Capítulo 40
Al ver a Mariana ingresar al vestíbulo con el loto nevado en mano, los robots se acercaron ansiosamente, lo escanearon y exclamaron emocionados: —¡Vaya, este es el famoso loto nevado que todos buscan!

Ella aplaudió con orgullo, luciendo como una heroína que regresa victoriosa.

Un robot preguntó: —Dios M, ¿de dónde sacó esta joya?

Yahir, con una sonrisa forzada, respondió de inmediato: —En un montón de basuras que estaban a punto de destruir.

El robot de repente se quedó en silencio.

Yahir lo miraba perplejo, mientras el robot parecía tener un fallo en el circuito, con destellos de estrellas confusas en la pantalla, seguido de un electrocardiograma irregular.

¿Qué estaba pasando? ¿Incluso los robots también podían sufrir un paro cardíaco?

Después de tantos años en Base M, Yahir nunca había visto a un robot en shock.

¿No se estaría estropeando?

Afortunadamente, el robot se reinició automáticamente, y en la pantalla apareció una cara de admiración. —¡Ah, caray! Perdón, ¡me dieron ganas de
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo