AXEL. Desperté con una erección de los mil demonios, desde que volví a besar a Emma tras estos tres años alejados, mis mañanas eran demasiado dolorosas para mi entrepierna. Obviamente no pensaba solo en llevármela a la cama, pero a quien quiero engañar, soy hombre, esa mujer me vuelve completamente loco y por si fuera poco las imágenes de ella gimiendo debajo de mi cuerpo no ayudaban mucho a controlarme. Me dí una larga ducha y tras vestirme bajé a desayunar algo, poco después un mensaje de Ryder diciendo que iríamos de mini vacaciones a la playa llegó. La imagen de Emma en bikini encendió de nuevo mi cuerpo. Definitivamente necesitaba una buena sesión de sexo. Tras meter en un bolso que usaba para el gimnasio todo lo necesario puse rumbo a casa de Emmet, ya que no llevaríamos cada uno nuestro coche, sería absurdo y posteriormente recogimos a Ryder. —Emmet—habló Ry haciendo que Emmet lo mirara por el espejo retrovisor de dentro del coche invitándolo a hablar— ¿Le darás duro a N
EMMA. Mientras caminaba con Oliver hacia alguna habitación para los dos, no podía parar de pensar en mil y una formas de sacarle los ojos, me tenia mas que harta con su faceta de hermano protector y sus arrebatos de controlador, ya se que papá le dejó la tarea de cuidar de mi antes de morir, pero esto me parecía excesivo. Acepto que haya arruinado la mayoría de mis amoríos, pero no lo haría con Axel, el era diferente a todos los hombres que alguna vez he conocido y por nada del mundo dejaría que Oliver rompiera lo que habíamos construido. Ni Oliver, ni nadie. Finalmente, llegamos a una habitación enorme, como supongo serían todas aquí, con una cama de matrimonio y un sofá bastante amplio, la habitación entera estaba decorada en tonos azules y plateados, demasiado moderno para mi gusto. —Yo dormiré en la cama—rompí el silencio que habíamos creado al entrar—, tú decidiste compartir habitación conmigo, estas serán las consecuencias, hermanito. El puso su mejor cara de cachorrito a
EMMA. El sol picaba sobre mi piel haciéndome sentir sudorosa y bastante incómoda sobre los cojines color crema de mi tumbona de madera, realmente el día estaba muy caluroso y agobiante. Giré mi cuerpo quedando boca abajo y me apoyé sobre mis codos para buscar mi crema solar dentro de mi bolso. Cuando por fin encontré el maldito bote volví a girarme para aplicar sobre mis piernas. Observé como los chicos jugaban con una pelota junto a Nina a pocos metros, cerca de la orilla, mientras que las tres chicas restantes nos asábamos como pollos. Mis codiciosos ojos se enfocaron en Axel —en su culo concretamente— mientras lanzaba la pelota hacía Nina, la cual, al encontrarse distraída discutiendo con Emmet recibió un gran y doloroso pelotazo en su cabeza. Hasta a mi me dolió. Nina se tambaleó y cayó cómodamente entre los brazos de Emmet. La sonrisa de su cara se esfumó justo en el momento en el que sintió a mi amiga pegada a el y fue remplazada por un entrecejo fruncido mientras la soste
22 de Agosto 2016. —Si, Eleonora, nos quedó claro que te casas en exactamente diez días y que adelantaste el día por tu marido, no hace falta que lo repitas, no somos sordos—la voz de Oliver suena cansada. La verdad este tema nos tiene mas que agotados, mi madre no para de repetir cuan importante y decisivo será este enlace en su vida. Desde que hemos llegado a su casa tras recibir su llamado —el cual ha interrumpido nuestras vacaciones— no ha parado de mostrarnos el local donde se celebrará —a mi parecer demasiado ostentoso— , los adornos florales de las mesas, los manteles de las mismas, incluso nos mostró las canciones que sonarán y el orden en el lo harán para que tengamos en cuenta que tendremos que bailar con ella en su primer vals de casada y que debemos encontrar una pareja con la que hacerlo. Instintivamente pienso en Axel siendo un gran bailarín y en invitarlo para que sea mi acompañante, no se realmente si será algo precipitado, pero definitivamente lo invitaré a ir co
EMMA. —Definitivamente, el rojo es mi color favorito—bromeé con mis amigas mirando a Axel. Habíamos decidido salir a despedir nuestra ultima noche de playa, al parecer los chicos conocían bastante bien este lugar y a la gente que lo frecuentaba. Nos encontrábamos en un pub lleno de gente extremadamente arreglada, si por arreglados entendéis ver a chicos con ropa demasiado apretada y a chicas vestidas como perras en celo. Si, eso es lo que yo llamo, arreglarse para regalarse. De seguro la mitad de estas tipas acabarían en la cama de alguno de estos niños con complejo de hombres que nos rodeaban. Parecían hienas en busca de carne fresca y por la mierda que la hiena sería yo si las veía rondar cerca de Axel. Los chicos jugaban en uno de los billares del lugar mientras nosotras tomábamos algo en una de las mesas cerca de ellos, consiguiendo así, crear la suficiente tensión como para que ninguna ofrecida se acercara por aquí. —Y cuéntanos Emms...—Alexa captó nuestra atención—¿Q
27 de Agosto de 2016 AXEL. —¿Ustedes se dieron cuenta de lo que me están pidiendo? Despertar por una llamada, era algo que me molestó como la mierda, pero despertar y que la llamada fuese de mi padre fue algo por lo que querer tirar mi teléfono contra la pared. Si tan siquiera me hubiese llamado para algo importante, pero obviamente no, de este hombre y su futura esposa no se podía esperar más que propuestas descabelladas y fuera de lugar como la que acababa de recibir ¿En serio me hicieron venir para esto? —Es una propuesta bastante favorecedora para ambas partes, niñito.—contestó la bruja de Eleonora. Hasta su voz era de bruja, no entiendo como alguien ya en sus cincuenta años podía mantener una piel tan estirada, miento, si que lo entiendo, la cirugía puede hacer milagros en las personas y esta mujer era un claro ejemplo. Su pelo era corto y negro como el carbón y sus ojos azules, iguales a los de Deborah. Pero de poco le servía mantener su apariencia impecable si por dentr
AXEL. —¡Bella ven aquí!—gritó Aria corriendo detrás de su pequeña cachorrita de labrador—¡Princesa Emma, ve por la derecha! Al llegar a casa mamá quiso preparar una pequeña merienda, por más que Emma insistió en ayudarla mi madre se negó rotundamente por lo que Emma desistió y arrastrada por mi hermana comenzaron a jugar con el perro que Aria recibió por sus excelentes calificaciones a final de curso. —¡Ari, despacio!—la calmó Emma desde el otro lado de la piscina. Ambas se encontraban rodeando al pequeño cachorro, el cual, huía de ellas jugando. Aria lo acorraló por la izquierda, mientras Emma lo hacía desde la derecha de la piscina. El patio trasero de mamá era algo digno de revista, ella pasaba ña mayoría de sus horas libres arreglando, plantando y regando las flores y arboles que lo componían. Siempre amé este lado de la casa, de pequeño acampaba con Emmet en medio de este jardín y fingíamos estar en medio de el bosque, son grandes recuerdos. —¡Ya casi lo atrapamos!—gri
EMMA. Realmente estaba en ropa interior delante de Axel, mientras el buscaba algo que pudiera ponerme entre la poca ropa que tenia en su antigua habitación. Mi ropa se encontraba en una secadora junto a la de Ari, ya que Rebecca muy amablemente se ofreció a secarla. —Creo que esto servirá—murmuró Axel girándose con una camiseta básica negra y acercándose a mi. —¡No mires!—bromeé quitándosela de entre las manos y acercando mis dedos al broche de mi sujetador, el cual también estaba empapado. —Te he visto con menos ropa de la que tienes ahora, princesita—sonrió de lado atrapando mi mano y tirando de mi hacia el. —¡Animal!—chillé riendo—Yo soy una dama a medio vestir y tu un caballero que se dará la vuelta para dejarme hacerlo—susurré sobre su cuello acariciando sus brazos. —Si sigues provocándome, mi caballerosidad se irá junto a tu ropa, mujer descarada—contestó acariciando mi pelo con la punta de su nariz. Reí separándome de el y le hice una seña con la mano indicando q