Después de haber ido a pasear y disfrutar de aquella tarde, que pareció que en segundo comenzó a lloviznar, a lo que prefirieron volver al hotel, al ser que Alexander y Olivia vienen comiendo de sus papas fritas de rodajas con salsa y cátsup, mientras van en el ascensor.—¿Qué pasa? —le pregunta Alejandro.—Nada, solo miraba la hora porque vengo cansada.Llegan a su piso y es como se dirigen a su habitación, corre a costarse a la cama Alexander con todo y su bolsita de papas fritas, que sigue comiendo.—No comas las papas acostado a la cama, que te vas ahogar. —dice Alejandro.Olivia había entrado al baño por un momento y salido, enseguida quien entro fue Alejandro, Olivia se encontraba sacando el pijama de Alexander, como también el de ella de la maleta, ya se había terminado las papas.—Ya no quieres.Alexander negó al entregar la bolsita de papas que quedaban, que Olivia noto algo remojadas, al solo mover la cabeza.—Veré si se las come Alejandro.—Ese pijama no mamá.Olivia mira e
Se toman fotos por el celular disfrutando de la exhibición, los niños corren con sus diferentes globos riendo, pasaron casi toda la tarde con Pablo y su familia.—Tenemos planeado irnos el domingo muy temprano. —dice Olivia.Se encuentran comiendo en un restaurante del centro.—Dale mis saludos a tu mamá. —dice Pablo.—Claro.Continuaban comiendo, mientras ya estaban en el postre al ser una rica rebanada de pastel de chocolate, que disfrutan cuatro de ellos, mientras Olivia un flan igual que Pablo, terminando con una rebanada de limón Eunice.Después de haber pagado e irse del restaurante, se encontraban caminando, ellas platicaban sobre los niños.—Pedro esta por pasar a cuarto año.—Igual Alexander.—En cambio, Pablo esta por pasar a tercer año. —dice Eunice al mencionar a su hijo menor.—Oye, pero se parecen los dos mucho a Pablo.—Bueno si, pero nos dicen los padres de Pablo que Pedro se parece a su abuelo, y Pablo a su papá.—Luego pasa.—Sí yo veo que Alexander igual tiene parec
Volvían a casa, se encontraban todavía en el autobús mientras Olivia está sentada con Alexander, quien está dormido, mientras Alejandro se encuentra en el asiento de atrás también dormido.Olivia se encuentra despierta, al ser que no suele dormir mucho cuando viaja, casi se mantiene escuchando música o mira la película que muestra en la pequeña televisión.Se detiene el autobús significando que han llegado, ya había despertado a Alexander y Alejandro bajaba las maletas, de ahí solo salieron tomando un taxi, llegando a la casa de Olivia donde los recibe Tobi.—¿Qué quieres Alexander? —pregunta Alejandro.Dándose cuenta, que su hijo sale y entra a la cocina varias veces.—Busco las galletas que mamá guardo, y no las encuentro y voy a preguntarle.—No espera, vamos, te ayudo a buscar.Alexander asiente y es como ambos van a buscar, porque no quería que fuera a despertar a Olivia, que se encuentra dormida en la cama descansando del viaje.Se encuentran buscando algún bote, caja o lo que s
Se encontraban aun los amigos de Olivia en su casa, ninguno de los dos llamo a Inés, menos a Kevin que Alejandro tuvo el gusto de conocer a él como a su novia Elena, que se preguntaba, “¿Cómo es que creyó aquel día que fuera Olivia?”Alejandro entendía que ambas tienen algunas similitudes, que al final comprendían que podían diferenciarse.—Inés entonces, como sabían que nosotros ya estábamos en casa. —le dice Olivia.Las dos se encontraban hablando en la cocina, mientras preparaban algunos bocadillos.—Bueno Oli, la verdad no sabíamos que habían llegado, también fue una sorpresa para nosotros.—Si lo note.—La cosa es que me llamo Susana que, si podía venir a ver a Tobi, tal vez a ella se le olvido que hoy habían regresado.—Si debió ser eso, porque la verdad ya no le hable que ya habíamos llegado, por eso creí que ya lo sabía, por lo que no vino temprano a darle de comer al perro, y luego veo que llegan ustedes.—Sí y es que me quede de ver con Kevin y Elena, porque estamos planeand
Se encontraban en casa de tía Carolina, ella recibió con mucho gusto a Olivia y a Alexander, siendo que estaba por llegar el día de muertos.—Si él está trabajando, espero pueda llegar. —dice Olivia.Después de preguntar su tía por Alejandro, estas semanas han estado visitado a la abuela, no ha venido Alejandro porque ha estado ocupado en el restaurante.—Sí, ya sabes lo mucho que le gusta ser chef y trabajar en ese restaurante tan famoso.—Cierto tía.Ellas hablan sobre eso, al ser que estos días ambos no se han visto mucho, porque siempre se encuentra ocupado Alejandro con la casa que ya vendió, cosas del trabajo y más que nada el trabajo, al ser que la boda se ha atrasado, no han podido hablar de nuevo sobre eso.Alexander se encontraba jugando con Karina.—Entonces, va a venir Héctor. —dice OliviaCarolina le comentaba sobre él.—Si llegara hoy, no debe tardar en llegar ya que Enrique fue por él en el auto.—Qué bueno, estaremos aquí todos.—Si igual pensamos de ir a Leima el próx
—Es lo que te digo Susana, viví parte de mi infancia en esa casa y, ahora con la muerte de mis padres, eso es parte de lo que me han dejado.—Si lo sé Olivia y, ¿Qué es lo que harás? —pregunta Susana.Olivia es una joven de ojos verdes olivo y posee una gran facilidad de expresión, vive en la ciudad Mélica, sentada frente a su laptop hablando con su mejor amiga a través de un vídeo chat. Hace algunos días en el hospital Dolores, la llamaron por teléfono informando que sus padres tuvieron un accidente viajando por autobús.Se presentó en la sala de emergencias, acompañada de su mejor amiga Susana, una joven castaña, alta, simpática, al ver a las dos cualquier persona creería que ambas son hermanas, Olivia es hija única.—Su padre a muerto y su madre esta grave.Aún recuerda las palabras del doctor Pedro Guzmán.Después de escuchar esas palabras, no tardo mucho al anunciar que su madre había fallecido, también que causo en Olivia un golpe, al sentir por primera vez la dura realidad, per
Se encontraban dentro de la casa, ya se había presentado, estaban en la sala de estar, la joven ve aquel interior de la casa, todos los muebles están cubiertos de tela blanca, algo que le extraña ver y que el señor alto, algo gordo, moreno y de cabello negro ve la expresión de la chica y dice: —Su madre fue quien ordeno cubrir los muebles.Ella continúa mirando y asiente solamente, sin decir nada, comprendía y no le sorprendía para nada.—Gracias señor Rolando, mis padres lo estimaban mucho.—Y nosotros a ellos señorita, se parece usted a ellos.—Gracias, como veo todo se encuentra bien.—Claro que si señorita.—Solo dime Olivia.—Señorita Olivia, desde que ustedes dejaron la casa y su padre me ordeno cuidarla, desde su ausencia la casa se ha mantenido en perfectas condiciones, y lo mucho que le tengo estima a su padre, estoy a sus órdenes.—Muchas gracias Rolando, seré franca con usted, no tengo decidido aún que quiero hacer con la casa, pero me quedare solo por esta semana.Continu
Se quita uno de los guantes que trae puesto y es como ambos se estrechan las manos, ver a esa preciosa pelirroja que aún no cree que sea ella, pero que el señor Rolando afirmo respondiendo unas sencillas preguntas que hace un vecino, cuando le extraña ver movimiento en la casa vecina y ahora tenerla de frente, en pijama.—Me llamo Olivia.—Alejandro.—Un gusto, tienes mucho tiempo viviendo en Leima.—Desde niño y ¿Tú? Olivia.—Estoy de visita.Continuaban hablando un poco sobre Leima y sus lugares para conocer.—Alejandro, ya me voy, regreso al rato.—Miguel ven a saludar a nuestra vecina Olivia.Es como ella ve al chico de antejos que vio ayer desde la ventana, sí que estaba alto, de ojos oscuros, cabello marrón rebelde, enseguida saludo a Olivia.—Hola Olivia soy Miguel.—Hola Miguel.Ver a los dos ahí juntos, no evito que ella preguntara:—Son ¿Hermanos?—No, somos amigos Olivia, debo irme no quiero llegar tarde a la universidad, es un gusto, nos vemos. —dice Miguel al irse.—No er