Iba de copiloto, a regañadientes se subió, sin opción alguna, porque él casi se lo había exigido, y como odiaba recibir órdenes, más cuando ya no era su jefe. No quería emitir ni una sola palabra. Menos cuando ese hombre a su lado, se atrevió a darle un beso. Aún no lo superaba, era algo que continuaba siendo increíble, pensó que podría verlo como algo sin importancia, y no, no podía. ¡Era su primer beso! —No crea que quiero quedarme con su abrigo, es solo que... —no pudo seguir. —¿No tienes con qué cubrirte? —inquirió, solo se quedó en silencio —. Tengo más gabardinas en casa, no hace falta que me la devuelvas. —Pero hace un momento usted...—Hace un un momento solo estaba desesperado por detenerte, es por eso que no tuve opción y lo único que se me ocurrió fue decirte eso. —Si fuera tan amable de llevarme a ese lugar, se lo agradecería —emitió volviendo a suspirar y él lo dudó. En ese momento la muchacha se sintió ridícula por haber preguntado algo así, era más que obvio que
Rachel sabía que no era una buena idea pasar la noche allí, no quería incomodar a su exjefe y mucho menos ser una molestia. —Señor Boseman, no tiene que hacer esto por mí, puedo irme a mi pieza, y si de verdad le preocupa que vuelva a atentar contra mi vida, le prometo que no lo haré, pero no puedo quedarme aquí —insistió, a lo que él expiró y asintió luego con la cabeza. —¿No te dije que afuera podemos dejar las formalidades? —emitió inhalando hondo y ella asintió. —Sin embargo no puedo dejar de ser formal cuando ya no soy ni siquiera una empleada. Por lo tanto no veo la necesidad de tutearlo.—¿Eh? Solo dime Silvain. Además, ¿no te dije que volverías a tener el empleo? —No debería pasar la noche aquí, yo debo ocuparme de mis asuntos y...—¿Vas a callarte y te vas a dejar ayudar? No me has querido dar la dirección del lugar en donde te estás quedando porque seguramente no es apto para vivir. ¿No es así? —lanzó. —¿Y qué si no lo es? Al final no sé a dónde ir, pero ya le dije que
Silvain después de haber tenido esa conversación con Rachel se puso en contacto con su abogado para arreglar todo el papeleo y fuera lo más rápido posible el casamiento por civil. En realidad no había pensado en volver a casarse después de la infidelidad de Lorena pero la presión de su padre y el deseo profundo de su mamá por convertirse en abuela lo habían llenado de desesperación, al punto de tomar esa decisión que no solo cambiaría su vida, también ayudaría mucho a la chica, de alguna manera estaba compensando a la joven por lo que no pudo hacer con su hermano. El CEO le compró un vestido bonito, zapatos de tacón estilizados para el día del casamiento. En realidad no había necesidad por tomarse las cosas con profundidad, pero al menos guardaría un recuerdo y se lo mostraría a sus padres. La joven sintió como su corazón latía sin parar, cuando había llegado su turno de colocar su firma en ese papel.Todo resultaba demasiado raro, que de un instante a otro se convirtiera en la esp
Llegar a casa convertida en la esposa de un CEO, seguía siendo una idea que conocía ligeramente, con la que ya se estaba familiarizando y aún así no lograba encajar. —Silvain, ¿Me dejarías pensar sobre eso último? —Toma una decisión cuando estés preparada, yo no soy del tipo que va a buscar mujeres para sacarse las ganas. Ya sabes a qué me refiero, si tengo una esposa, no tengo que ir a buscar a alguien más. Aún así, puedo hacer una excepción por ti. Además de eso, no pienso tocarte estando embarazada, ¿de acuerdo? —emitió acercándose para sostener su rostro. —Silvain.—Puedes usar lentillas en lugar de esas enormes gafas. Vendrá mañana un equipo profesional para hacerte un cambio de imagen. —¿Qué? —se alejó de él y lo miró con malos ojos —. No creo que sea necesario que se me deba hacer algo diferente en mi rostro, yo me siento bien así como estoy. —Es cierto, el asesoramiento de imagen es importante y más cuando te has convertido en mi esposa. Nadie te va a cambiar tu cara, sol
No sabía que el camino sería un poco largo, llevaban aproximadamente quince minutos de recorrido y todavía no le decía que quedaba poco. Se distrajo observando por la ventanilla, mirando el paisaje precioso que se extendía, campos verdosos, una vista totalmente diferente a la urbe, puesto que estaba alejada de los suburbios y por lo tanto en una ubicación única y privilegiada. Se respiraba paz. —¿Falta mucho? —quiso saber. —No, solo media hora. —¿Así que viviremos en un lugar que está a unos cuarenta y cinco minutos de la ciudad? —Sí, yo te comenté que es un sitio exclusivo, si te gusta la casa entonces la compraré y si te parece demasiado distanciada, y no te atrapa, entonces seguiremos viendo más opciones, ¿de acuerdo? Rachel de forma interna pensaba que no debía ser para nada exigente, demasiado con que él le permitiera ser parte de la elección y no tomara por su cuenta la decisión de comprar una casa que le gustase y ya. No le respondió y siguió viendo el horizonte que se
De regreso a casa, comenzó a dudar sobre ese día que acordaría para que su ahora esposo pudiera conocer a su madre, no estaba nada segura, solo muy nerviosa, pero sabía que él tenía derecho de verle. —Mi madre se llama Patricia, pero le dicen Paty. Ella... Probablemente no se tome mal la noticia, pero se enfadará conmigo por no pensar en ella y no haberle invitado a la boda, lo que se supone que ha sido mi día especial. Me temo que me lo va a recriminar —declaró expirando. —Paty... Suena bien, le diré así —declaró centrado en la conducción y ella se giró a verle. —¿No estás escuchando? Se molestará conmigo, quizá te reclame a ti también. —Sé cómo manejar la situación, así que despreocupate. ...Lorena recibía la información de parte de la persona que envió a investigarlos. Odiaba lo que estaba pasando, pero se daba cuenta de que todo podría ser bueno en algún punto. —¡Agh! Escupió improperios al darse cuenta de tremenda barbaridad. —¿Estás seguro de eso? —Las fotografías son
Se adentró a la habitación, quedándose llena de perplejidad al darse cuenta de que era una habitación que había sido preparada para un bebé, entonces se preguntaba a quién exactamente le pertenecía. Todo era muy raro ahí. Rachel comenzó a rozar el borde de la cuna de madera blanca y clavó la mirada en todos esos peluches. Quedó impactada al ver los dibujos en las paredes, cada cosa que vio allí estimuló el instinto maternal que existía dentro de ella y solo entonces compendió que se quedó del lado correcto. Había un profundo revuelo causando estragos en su sistema y la intriga por saber a quién le pertenecía todo eso se incrementaba a un nivel colosal. ¿Es que Silvain estuvo a punto de convertirse en padre y de pronto lo perdió todo? Tal vez tenía que ver algo con su exesposa. Le habría gustado saber la razón de su separación, quizás estaba vinculado con la pérdida de algún bebé. Ese era un motivo habitual por el que una pareja podría separarse, aunque lamentable. Si ese era el c
Su madre estaba incrédula negada a creer cada palabra que su hija le estaba declarando,todo era irreal, en primer lugar no pensaba que fuera tan tonta para quedarse embarazada y ahora que le decía que no era de ese chico que estaba conociendo, todo se enredaba más. —¿Vas a tener gemelos y no son de James? Rachel suspiró. —Sé lo que estás pensando, de todos modos iré a visitarte junto a mi esposo. —¡¿Esposo?! No sé qué clase de hija eres para soltarle toda esta información a tu madre sin anestesia, primero me dices que estás embarazada que no es de James, que vas a tener gemelos y ahora que te has casado. Tampoco hemos estado alejadas durante muchísimo tiempo para que tantas cosas hayan pasado en tu vida y yo no me haya enterado. ¿Vivo debajo de una roca para no enterarme? No lo comprendo. —Créeme que te lo quería decir en persona, pero habría sido más loco al parecerme con mi ahora esposo y darte la noticia. Te prometo que iremos ir a verte durante esta semana y te explicaré las