Josef buscaba a su amigo, había escuchado que tuvo una pelea por una joven, al parecer se había enterado que le era infiel, al menos ese era el rumor que corría.
—Tomás siempre metiéndose en problemas por mujeres —refunfuñó Alejandra.
—Él nada que cambia, parece un niño pequeño peleando por todo —la voz de Josef se escuchaba muy triste.
Caminaban por un pasillo buscando a Tomás, aunque no lo encontraron. En aquel momento vieron a la joven que había estado involucrada en la pelea.
—¿Dónde está Tomás? —le preguntó Alejandra.
—¿Quién es Tomás? —inquirió Claudia.
—Es el que peleó —explicó Josef, estaba algo confundido al darse cuenta que la chica no conocía el nombre del chico.
—¿Ese patán? No t
—¿Qué te sucedió Tomás? Te estás comportando extraño —dijo Alejandra mientras sus mejillas se ruborizaban en gran manera.Él no respondió nada y lentamente se acercó para besarle, sus labios se entrelazaron lentamente y pronto aquel beso se volvió apasionado. Los brazos de Tomás apretujaron la cintura de Alejandra mientras ella se embriagaba con todos aquellos sentimientos revueltos.Una lágrima corrió por las mejillas de Alejandra ¿qué estaba haciendo? ¿Era tan mala como para serle infiel a Josef?—Eres la peor persona del mundo —le dijo a Tomás después que el beso se terminó, lo alejó de un empujón—, el mundo no gira a tu alrededor —salió del departamento mientras soltaba el llanto.¿Cómo miraría a Josef a la cara? Aunque en su memoria estaba imp
—¿Qué? —inquirió Josef mirando fijamente a Keidys.—Olvídalo. Me tengo que ir a mi casa —dijo Keidys. Caminó un poco y después Josef le siguió el paso.— No sé qué quisiste decir con eso, pero… —Josef rodó la mirada a la joven mientras apretaba con un poco de fuerza los cachos de su bicicleta— las cosas hubieran sido diferente si no fueras novia de Mateo.Keidys no supo a qué vino el comentario de Josef, la hizo sentir muy confundida, pero, su mente le enviaba pequeñas ideas de lo que quería decir el joven, aunque, decidió dejar esa conversación morir ahí. No deseaba complicar las cosas, ya estaban muy estropeadas..Alejandra estaba tirada en su cama llorando, Mateo se acostó a su lado y la acurrucó.—Lo dañé todo… —dec
Aquel lugar en ese momento estaba solitario. Es curioso, al momento en que necesitamos ayuda es cuando más solos estamos. Keidys se abalanzó a ellos para separarlos, sin embargo, Tomás accidentalmente le dio un golpe en la nariz de la muchacha e hizo que una gran cantidad de sangre empezara a salir de ella. Y fue cuando los muchachos se detuvieron.—¡Keidys! —gritó Josef. Ella se apartó y observó sus manos llenas de sangre.A la mañana siguiente estaba una foto de Keidys con el rostro lleno de sangre en primera plana de los periódicos y la gran pregunta ¿qué le sucedió a Keidys González?, no se dio esa respuesta a ninguno de los periodistas.—Lo único que sabemos fue que la foto se subió a las redes sociales donde se puede ver a dos jóvenes socorriendo a la muchacha, y suponemos que los chicos habían estado en una pelea ya que s
—¿Qué te hiciste? —preguntó Santiago.Josef desplegó una sonrisa de esas que mataban, Keidys sintió que su corazón latía con fuerza, era lo mismo que le había pasado con Mateo al principio, veía algo en él que le gustaba y su corazón quería salirse de su pecho. Tragó en seco y desvió la mirada.—Vaya, qué buen comienzo para la noche, te vez bastante guapo, Josef —soltó Alejandra llevando su mirada hasta lo infinito y más allá del cuerpo del joven.Así fue como los chicos llegaron a la fiesta, había mucha música que hacía retumbar las paredes, las luces no dejaban ver con claridad a las personas, pero solo bastó en la entrada para que muchas mujeres llevaran sus ojos a aquel joven que llevaba chaqueta de cuero.Mateo pudo observar que Keidys estaba extraña, trataba de
Keidys, siete años de edad.La pequeña niña apretaba con fuerza el regalo entre sus manos, frente a ella estaba Josef con una gran sonrisa.—Vamos Keidys, entrégale el regalo a Josef —ordenó la profesora entre una risita traviesa.Las mejillas regordetas de Keidys se ruborizaron en gran manera y estiró sus brazos mientras cerraba los ojos. Josef tomó la cajeta y después se dirigió hasta la niña y plantó un beso en su frente.—Gracias —susurró en su oído.Era costumbre para él ser cariñoso con todos. Su padre siempre se lo había enseñado y Keidys amaba aquella forma de ser.—¡Muy bien! —dijo la profesora empezando a aplaudir.Actualidad:"Cuando sea grande quiero casarme con Josef y vivir en una casa con un bello jardín, de
Alejandra se dio media vuelta y se marchó, Mateo empezaba a odiar a Claudia, había dañado todo.—Mira... Tomás ya ama a alguien, por eso mismo no quiere nada contigo, él es novio de mi prima —explicó Mateo.Claudia empezó a ruborizarse y sus ojos se aguaron en gran manera.—Lo siento por ti, pero esa es la verdad, así que mejor busca a otra persona ¿sí? —se levantó del puesto y se marchó en busca de Alejandra.La encontró sentada en una banca, estaba llorando y se veía muy lastimada.—Tranquila —le dijo mientras la abrazaba.—¿Por qué mi vida es así?, es tan difícil para mí el poder tener a alguien que me ame, es tan difícil que Tomás esté conmigo...Alejandra abrazó fuertemente a su primo.—Ay, Alejandra, tú
Era de noche, Alejandra estaba acostada en su cama, en el cuarto sonaba una canción triste y melancólica, de la nada, su celular sonó, con algo de pereza hizo un movimiento con su mano y lo alcanzó debajo de su almohada, era Tomás quien la llamaba.—¿Estás en tu casa? —preguntó el muchacho.Alejandra estuvo en silencio por un momento.—Sí, estaba a punto de dormir ¿necesitas algo?—¿Podrías venir un momento al apartamento?—¿A esta hora? ¿Para qué? —Alejandra se sentó en la cama cruzada de piernas.—Quiero verte —respondió Tomás.El corazón de Alejandra empezó a latir con fuerza ¿él quería verla? ¿Para qué?—Mis tíos están en la casa, no me dejarán ir y Mateo se enojará mucho, son las diez y media de la noche, Tomás —explicó Alejandra.Por un momento hubo silencio por medio de los dos. Pero, después, Alejandra se vio arreglándose para ver a Tomás, no le importó lo que dijeran sus tíos o lo que pensara su prim
Alejandra parpadeó dos veces y reaccionó al observar que ya no estaba sola.—Disculpa, no te había visto —dijo mientas terminaba de limpiar sus lágrimas.—No, no te disculpes, soy yo quien debería hacerlo. Es que te vi... y quise hablarte, aunque no sabía que necesitabas estar sola.—Ah… Bueno —soltó Alejandra un tanto fastidiada con el momento incómodo.Gabriel iba a hablar cuando sonó el celular de Alejandra, ella lo sacó de su bolso y vio en la pantalla algo que la alegró en gran manera, contestó y empezó a caminar lejos del muchacho.Gabriel se sintió absurdo en ese momento. Era la primera vez que le pasaba algo así, por cosas como esas es que no se le acercaba a extraños..Keidys estaba sentada en el piano mientras Josef la observaba de lejos, Mateo estaba concentrado ju