—Tranquila estás en un lugar seguro cariño— no, no era verdad, el único lugar seguro era con Dante; en los brazos de él, solamente con él podía sentir la paz que no sentía ahora,— estás conmigo— sintió la fresca mano de Sandro que acariciaba su mejilla, si estaba ahí con Sandro, otro hombre que la había hecho sufrir, no estaba dentro de una pesadilla, era la vida real, miro alrededor, era la misma habitación, y sin querer sus ojos se llenaron de lágrimas, no quería estar ahí, quería despertar en los brazos de Dante— no llores— siente como uno de los dedos de Sandro limpia la lágrima que salió de su ojo, no podía creer que estuviera comportándose de una manera tierna, dulce, era un hombre distinto que nunca antes había conocido, pero no era el hombre que causaba que su corazón saltará como
Vamos a necesitar usar otro método de tratamiento— habían pasado cinco sesiones con la psiquiatra y en ninguna había logrado hipnotizarla, por eso nunca había creído en nada de eso.—Le dije que nunca habían podido hipnotizarme— sonrió al ver la molestia de la psiquiatra, después de aquel día que había hablado con Sandro y le había mostrado las fotografías, al día siguiente le retiraron el suero, y ya no estaba conectada a ninguno de los aparatos, le habían mandado hacer estudios y en todos el doctor les había dicho que todo estaba bien, que si seguía así tal vez en unas semanas la darían de alta. Sandro festejo tomándola por sorpresa dándole un beso en los labios, Bianca no había tenido la oportunidad de retirar el rostro, al retirarse le sonrió con incomodidad, no podía sentir lo que él quer
—¿Ya recuerdas nuestra boda cariño?— Sandro tenía entre sus manos el rostro de Bianca que sonreía feliz, esa mañana después de despertar al ver a Sandro ahí durmiendo en el sillón lo llamo como nunca pensó que iba a volver a escuchar “amor ya recuerdo algo de nuestra boda”, de inmediato se levantó para ir hasta la cama y darle un beso, eso era lo que tanto había esperado desde hace una semana que había comenzado con el tratamiento con la psiquiatra, que volviera a ser ella—Bueno no todo, pero creo que tengo algunos flechazos, espero pronto ya recordaré mi vida— rodeó su cuello con sus brazos, miraba directamente sus labios, que estaban entreabiertos— yo creo que cuando le diga hoy a la doctora el paso que he dado de seguro me dará el alta— Sandro sonrió por su ingenuo cuestionamiento,—Lo sien
Al salir de la clínica ya un auto negro los esperaba, un hombre alto, delgado, con el cabello negro al igual que su traje negro, espera con la puerta abierta mientras otro hombre de traje oscuro lleva su mochila para dejarla en la cajuela que esta abierta, el hombre que está con la puerta abierta tiene la cabeza gacha, no puede ver muy bien su rostro porque los lentes oscuros y su mano que la tiene sobre el sombrero lo impiden; entra en el asiento trasero y escucha como Sandro da la orden al hombre que sigue de pie afuera del auto—Jaime a casa—Si señor— sube Sandro y la puerta se cierra, el chófer que ahora sabe que se llama Jaime enciende el auto y comienza la marcha por el camino. Bianca mira atrás, como se aleja cada vez más de ese lugar que estaba sintiendo como una prisión, unos metros adelante un auto negro los comienza a seguir, Sandro voltea para ver qué ha llamado la atenci&oacut
Habían pasado los días y aún no podía acostumbrase a estar con Sandro de nuevo, ni mucho menos en esa casa que si era hermosa pero sentía que era otra prisión, por lo menos ahí si la dejaban salir al jardín y los viñedos pero siempre iba seguida por algunos de los hombres que su padre había contratado, según Sandro por su seguridad, pero era mucha gente, muchos hombres cubriendo casi toda la casa, era como si temiera que alguien pudiera entrar por algo muy valioso. ¿Pero que?Cada tercer día Petra le llevaba las flores para que hiciera los arreglos y los pusiera frente de las pequeñas urnas de madera, gracias a Sandro que había ordenado que cuando entrará a la capilla la dejarán sola era que descansaba y bueno cuando estaba dentro de la casa, eran los momentos que podía respirar sin tener a ninguno de esos hombres detrás de ella. En la capilla d
Dante no podía creer que había tenido a Bianca frente a él, si no fuera por el gorila que iba con ella ahí mismo se la había llevado pero aún no podía, no cuando había creído en las mentiras de Sandro, y de Santino, además no quería asustarla, no sabía si pudiera ser contraproducente para su salud.— que te hicieron amor mío— de nuevo viene como una avalancha todo lo que sintió ese día cuando ya no la encontró…******Después de salir de la explosión miro a tras, el edificio estaba completamente en llamas, ya algunas personas de los alrededores había llamado a los bomberos. Soltó un suspiro de alivió al fin podrían ser felices con ella, ya nadie podría interponerse entre ellos, ya Bruno no sería ningún peligro para Bianca,— ya pasó todo— quitó un mech&oa
Dante no soltó su mano hasta que ya no pudo entrar al ascensor, regreso al pequeño sofá que estaba en la sala de espera, comenzó a sentir los ojos pesados que se cerraban, el movió la cabeza de un lado a otro tenía que estar despierto cuando regresará Bianca, pero el sueño no lo permitió se quedó dormido en la sala.—Dante tienes una llamada— abrió los ojos, mirando a Pía, no sabía cuánto tiempo había pasado, a tientas saco su celular del bolsillo de sus pantalones. Agradeció y contestó, tenía que ser Alfonzo ya debía tener a Angello y Sophie—Si—Señor, la evidencia contra el señor Santino Palmieri a desaparecido— si aún no despertaba por completo eso sí,—¿Qué estas diciendo?— la pregunta la hace en un tono de molestia, como era posib
Al fin la encontré— había dejado el piso donde supuestamente tenían a Bianca cerrado, gracias a qué nadie había abierto la boca, nadie del medio sabía que Bianca había sido secuestrada por su exnovio y su padre que había regresado de su viajé relámpago a España— aunque hizo varias escalas queriendo despistarnos no lo logro—Ya dime dónde está— apremio Dante que le faltaba el aire desde que sabía que Sandro la tenía, si el infeliz le tocaba un cabello, si le daba una bofetada el se la regresaría por diez—En una clínica privada en las costa de España, es un lugar que tiene la fama de hacer procedimiento no muy éticos— Dante apretó con fuerza el respaldo de la silla, si le habían algo a Bianca y a su hijo ellos no vivirían— ella está registrada como Bianca Marchetti<
Los días iban pasando sin aún poder encontrar la manera de rescatar a Bianca de las manos de Sandro, Santino había pagado mucho por tener a su hija segura o mas bien escondida de Dante. Pero no había valido de nada, ahora estaba muy cerca aunque pensará que estaba lejos. Santino para mantener tranquilo a Sandro había mandado vigilarlo y gracias a Ágata que siempre estaba alerta se dieron cuenta de un auto que permanecía a unos metros de su casa mirándola, y el mismo hombre permanecía de día y de noche sentado. Dante al saberlo, le dijo su plan a Ágata para que ayudará al hombre de Alfonzo entrar a la casa, cambiarse con ropa suya y después saliera de la casa, y así lo hizo Ágata, tan pronto saliera el auto de Dante el otro comenzó su marcha, a una distancia prudente, el sujeto que se había disfrazado como Dante le decía todo lo que veía a Alfonz