- Cierto, esta debe ser tu primera ceremonia del té – indico Chloe – ven es divertida, yo aun no domino eso de hacer el té, pero la señora Tanaka es una experta. - Eso es porque eres demasiado despistada – indico Margot con seguridad, mientras se sentaba en el tapete y le pedía el recipiente a la señora para empezar a preparar el té. - Hmm… entonces era verdad que Matsuno son yakusas y crearon una alianza con los Albani – opino Karen. - Aja, yo soy la hermana menor del actual líder – dijo con seguridad Aiko – y a pesar de estar aquí en Italia, mi esposo me permitió modificar esta habitación para tener algo de mi país natal – explico de forma calmada, mientras se sentaba en una mesa con varios postes y tazas vacías – ven siéntate. - ¿Porque la mesa? - Oh, sabes de estas cosas – hablo alegre la mayor de las peliverdes – bueno cariño, es que no queremos que mi sobrino nos mate si te obligamos a participar en la ceremonia del té de forma estricta ya que eso de estarse levantando del s
Los de seguridad se sorprendieron al reconocer su automóvil, por lo que lo dejaron pasar rápidamente sin cuestionar nada ya que notaban que por la mirada que tenía en esos momentos el rubio, lo mejor era no dirigirle la palabra por precaución. Scott estaciono su automóvil en la entrada de la casa, al lado del automóvil de Margot e ingreso al interior de la enorme mansión. - Decimo, buenas tardes – le saludo con respeto el mayordomo que le abrió la puerta. - Buenas tardes, ¿dónde están mis tíos? – pregunto de forma seria. - Los señores están en el salón del té – indico notando que, tras escuchar esa respuesta, el rubio se encamino a paso rápido a dicho lugar. Scott avanzaba a paso rápido por los pasillos y justo cuando estaba a unos metros de distancia de la habitación, escucho un fuerte estruendo seguido de algunos disparos; ante eso se asustó y preocupo demasiado por lo que corrió para llegar a la habitación, mientras imaginaba diversos escenarios peligrosos que podrían estar ocur
Por otra parte, en cierto automóvil se podía notar que el ambiente era algo incomodo, ya que Scott aún se sentía algo triste porque no probo del gelato y Karen se estaba regañando de forma mental porque igual estaba sufriendo por no haberlo probado. En ese momento Scott se encontraba manejando de regreso a la ciudad mientras suspiraba con tristeza. - Ya deja de hacer eso – le regaño Karen, ya que se estaba cansando de escuchar esos suspiros llenos de tristeza. - Pero… es que el gelato… - lloriqueo Scott – eres cruel, nos podíamos habernos quedado. - No. - ¿Por qué? - Porque no y ya deja de quejarte – indico ella frunciendo el ceño - o te arrestare. - No es justo, ¿porque tu si puedes comer dulces y yo no? - A mí no me gustan los dulces. - Mentirosa… - murmuro Scott. - ¿Qué dijiste? – le reclamo enojada la rubia platinada. - Lo que escuchast… ¡auch! - empezo a decir Scott, pero interrumpió su queja al recibir un golpe en su brazo cortesía de las esposas de la rubia platinada
Tras haber terminado la mini discusión y que cierto rubio perdiera ante la lógica de la chica, ahora se dirigían a un restaurante que eligió Karen para que cenaran tranquilamente, aunque se podía notar que Scott estaba de mal humor ya que él deseaba ir a un restaurante familiar a comprar una hamburguesa que trajera un juguete, porque era raro que el saliera a cenar fuera. - ¿Es aquí…? - pregunto algo molesto cuando aparcaron en un establecimiento que se notaba ligeramente vacío, ya que se podía apreciar a algunas personas en el interior – oye no parece un buen lugar mejor vamos a… - No iré a un lugar lleno de gente solo porque tú quieres un juguete – le regaño la rubia platinada, quien igual estaba molesta por tener esa discusión con un “adulto”. - … - Scott frunció el ceño ante ese regaño y estaba por quejarse, pero noto que ella ya se había bajado del vehículo y se encaminaba al interior del restaurante. El rubio solo dejo escapar un suspiro, antes de bajar, cerrar su vehículo y
Era una noche tranquila, la cual era enmarcada por un hermoso cielo nocturno acompañado por la luna, las estrellas y algunas nubes. Su andar estuvo sumido en un silencio absoluto, pero muy al contrario de lo que se pensaría, era un silencio agradable; algo que sorprendió a Scott, ya que jamás había experimentado algo así donde solo con la compañía de la otra persona, se sintiera a gusto. - Ellos me sorprendieron hace rato - menciono Scott después de un tiempo en silencio. - A veces se mueven, es algo normal - opino Karen, ya que no era la primera vez que sentía esos ligeros golpes por parte de sus hijos. - Eh... ¿en serio? - preguntó emocionado Scott - wow que envidia... ¿y porque lo hacen? - Según lo que leí en esa guía de bebes, lo hacen porque buscan una mejor posición; aunque algunos lo toman como una forma en la que ellos se expresan y desean comunicarle algo a su madre. - Oh... que genial – dijo con una gran sonrisa - am… oye Karen crees que la próxima vez que se muevan y e
La situación empeoraba con el pasar de los días ya que notaba la actitud que todos estaban adoptando en su contra, sin duda eso debía ser obra de esa ardida de Margot; aunque si era sincera consigo misma, realmente ella fue la culpable de romper ese enlace matrimonial porque ella sedujo al novio en la boda apropósito, pero bueno el pasado era el pasado y ahora debía enfocarse en su presente y en el nuevo problema que tenía entre manos. A Alejandra le habían notificado esa mañana que la mujer que le habían conseguido murió, ya que algunos de los hombres de su padre se emocionaron con la mujer y la violaron sin parar, lo que provocó que ella sufriera un aborto y no pudieron salvar al bebe; eso significaba que nuevamente estaba como al principio: sin un heredero para presentarle a los Albani, es decir, necesita encontrar a una nueva embarazada a la que le pudiera robar a su hijo y rápido. Dejo escapar un suspiro tratando de esta forma de liberar toda la frustración que sentía en esos mo
Era un nuevo día en la bella Italia: el cielo estaba despejado, el sol brillaba y había algunas cuantas nubes blancas acompañándole, si… hacia buen tiempo para alguna actividad al aire libre o para dar un paseo; aunque cierta rubia platinada no podía apreciar nada de eso, porque ese día le tocaba su sexta cita mensual con el ginecólogo. De cierta forma estaba un poco confundida por el extraño comportamiento de sus padres, ya que empezaron a actuar raro esa noche que llego tarde a la casa y desde entonces, se les notaba con ganas de preguntarle algo, pero parecía que se auto reprimían y buscan cambiar de tema de manera muy obvia, aunque ella prefería ignorarlos ya que no se sentía con ganas de explicarles o aclararles algo de lo que hacía o dejaba de hacer, ya que ellos jamás se interesaron por ella de pequeña. Gracias al trato que ella vivió en su infancia, Karen solo veía a sus padres como personas con las que solo compartía un techo, las que le habían pagado sus estudios y actualme
En esos momentos Scott dejo escapar un suspiro, mientras entraba a su habitación de hotel, ya que sentía que al fin podía respirar con calma y tranquilidad. La razón de eso era simple: nada… absolutamente ninguno de sus entrenamientos o reuniones con otros lideres mafiosos le habían generado tanta presión y estrés que esa comida con “los suegros”, ya que por ratos Diego lo empezó a interrogar, haciéndole preguntas sobre su vida y su familia. Realmente ya había practicado para ese tipo de interrogatorios y se sabía las respuestas de memoria, porque a cada líder mafioso se le otorgaba una o varias identidades falsas con documentación que le respaldara la historia por si pasaba algún interrogatorio con la policía; pero tristemente los nervios lo traicionaron haciendo que olvidara todas esas respuestas y titubeara un poco al contestar, algo que solo capto más la atención del que futuramente seria su suegro, pero afortunadamente Elena le ayudo distrayendo a su esposo de esos temas de conve