Aquellas palabras fueron una flecha justo para el corazón de Marisol, algo que la hizo volar para después dejarla con un pensamiento totalmente diferente sobre la persona que caminaba a su lado.
—Oye, ¿quieres probar mis tortillas?, sé que te van a encantar, así me haces un poco de compañía, no me gusta estar solo —Marisol solo sabía apreciar los labios de Tomás moverse al hablar—, ¿qué dices?
—Claro que sí, me encantaría —respondió con una tierna sonrisa.
Después, Marisol solo se vio en el apartamento de Tomás escuchándolo hablar sobre sus historias, a él que no le gustaba hablar (sarcasmo) se le ocurrían muchas historias que podía contarle.
—¿Qué te parece si vemos la película? —preguntó Tomás con una gran sonrisa desplegada. Parecía
A Noelia le pareció bastante extraño ese grupo de amigos, pero, a la vez vio que eran muy agradables.—¿En realidad estás muy interesada en Tomás? —preguntó Josef.—Oh… Sí, por supuesto. Si no fuera así no hubiera aceptado esta cita, no crean, no es fácil que te estén haciendo un interrogatorio como este —Noelia dejó salir una pequeña carcajada que acompañaron los demás.Quedaron encantados con Noelia, era muy sencilla su personalidad, muy humilde y carismática. Prestaron atención a cada cosa que les contaba y cómo se había conocido con Tomás y el por qué tenían tiempo sin hablar. Al final, planearon un nuevo reencuentro que se viera casual del cual Tomás no sospechara absolutamente nada y quedaron que sería el día del cumpleaños de la señora Tatiana. N
Tomás comenzó a buscar a Marisol antes de que se sirviera la gran cena que se tenía preparada. La encontró en el patio de la casa sentada frente a una mesa tomando una copa de vino.—¿Qué haces aquí sola? —le preguntó. —Ah… Es que había recibido una llamada de mis padres y busqué un lugar con silencio para poder hablar tranquilamente con ellos —mintió.—Entiendo. Oye, quiero presentarte a alguien que debes de conocer, es un ángel en persona —dijo Tomás desplegando una sonrisa.—¿Quién? —Marisol desplegó una sonrisa, ya sabía muy bien que se trataba de aquella chica.En aquel momento se acercó Noelia con una sonrisa amable en su rostro.—Marisol, te presento a Noelia, es una gran amiga que no veía desde hace dos años —presentó
—Espera, ya estamos llegando —respondió el joven mientras comenzaban a subir una calle empinada.La noche estaba estrellada y se comenzaba a ver la ciudad con sus pequeños foquitos de luz que la adornaban. Al llegar a la punta de la calle encontraron una banca donde se podrían sentar y apreciar la hermosa vista. Marisol se dio vuelta para poder ver el paisaje, se sorprendió de lo hermoso que era.—¡Wao! —soltó Marisol mientras comenzaba a calmar su respiración.—Siempre me ha gustado este lugar, aquí vengo a despejar la mente. Pero nunca he traído a nadie, bueno, ahora sí —rodó la mirada a la chica y le mostró una sonrisa—. No sé quién es más afortunado de los dos, si tú por ser la primera en experimentar todo lo que antes hacía solo o yo por haber conocido a una mujer como tú —Tomás a
—Por favor Gabriel, Marisol no es una niña para que le estés prohibiendo con quién puede o no estar. Además, yo no pienso hacer nada malo con ella, me gusta y quiero una relación seria con Marisol, nada más —dijo Tomás, pero eso solo empeoró las cosas. Gabriel se encaminó a él y Josef tuvo que intervenir.—¡Gabriel, cálmate, nadie va a pelear aquí! —recalcó Josef.—No creo tanta maravilla, siempre tomas a las mujeres a juego y las tratas mal, por eso no quiero que estés cerca de Marisol, ¡yo sabía que ibas con esas intenciones! ¡Por eso hice que me lo prometieras! ¡No eres capaz ni de ser responsable con tus palabras!Tomás comenzó a enojarse con lo que decía Gabriel.—¡No, como tú tratas muy bien a Marisol! ¡Deberías ser tú el que deber&ia
Gabriel alcanzó a Marisol rápidamente, ella iba caminando con el llanto desatado, eso lo hirió bastante.—¡Marisol, espera! —gritó al bajarse del auto.—¡ALÉJATE DE MÍ MALDITA SEA! —gritó Marisol con fuerza.—Por favor, perdóname, no entendía bien la situación soy un estúpido, lo sé. ¡Perdón! —suplicó Gabriel.—¡No, no, no, no! —gritó Marisol y siguió su rumbo.—¡No sabía que tu relación con Tomás iba tan en serio, no lo había comprendido! ¡Pero entiéndeme, solo deseo protegerte, eres mi mejor amiga y te quiero, no dejaría que te hicieran daño! —gritó Gabriel mientras dejaba que sus lágrimas salieran a flote— ¡no debes alejarte de Tomás, te quiere, me di cuenta, n
—Deja de comportarte así conmigo. Ya te pedí perdón; tú lo dijiste, ya es pasado, comencemos de cero —pidió el joven bastante preocupado.—¿Crees que es así de fácil? —inquirió la muchacha— para ti es fácil, tienes a Marcela y te casarás con ella, pero para mí no; te dije que fue la única persona que me correspondió –hubo un momento de silencio—. Por muchos años estuve enamorada de ti, siempre vivía con el miedo de que te fueras a enamorar de alguien y me dejaras sola, cuando volviste al país y me presentaste a Marcela… ¡Dios! Sí que sufrí al ver que mi gran miedo se había hecho realidad. Pensé que sería algo pasajero, pero mira, ahora te casarás con ella y yo seré la dama de honor, estaré detrás de ustedes observando su gran felicidad mientras yo estaré totalmente humillada. Cuando Tomás entró a mi vida cambió todo por completo, sé que nuestra primera impresión no fue la mejor, pero después él trató de arreglarlo y por un minuto me sentí la mujer más feliz al ver que había a
—Eso les pasa por meterse en la vida de los demás, si no se hubieran puesto en esas nada de esto. Pero bueno —Gera se cruzó de brazos.—Ay… No pues, la que no hizo nada —renegó Claudia.—Sí… Aquí todas tenemos la culpa, fuimos a traer a la chica esa y después no ayudamos a Tomás cuando peleó con Gabriel, pero bueno, eso ya pasó. El pobre Tomás cambió desde ese día, como extraño al viejo Tomás —soltó Keidys.—Mejor cambiemos de tema, nos estamos deprimiendo aquí —pidió Claudia.—Sí… mejor hablemos de la salida —recomendó Gera.Llegaron al supermercado y muy emocionadas comenzaron a meter en el carrito de la compra paquetes grandes de papitas, gaseosas, cervezas y muchas cosas más.—¿No crees que eso es mucha carn
—Así que ustedes también van a salir —le dijo Keidys a Josef cuando lo vio empacar una maleta emocionado.—Sí, prácticamente lo hicimos por Tomás, nos preocupaba mucho —explicó Josef.—¿Y a dónde irán? —interrogó Keidys curiosa.—Es un secreto de grupo —dijo Josef, Keidys hizo mala cara, eran las mismas palabras que ella había utilizado cuando él le preguntó sobre el plan de las chicas.—Perfecto, yo también me voy —Keidys soltó una pequeña carcajada y tomó su maleta.—Oye. Solo no vayan a hacer tantas locuras —pidió Josef.—No, al contrario, cuando te cuente lo que hicimos te vas a emocionar y me vas a amar más de lo que lo haces ahora —dijo la joven y Josef quedó muy curioso.—Los planes de ustedes me asust