dejarlos marchar porque se habían acostumbrado a ellos. - ¿Se deben ir? – pregunto Sara, quien cargaba al pequeño Johann. - Jeje sí, pero prometemos visitarlos los fines de semana – dijo Scott.
Las cosas en la mansion Albani habían cambiado para mejor, hasta los propios sirvientes estaban a gusto con la nueva señora de la casa, ya que Karen no los interrumpía a cada rato con algún capricho, un problema absurdo ni los molestaba por gusto. Samuel igual respiraba un aire de tranquilidad en casa, sentía una calma que no habia sentido desde que Elisa habia fallecido y le gustaba escuchar de vez en cuando la risa o el llanto de los gemelitos. Scott buscaba terminar rápido sus deberes diarios con el papeleo para ir a ver a Karen y a sus hijos, quienes ya tenían año y medio de edad y estaban en la tierna etapa de su vida donde buscaban dar sus primeros pasos, por lo que su habitación y en varios lugares de la mansion se colocó una alfombra muy suave para ellos, porque ya estaban empezando a gatear. - Jon, Eli papá ya está aquí – canturreo alegre Scott al llegar a la habitación de ellos y ver que sus hijos estaban sentaditos en el suelo rodeados por su ejército de peluches. - Pa –
Después de estar de acuerdo, se comenzó a ver los planes para la boda religiosa de los rubios y aunque ellos no sabían mucho sobre lo que se requería para celebrarla además de lo obvio. Lo curioso es que las noticias volaban rápido y al día siguiente Aiko y sus hijas estaban de visita en la casa para ayudarlo con la organización de la boda. - Hola hola – saludo risueña Chloe al entrar al cuarto de los gemelos quienes estaban sentaditos en sus sillas portabebés escuchando el cuento que su madre les estaba leyendo en esos momentos. - Ahh… - Aw… si ahh ya está aquí – dijo Chloe divertida sentándose en el suelo para quedar a su altura. - Hija, motívalos a que te llamen por tu nombre – dijo Aiko entrando a la habitación – buenas tardes Karen. - Buenas tardes – menciono ella dejando la lectura del cuento de caperucita roja para otra ocasión. - Ya nos enteramos por el abuelo – dijo Margot, quien entro detrás de su madre e imito a su hermanita para sentarse en el suelo y tomar con cuida
Tras un ligero interrogatorio, Damián consiguió los datos que el necesitaba y les dijo que regresaría al día siguiente con varias ideas y sugerencias para ellos, donde si les agradaba podían empezar de ahí para la organización. Samuel y Ricardo habían mirado desde lejos ese ligero interrogatorio, notando que en verdad ese sujeto era un profesional y solo hizo preguntas con respecto a sus gustos que tuvieran que ver con decoraciones para la fiesta. Tras despedirse del pelinegro, Aiko y sus hijas se quedaron para cenar en familia; aunque Margot y Chloe solo buscaban cargar y jugar con los gemelos con los juguetes de ellos. Al día siguiente, la casa estaba en calma, era medio día y Karen estaba jugando en la sala con sus hijos en compañía de Samuel, ya que Ricardo y Scott estaban en una junta de negocios. - Jeje ¿que tienes ahí? – le preguntaba Samuel al pequeño castaño, quien estaba sentado a su lado y le mostraba sus cubos de construcción. - Ah… - Eso es un cubo hijo – le dijo aca