—¿Qué sucedió?, ¿Porque dices eso?— Pía se sorprendió por las palabras de su amiga, que había pasado para que dijera eso
—Santino me llamo para decirme que después de la fiesta Dante dejará de ser mi guardaespaldas— Pía sonrió era un poco drástico que dijera eso, solamente ya no estaría como su guardaespaldas
—Entonces eso quiere decir que las amenazas cesaron— Bianca afirmó con la cabeza
—Pues eso parece, pero no quiero separarme de él— lo busca con la vista, viéndolo cerca de una mesa de bocadillos, como siempre él no le quitaba la vista
—Pues no tiene porqué, si quieres darte una oportunidad con él hazlo— Bianca la miro con los ojos entrecerrados
—¿A qué te refieres?— Pía sonrió, moviendo un poco la sombrilla que ten
Unas horas antesLa casa era un ida y venida de las personas que acomodaban las mesas, los manteles, limpiaban con sumo cuidado las copas donde se servirían las bebidas. Santino caminaba de un lado a otro en su despacho, tenía unas horas de haber hablado con Capello, temía escuchar el sonido del teléfono, que fuera De Luca que habían sufrido otro atentado su hija, que ahora sí había sido herida, por dios todo porque de nuevo la mercancía de Capello había sido decomisada, sabía lo terrible que podía ser Capello, y si secuestraba a su hija sería capaz de venderla, no podía pensar en eso, tenía que confiar en De Luca, para eso lo había contratado para que protegiera a su hija. No podía creer su suerte, se suponía que todo estaría bien, que la mercancía llegaría muy bien a su destino, dónde ya los esperaba los hombres del socio de Cape
Presente—Claro que los vas a hacer amor—se acercó a ella— tu y yo estamos destinados a estar juntos—Bianca dio un paso atrás chocando con el cuerpo de Dante que la sujeto por los brazos, Bruno miro la acción de Dante, como era que se atrevía a tocarla, lo miro con odio— tu ya no debes estar haciendo nada aquí, lárgate, ya mi suegro se encargó de pagarte muy bien por tus servicios—No, Dante se queda, es mi guardaespaldas hasta que yo decida lo contrario—Bruno no podía creer que Bianca lo defendería, que prefiriera ese, que no entendía que ahora él la cuidaría, que él era su mejor opción—Pues lo siento cariño, yo ya tengo la persona que te cuidará de todos— miro a Dante principalmente de él— ya no necesitas a tu guardaespaldas para nada, así que ya se p
—No nadie a llegado al departamento de Bianca— Santino no podía creer esto, su hija estaba dios sabe dónde con el hombre que el le había dado a su cuidado, ya eran casi las doce de la noche y no sabía dónde estaba, había intentado llamarle pero su teléfono estaba apagado. Antes de que se fuera Pía le había preguntado por su hija si no le había dicho dónde pensaba irse o donde podría estar, pero ella tampoco lo sabía o si lo sabía no diría nada, era muy fiel a Bianca y si ella le había pedido no decir nada no lo haría. Los hombres de Bruno esperaban en el parque, no podían moverse del lugar, de hecho ya iban a tener turnos, hasta que apareciera el Mercedes dejarían de hacer esas guardias, de hecho Santino había hecho que todos los policías que vieran un Mercedes gris con placas “8975EU” lo detuvieran por qué
¿Te gusta?— Bianca mira la fachada de la pequeña casa, después de descansar la noche que se fueron de la casa de su padre no se habían detenido hasta llegar a su destino, hubo momentos en que ella manejaba para que él pudiera dormir un poco. Las ciudades y pueblo que iban dejando atrás le provocan nostalgia, si hubiera podido ser otra persona tal vez los recorrería tomada de la mano de Dante, pero eso en ese momento era imposible, siendo ella una figura pública sería fácil de reconocer, empezarían con las fotos, algún paparazzi teniendo la nota de la semana, “Bianca Palmieri vista en Florencia en compañía de un nuevo galán” si esos serían los titulares, los programas de chismes buscando una primicia, y así Bruno y Santino darían con ellos, no era mejor así, tal vez en el futuro tendría la oportunidad de hacerlo. &
Dante no podía evitar ir detrás de ella, era como una sirena que lo estaba llamando, se fue quitando su camisa lentamente hasta dejarla caer al suelo, siguió con su cinturón y pantalones que también hicieron una bolita en el suelo, los zapatos habían desaparecido cuando hablo con Santino; abrió la puerta siguiendo el canto que lo llamaba, vio su silueta a través de la cortina que lo separa, de solo pensar que está ahí desnuda sin él su miembro protestó con anheló de reclamarla, estar dentro de ella, dónde es su nuevo hogar. Sin pensar más hace un lado la cortina entrando viendo por completo el cuerpo de su Bianca, esta tan hermosa que quisiera detener el tiempo ahí para que nunca se separarán, ella le sonríe al verlo, ahí tan imponente que puede intimidar a cualquier menos a ella. Él se acerca sin ninguna prisa, sin quitar los ojos de ella, le d
Al fin te reportas amiga— Bianca escucho molesta a su amiga y con justa razón, después de salir de la fiesta no se había comunicado con ella porque había apagado el teléfono porque Dante le había dicho que era mejor para evitar que los hallarán, pero ver lo del carnaval le había dado ganas de estar con ella disfrutando la fiesta con unas máscaras y unos trajes del lugar.—Lo siento pero hasta hoy pude comunicarme— realmente se sentía apenada por su falta de consideración con ella— ¿Qué ha pasado?—Primero tu papá está como loco buscándote al igual que Bruno— se muerde el labio era mejor no decir dónde estaba a nadie solo decir que estaba bien— tu hermano también está muy preocupado sin saber nada de ti, me ha preguntado varias veces si sé a dónde te fuiste con Dante— se toca la
Para Bianca paso todo muy rápido, Dante buscando su arma, después poniéndose delante de ella protegiéndola de la vista del sujeto moreno que estaba delante de ellos, ¿Quién era?, ¿Cómo fue que había entrado?, Lo miro, no se parecía a ninguno de los hombres de su padre, y si era de los hombres de Bruno y habían dado con ellos, su corazón comenzó a latir con fuerza por el miedo de que todo fuera a terminar tan rápido, escucho como quitaba el seguro cuando el hombre que estaba al frente levantó las manos con un sobre amarillo en sus manos;Hombre soy yo— al escuchar la voz de su jefe y amigo soltó una maldición junto a un suspiro, había estado a nada de dispararle, como era que se atrevía a entrar hasta la habitación, ¿Por qué Ágata no lo había detenido? Jalo más la sábanas cubriend
—Es un maldito infeliz— se fue contra Dante, por primera vez veía a su padre enojado, había dejado de ser el hombre elegante y educado que había conocido— como se atrevió a ponerle las manos encima a mi hija—Dante esquivo su agarré, dio unos pasos hacia atrás huyendo de el, no por miedo sino porque era el padre de su mujer y no quería hacerle daño entendía que ella no se lo perdonaría, fuera lo que fuera era su papá y Bianca lo quería, lo amaba.—Soy una mujer si no lo recuerdas papá— Bianca se interpuso entre su padre y Dante— y sé atrevió porque yo lo permiti— Santino cambio su actitud, no podía dejar de ver sus ojos desafiantes, si no era la niña con la que había jugado, era una mujer que ahora le hablaba con fuerza, con determinación sin miedo a nada, era toda un Palmieri,&m