Josef le vio una gran bofetada a Sofía:
—¿Estás loca? —le preguntó en un gruñido. Comenzó a estremecerla— ¡Casi te matan!
Sofía soltó el llanto mientras se abrazaba a sí misma, el cuarto de estudio cayó en un silencio absoluto.
—Mi mamá casi le da algo cuando se enteró que te habías escapado. Mira como quedó Camilo, Alejandra estaba muriéndose de los nervios mientras lo buscaba por toda la ciudad. ¡¿En qué estaban pensando?! ¡Sabes que estamos en grave peligro ¿y se te ocurre hacer una de tus bobadas?!, ¡ahora hablan de nosotros en los noticieros! —Josef estaba muy furioso.
La nariz del joven comenzó a sangrar, eso asustó a la chica.
—Josef, cálmate —pidió su hermana.
—¡Lárgate! —gruñó e
Así fue como la policía supo un poco sobre los puntos donde se escondían más trabajadores del narcotraficante, les hicieron una emboscada y así comenzaron a caer poco a poco. Algunos hablaron, pero lo hacían al enterarse que sus compañeros también hablaban y les daban protección. Así dieron con los lugares donde el escurridizo se escondía, pero al tratar de capturarlo él ya no estaba allí. Las amenazas seguían para Josef, recibía llamadas, panfletos, hasta quemaron uno de sus autos. Era una gran guerra entre dos bandos. El ganador sería el que mejor moviera las fichas.—Ya no se encuentra en la ciudad, tiene pensado salir del país el martes, no debemos permitirlo, es ahora o nunca —le dijo el señor Sandoval a Josef.—No creo que se vaya a ir así, nada más, con todo lo que nos ha hecho hasta ahora, segurament
Josef y Tomás se abalanzaron a ella, comenzaron a forcejear y se escuchó un disparo, pero nadie salió herido, aunque, una puerta de cristal de una estantería se rompió haciendo que muchos pedazos de vidrio quedaran regados en el piso y Josef se cortó su brazo izquierdo.En aquel momento entraron los guardaespaldas, uno de ellos tenía un brazo bañado en sangre, en aquel momento se escuchó una explosión y los vecinos comenzaron a salir de sus apartamentos.—¡Quieta! —gritó uno de los guardaespaldas a la empleada de servicio.Josef le quitó la peluca y se dio cuenta que era un disfraz, así fue como engañaron a los guardaespaldas, era un hombre.—¡¿Qué rayos?! —soltó uno de los guardias al entrar al apartamento.La policía entró y revisó el lugar, el atacante que se encontraba ti
—Lo siento Gabriel —Santiago siguió su camino, no estaba de muy buen ánimo como para conversar.Gabriel sintió un nudo en la garganta, entró a la habitación donde tenían a Gera, se le acercó y después soltó el llanto:—Por favor, abre los ojos, hermanita, no me dejes, no quiero que te mueras, debes de ser fuerte; lucha por tu vida, no puedes dejarnos ahora —tapó su boca con sus manos, no quería seguir viendo a su hermana en ese estado.Salió de la habitación y comenzó a caminar sin rumbo fijo, después se recostó a una pared blanca y dejó caer su cuerpo lentamente mientras soltaba el llanto. Alejandra lo vio a lo lejos y corrió hasta él muy asustada:—¿Qué sucede? —se agachó hasta poder mirarlo directamente a los ojos.Gabriel la abrazó con fuerza:
—¡Ah… Coshita hermosa! —gritó Gera cuando le pusieron el bebé de Claudia entre sus brazos—. Y saber qué no pude verlo antes por estar en esta cama… Es muy hermoso el Cristian, va a ser todo un galán.—Si vieras, el parto fue todo un espectáculo, hasta le jaló el cabello a Tomás —contó Keidys.—¡¿En serio?! —soltó Gera.—Nena, es que estaba muy asustada, imagínate, mi primer hijo —contó Claudia.—Keidys, ahora viene el tuyo —soltó Gera.—¡Ya sé, al ver a Claudia así me dio un miedo! —dijo Keidys mientras su piel se erizaba.Todas hablaban emocionadas en el cuarto de Gera, parecía la misma, aunque tuviera todo su cuerpo maltratado, se recuperaba rápido y ella, con aquel entusiasmo que la caracterizaba, ponía de
—Yo también imaginé ese mundo paralelo y no era para nada feo —susurró Tomás mientras la abrazaba.—Gracias, es muy bonito saber eso —Alejandra lo abrazó con más fuerzas.Sintió que al decirle todo aquello que retuvo por años la hizo sentir más liviana, como si acabara de tachar algo más en la lista. En ese momento lo supo, debía de cerrar los siclos en su vida para comenzar uno nuevo, al comenzar por contarle sus pensamientos a Tomás se dio cuenta que algo placentero se produjo dentro de ella, algo así como tomar agua cuando se tiene una gran sed. El siguiente paso era hablar con sus padres.Tomás siguió su camino y llegó a un parque donde vio que Marisol tenía un tacón atorado en una pequeña rejilla del piso. Se acercó curioso y con algo de burla hasta la chica.—¿Es en serio? &m
—Si solo es una actuación, no me quiero imaginar cómo serás de novia de verdad —se burló Tomás.—Oye… Soy una persona normal, muy cariñosa con su pareja —replicó la muchacha.—¿Ah sí? ¿Igual como esa noche que estabas enferma?, tenías miedo de que te tocara.—Pero eso es porque, porque… Tú y yo no somos nada, así que no se vale —se excusó.—Claro, y fui tu primera vez y ahora soy el que te abraza —Tomás rodeó la cintura de Marisol y le dio un beso en el cuello.—Tomás, espera, ya… —pidió la muchacha.En aquel momento llegaron las amigas de Marisol a la mesa.—Ah… Hola chicas —saludó la joven.Las tres muchachas no dejaban de reparar a Tomás quien seguía abrazando a Marisol, despu
Tomás soltó una carcajada que acompañaron las amigas de Marisol. Ya no se encontraban en el restaurante, ahora estaban en una discoteca. Esas chicas la estaban pasando de maravilla con aquel joven, de hecho, Tomás llamó a algunos amigos de él para que los acompañaran y ahora nadie quería irse del lugar, bueno, Marisol sí quería hacerlo. “Se supone que esto apenas era una pequeña cita” pensó la muchacha mientras vía a Tomás tomarse una cerveza mientras hablaba con una de sus amigas.—Vamos a bailar —pidió Tomás a Marisol con una sonrisa desplegada.—No, mejor me voy, estoy cansada —dijo Marisol.—Ay, no seas aburrida, la estamos pasando genial. Ven, vamos —la tomó de una mano y la arrastró hasta la pista de baile—. No te estreses, todo está saliendo bien ¿no?&mdash
—No quiero vivir más en ese apartamento, casi maté a alguien allí, quiero mudarme a otro lado. Hoy tuve una maldita pesadilla y me desperté muy temprano, no hago eso cuando la noche anterior estuve de fiesta. Mira las ojeras que tengo, me muero del sueño —le dijo Tomás a Josef. Su amigo dejó salir un suspiro.—¿Tenías que decirme eso en mi día de descanso? No voy a ponerme a buscar un apartamento contigo hoy, domingo, ¡es un maldito domingo!, quería dormir hasta tarde, me despertaste Tomás —renegó Josef, seguía en pijama, se acomodó en el mueble subiendo sus piernas para así poder cruzarlas.—Porque es por tu culpa que el apartamento de mis sueños ya no me gusta, no quiero estar ahí, solo, es horrible. Dame posada en tu casa hasta que consiga un nuevo lugar. Sabes lo exigente que soy con el tema de los apartam