Tomás estaba viendo la foto donde estaba vestida Marisol con el vestido de novia. Desplegó una sonrisa, estaba impresionado, se veía muy hermosa.
—Se ve tan tierna —esbozó.
—Sí, ese vestido le queda perfecto, se enamoró de él a primera vista. Pero ella no lo compró porque dijo que ella no sabía si llegaría a casarse contigo, que no quiere ilusionarse —explicó Keidys recostándose al espaldar de la silla. Inclinó su mirada al helado que estaba reposando sobre la mesa de madera.
—Ay, por favor, ¿por qué la hicieron sentir así?, ustedes y sus planes improvisados, se vuelven locas con las compras —Tomás soltó una pequeña risita y le pasó el celular a Keidys.
—Se supone que es una boda de tres parejas —dijo Keidys, Tomás hizo rostro de extrañado—. ¡S&
Marisol les estaba explicando a las chicas que debían de cancelar todo, volvieran a organizar la boda, no se iba a casar. Terminó discutiendo con Claudia quien era inocente de todo lo que se estaba sucediendo. La muchacha salió muy enfadada de la tienda en la que se habían encontrado y Keidys quien se sentía muy asustada por lo mal que vio a Marisol se fue detrás de ella para tratar de calmarla.—¡Déjame en paz Keidys! ¡Deja de ser tan entrometida! —le gritó y se volteó para encararla. Se encontraban en un parque y varias personas quedaron observando.Tomás de lejos comenzó a observar lo que sucedía, sabía que la “sorpresa” no iba a salir muy bien, algo dentro de él se lo le decía. Decidió acercarse para calmar a su novia.—Marisol, cálmate, ¿por qué estás así? —pidi&oac
El día de la boda llegó, no está de más decir que todos estaban más que nerviosos. Pero era emocionante el poder verse a punto de casarse. Los padres de Alejandra estaban allí, la señora le daba consejos mientras le acomodaba el velo. Todas las chicas se tomaron una foto antes de partir a la boda. Mientras que, los hombres contaban chistes para vencer el miedo ya listos para comenzar la boda.Al momento de llegar las mujeres todos hicieron silencio y la clásica música que anunciaba la llegada comenzó, todo transcurrió normal, hasta el momento en que Gera debía de decir sus botos matrimoniales, soltó una carcajada que hizo reír a todos.Al momento de la recepción Josef quiso dar unas palabras.—Buenas noches a todos, hoy quiero felicitar a mis amigos por haber dado este paso importante en su vida. Una noche como esta mi mejor amigo Tomás estaba ha
—¿Tienes miedo? —le preguntó Keidys a Luis Ángel.—No, ¿debo estarlo? –preguntó el niño.—Oye, es normal tener miedo, yo lo estaba mi primer día de clases —dijo Josef con una sonrisa en su rostro.Luis Ángel rodó la mirada a su hermana que estaba tomada de la mano de su madre, la pequeña le mostró una sonrisa bastante grande que dejó relucir sus pequeños dientes. El niño con un rostro bastante neutral no le devolvió la sonrisa y ella le sacó la lengua enojada.—¿Cuándo estés en el salón qué vas a hacer? —preguntó Josef a su hijo.—Ser amable con mis compañeros —respondió Luis Ángel.—Perfecto —Josef le dio un beso en la frente del niño.Luis Ángel rodó su mirada a Cristia
Josef iba a abrir su casillero cuando vio que en la puerta de éste un sobre rosado pegado, bastante dudoso lo arrancó y vio qué decía "para: Josef Sandoval".Rápidamente lo abrió y leyó:"Querido Josef.Hace tiempo que he querido decirte esto, pero no tenía las fuerzas suficientes para poder sacar las palabras correctas que te hagan saber lo que estoy sintiendo ahora mismo. Tal vez tú no me conoces, tal vez no sabes de lo que estoy hablando.Todas las mañanas te veo de lejos con ganas de querer correr y hablarte, pero soy muy tímida y nunca encuentro el valor para hacerlo. Aunque, puedo asegurarte que en este instituto no hay otra niña que te conozca mejor que yo.Te conozco desde que tengo cinco años, sé que tus padres compraron una casa a dos cuadras del instituto para que, cuando entraras a estudiar se te hiciera fácil ir a clases. Tu mejor amigo Tomás vive al lado de tu casa y todas las noches van a sus clases de natación. Tu color favorito es el morado, tienes una hermana de cinc
Keidys entró al colegio y los profesores ayudaban a que los estudiantes no se acercaran a ella.Después, ingresó a la oficina del director y vio que lo habían cambiado: ahora era un hombre calvo y bastante amargado.El director miró a la joven de pies a cabeza.—Buenos días, señor —saludó ella con una sonrisa bastante forzada; ese hombre no inspiraba buena vibra.—Semejante revuelo has armado —refunfuñó.Keidys se sorprendió al escuchar el vozarrón del hombre, sintió que su espina dorsal se erizó por completo.—Bueno... Me tocará llevarte a tu salón de clases, de seguro todos esperan para verte.—Sí, señor —dijo ella tragando en seco."Este hombre da miedo" pensó Keidys.Salieron de la oficina y los estudiantes al ver a aquel hombre con aura negra, corrieron dejando el pasillo sin un alma. Keidys ya podía imaginar la reputación que debía tener el director Moreño (ese era su apellido)..Tomás, (el mejor amigo de Josef), estaba con su amigo Mateo esperando en la puerta del salón a que
Keidys volvió su mirada al joven que estaba a su lado: era quien había contestado, ¡aquel nerd era Josef!La chica arrugó su rostro y no dejaba de repararlo. El joven, bastante neutral, no le importó que ella lo mirara.—¿Josef? —preguntó Keidys al muchacho.—¿Sí? —inquirió él mientras cerraba sus ojos y se cruzaba de brazos. Recostaba su espalda al espaldar de la silla.—¿No me recuerdas?—Sí, claro que te recuerdo —respondió Josef bastante tranquilo.Keidys sintió que su corazón empezó a latir con fuerza y apretó su mandíbula.Aquel feo nerd seguía siendo arrogante, lo empezaba a odiar cada vez más.—Eres la hermana de Santiago, ¿no?—Sí, es mi hermano mayor —respondió Keidys, trataba de calmar su enojo, ¡¿cómo rayos conocía a su hermano?!—Así que entonces eres aquella niña, no estaba equivocado —soltó de la nada el chico y miró fijamente a Keidys.—¿De qué hablas?—La niña que me entregó la carta —contestó.Keidys sintió que las palabras de Josef fueron un golpe bajo, ¿lo decía as
—Lo que sucede contigo es que no sabes perdonar, Keidys, hasta que no lo hagas, nunca vas a poder ser feliz, —dijo Santiago con aquella voz tranquila que lo caracterizaba, él era mayor que Keidys por cuatro años—: Tienes todo lo que una chica a tu edad quiere, ¡deberías disfrutarlo!—Eso no es cierto. Claro que soy feliz, es solo que... —Keidys parpadeó dos veces—. No importa, espero que Josef no vuelva a pisar esta casa, no mientras yo esté.—Josef todo este tiempo ha preguntado por ti. Yo creo que ese chico te quiere bastante, deberías dejar ese rencor y hablar con él como personas civilizadas y maduras. —Santiago inspeccionó el rostro de su hermana—. Yo creo que tú todavía lo sigues queriendo; o de lo contrario no estarías tan al pendiente de su vida, te daría igual.—¡Eso no es cierto! Ya te volviste loco —refutó Keidys, se cruzaba de brazos y hacía un gesto de fastidio...Era sábado por la tarde, Keidys estaba en el cuarto de su hermano viendo los muchos libros que Santiago ten
Hace seis días atrás las cosas habían empezado a salirse de control para Keidys, se empezaba a arrepentir de haberse mudado e ingresado en aquel colegio.Todos, lo único que hacían era elogiarla por ser modelo, nadie la veía como alguien normal y eso le molestaba. Quería que ese año todo fuera diferente, el poder ser una chica ordinaria y tener amigos que la quisieran por su personalidad, aunque, para ser sinceros, era difícil sobrellevar el carácter de Keidys. Había tenido una discusión con su hermano porque ella le quitó los frenos a la bicicleta de Josef y el chico se había estrellado al volver a su casa después de una tarde de amigos que había tenido con Santiago.—¡Estás loca! —Le gritó su hermano—, ¡pudo haber muerto!Josef solo recibió un golpe en su brazo izquierdo y se había doblado el tobillo derecho al estrellarse con un carro al no poder frenar. Keidys quería que pagara por todo el sufrimiento que había recibido por su parte, pero su hermano tenía razón, pudo haberlo matad