Lamento hacerles esperar tanto, pero hay cosas que no están en mi control. Pero aquí tienen el capítulo prometido. ¿Teorías de lo que viene? Leo sus comentarios.
Las notas del piano resonaban en los oìdos de Harper, cuál pieza que dulcificaba el entorno, mientras tres niños corrían de un lugar a otro, entre gritos y quejas. Noelle los reprendía con severidad, Clifford se acercaba a quiénes quería, mientras Edison soltaba las teclas para verla. Ahora, esa casa estaba con mantas blancas cubriendo los muebles, dejando el silencio absoluto que calaba hasta los huesos. Todo había cambiado. Ya no habían flores frescas, ni aromas a comida deliciosa en la cocina, menos ventanas abiertas en la casa de los Visconde. Su antiguo dormitorio daba la idea de haber sido abandonado por una adolescente que no tenía gusto por una sola cosa. Aún podía recordar a la Harper de ese momento. Frente a la ventana, deseando poder escapar del destino que le esperaba. Aunque todo el deseo por hacerlo no daría frutos, toda su vida estaba planeada por otros, todos sus pasos tenían dueños y cada respiro lo daría contra su voluntad. Encontró el pequeño trofeo que ganó y
La palabra "caos" no hacía justicia a la situación que se vivía entre las posesiones de uno de los clanes portugueses más influyentes del país.Estaban buscando al líder de la organización, a quien no habían logrado localizar tras tres días de exhaustivas búsquedas. Una cosa estaba clara: no se encontraba en ninguno de los lugares que solía frecuentar. La inusual desaparición del líder generaba una inestabilidad peligrosa para el clan.Las pérdidas económicas serían exorbitantes si no lograban encontrarlo, vivo o muerto. La ausencia del líder en cualquier clan siempre despertaba el interés de sus enemigos. En un estado de emergencia, la situación se agravaba aún más; la inestabilidad haría que todas las posesiones del clan fueran llevadas a territorio controlado, ya que sus enemigos no dudarían en aprovechar la oportunidad para reclamar bienes y territorios. El botín perdido de los portugueses sería la ganancia de otros, y siempre había quienes codiciaban una u otra cosa.Harper sentí
En cuánto amaneció, Harper debía acompañar a Alaric y Noelle, ya que Delphine había vuelto un poco más tarde y según Obed, tenía otras cosas para resolver con sus propios padres. Los marqués iban a visitarlos y la obligación de su esposa era estar ahí para recibirlos. Esperar no era tan agradable y ver a médicos pasar sin ser a quiénes esperaban, solo los tenían a la expectativa a los dos hijos de Noelle que seguían en silencio. Aunque en esta ocasión, ya sentían tanta incomodidad cómo la vez anterior. —Pueden pasar —la puerta se abrió dejando ver a Gálata. Noelle estaba leyendo los resultados y ellos tuvieron que entrar. Harper tenía sus dilemas propios, aunque saber lo que tenía Noelle también era prioridad. Al menos eso le quedaría como satisfacción. Haberle devuelto un poco de lo que ella hizo todos esos años. —Los análisis muestran un alto nivel de proteínas anormales en la sangre —dijo Gálata con seriedad. Alaric presionó el hombro de su madre con suavidad, Harper mantuvo s
—No puedes estar en las calles por mucho tiempo— la fatalidad de su presencia llegaba con la responsabilidad sobre ella. —Hoy pueden ser polacos, mañana holandeses o Siberianos.Mateo subió después de ella al vehículo. —Alguien raptó o algo a Lorcan— alegó Harper al verlo recibir las identificaciones. —Y ahora no sé qué me conviene más. —Por ahora estar fuera del ojo público— cerró las ventanillas. —Apégate al sistema de seguridad, y hagas lo que hagas, no hables con nadie, por muy confiables que sean, ninguno debe saber dónde te encuentras. —¿No iré al apartamento?—Ese lugar es conocido y mi casa es muy obvio, no la quiero estropear con sangre de gente de mierd@ —dio una nueva dirección y al escuchar supo que era el lugar donde alguna vez se quedaron. —Los ensayos…—No los necesitas, en forma estás y todos están descansando— el auto no tardó en estar en movimiento. Contaba con la facilidad de conocer la ciudad cómo el lugar que había visto desde su niñez, por lo que sabía cuále
Mateo se vistió rápidamente y tomó el desayuno junto a Beagle y Marek, el último insistió en que podía seguir con su trabajo. Sentarse a esperar a que el resto hiciera el trabajo no estaba en los planes de nadie, los Demons no hacían eso, hasta donde se les había inculcado cuándo se unieron a ellos. Incluso los hijos de los antiguos Demons lo sabían y aún no entraban de lleno. —Puedo conducir aún— indicó Marek levantándose de la mesa. —Por eso irás conmigo— demandó Mateo dejando la mitad de su plato para comenzar su trabajo casi por horas del mediodía. Con meses trabajando con él, Beagle era quién estaba acostumbrado a su forma de trabajar, por lo que cuándo Marek indagó sobre quién iría con la pelirroja, él ya tenía la respuesta. —Me haré cargo de la seguridad de la señora esta vez— se adelantó Beagle con la taza de café que se llevó a los labios. Mientras Mateo dejaba claro que debían marcharse en ese instante. Un descuido en Aegis representaba tener atrasos que no se podía
—Esos maldit0s ladrones— farfulló Milkar viendo lo que les llevó horas crear en manos de la castaña que se mostraba victoriosa ante el público. Su risa dejaba claro que lo hizo a propósito y sabía que sí veían esa misma rutina, por muy dueños que fueran de ella, se vería mal, antes de las aclaraciones. Que por supuesto, no podrían hacer tan rápido. Fannie estaba que explotaba, Grettel presionó su puntero retráctil, mientras su colega le hacía una señal para que lo siguiera. Ambos abandonaron el sitio, en tanto Mateo acariciaba la cabeza de Horus, viendo al albanés presente, aunque con la cabeza en alguien del público. No había que adivinar en quién, quedaba más que claro para él. —No me equivoqué al elegirla— comentó Wyatt Finneghan al ver a su novia en el escenario. —Sólo se supera cada día. Tiene una mente muy creativa para lograr eso. —Creo que elegí muy bien, hermano— apoyó Úrsula viendo a Amnón servirse un poco de vino. —Prometo no jactarme tanto ante tí. —Las vic
Gerfried dejaba su esfuerzo en el escenario, entre giros impresionantes con descensos que lo hacían ver livianos. Mientras tanto, en el clan Bohemond, cientos de balas se lanzaban al aire para dar por sentada la muerte de su líder actual. Yara mantenía su rostro abajo, viéndose sola frente al féretro de su padre. Siendo las tres de la madrugada el luto del clan comenzaba. En cuánto Gerfried culminó con su presentación, Phiama salió a la suya. Dejando claro que su meta esa noche era salir de ese sitio con su trofeo. La agilidad y la seguridad con la que se movía en el escenario no dejaba dudas de que cada entrenamiento había rendido frutos. Entre pirouettes hipnotizaba al público que la veía, impresionado. Un rosa delicado la cubría, con un vestuario que la hacía destacar, mostrándola como un ser lleno de ternura, bondad y dulzura. Sus gestos, la mímica y cada pincelada de maquillaje en su rostro resaltaba eso, en la interpretación de la bella doncella que en sus puntas giraba, ob
A medida que abandonaba el escenario, Harper sintió esa felicidad que no se podría apagar con nada. Era una llama ardiente en su interior, una sensación de triunfo y realización que jamás había experimentado. Sentía como si por fin hubiera encontrado la fuente de energía inagotable, el cuál era hacer lo que quería y lo que deseaba era poder… —Lo hice— le dijo a Winifred cuándo la vio de frente. —Por supuesto que lo lograste, mi niña— el trofeo era lo de menos para su nana, verla tan emocionada fue justo lo que quiso ver siempre y al fin lo presenciaba. La abrazó cómo si fuera la bebé que corría por toda la casa, mientras Harper soltó sus lágrimas, viendo a Noelle observándola desde atrás de su nana. Se veía tan diferente, finalmente tenía el gesto que esperaba desde su niñez. —Sé que no es tan… Noelle se abalanzó hacia ella, rodeando la cabeza que dejó que se posara en su hombro, mientras limpiaba una lágrima que descendió de su mejilla. —Tal vez nunca lo haya dicho y quizás