Con el aroma que su nariz percibía su boca se hacía agua sin saberlo él esa era su comida favorita.
—Hola Alejandro tenía tiempo tocando a la puerta.
—No.
Ella solo mueve la cabeza.
—Pero anda te lo decía porque he estado en el sótano veo que traes algo.
—Si es espagueti con albóndigas espero te gusta.
—Gracias siento que me encuentres en mi ropa deportiva es que en la mañana salí a correr volví y solo he estado en el sótano es bueno que hayas venido puedes ayudarme en algo en especial.
—Si.
—Gracias bueno deja aquí el espagueti y sigue me ignora ver las sabanas que cubren todo fue mi madre era la que acostumbraba cubrir todo para mantenerlo porque es lo mismo en el sótano.
—Que quiere que haga.
—Ayer halle varias cajas cerradas y como vez esta es de fotografías que he intentado subir arriba, pero esta algo pesada puedes subirla.
—Claro.
Alejandro cargo la caja que ella había dicho decido ella que la dejara en la sala cerca del sofá.
—Gracias vamos a comer deja y traigo platos.
—No deja ayúdate.
—Bueno.
Los dos se encuentran en la cocina toman los platos y cubiertos y en vez de comer sobre la mesa lo hacen sentados al sofá con la mesa de centro sirviendo la pasta mientras platican y ríen un poco.
—Veo que la caja tiene fotografías.
—Eso espero Alejandro te contare lo que espero es encontrar fotos mías.
—No tienes fotos tuyas.
Mueve la cabeza.
—Las que conservo son muy pocas y espero que está caja las tenga. —dice Olivia al dar un pequeño golpe a la caja.
—Piensas quedarte.
—Algunos días más.
—¿Que harás con la casa?
Mira a Alejandro, pero antes que ella diga algo dice él.
—Perdón no debí preguntar.
—No te preocupes no es gran cosa porque aún no sé qué hacer con ella.
—Podrías rentarla a los estudiantes de la universidad.
—Buena idea tal vez he pensado en venderá o rentarla a una familia, aunque se me haría algo difícil.
—¿Por?
—No te lo había contado pero mis padres murieron hace algunos meses y de las cosas que me heredaron ellos es esta casa y como te digo a eso vine a averiguar todo de ellos y de mí y como vez lo he pensado mucho sobre lo que hare con esto porque si decido no venderla debo darle mantenimiento como mi padre lo hacía y no creo tener lo suficiente o el tiempo, pero dejemos de hablar de la casa en ¿Qué trabajas? Alejandro.
—Soy dueño del a tienda care.
—En serio entonces cuanto tienes viviendo aquí en Leima.
A lo que es prevé en su respuesta al solo decir:
—Bueno viví mi niñez aquí después fui a la ciudad donde estudié, pero decidí volver encargándome de la tienda de mis padres, pero dime tu en que trabajas.
Alejandro decidió no mencionar nada de su vida como chef Olivia sonrió al comer algo de la pasta.
—Bueno trabajo en una compañía en línea.
Mientras ella continúa hablando de ello suena de repente el móvil de Alejandro.
—Me disculpas.
—Si claro. —responde ella.
Mira quien lo llama al ver el número de Miguel y solo contesta mientras come Olivia y bebe del vaso de jugo en eso se levanta del sofá Alejandro ve que ella sube las escaleras.
—Vine a visitar a Olivia.
—Hasta que te animaste.
Continuaba Alejandro hablando por teléfono Olivia ya había vuelto ella escucha que él se despide colgando el teléfono.
—Hace mucho que vive Miguel contigo.
—No tiene mucho ambos nos conocimos en un trabajo y nos hicimos amigos después nos encontramos aquí en Leima por la universidad de aquí tiene la carrera que él está estudiando y como Miguel buscaba un lugar donde rentar.
—Y ambos viven en la misma casa ahora.
—Así es Olivia es un gran muchacho e inteligente y buen amigo.
—Hace un momento me dices que viviste tu niñez aquí en Leima entonces naciste aquí.
—No nací aquí en Leima soy del D.F.
—Entiendo y tu niñez aquí.
—Sí y me parece que tu igual. —dice Alejandro con precaución al ser que no sabe quiénes ahora ella.
—No mentiré si, aunque suene extraño no recuerdo mi niñez aun estando en esta casa.
Es algo que le extraña a Alejandro.
—¿Por qué? —pregunta.
—Mis padres rara vez me hablaban de Leima, aunque se el porqué.
Medio sonríe y él mueve la cabeza.
—A mi mamá le desagradaba vivir y aparte cuando era pequeña tuve un accidente que provoco bloquear ciertos recuerdos.
—¿Recuerdos?
—Si bueno tuve amnesia por algunos meses no fue tan grave podía hablar y caminar, pero fueron mis recuerdos los que se bloquearon.
—Debiste hacer nuevos.
—Si digamos partes de mis memorias de la infancia son las que no he recordado como amigos, comidas, travesuras etc que haces de niño fueron borradas.
—Aun visitas al doctor.
—La verdad después de recuperarme y darme de alta ya no, aunque tengo contacto con mi doctora.
Alejandro la quiere abrazar en ese momento, pero decide no hacerlo ni decir lo que él está pensando en este mismo momento.
—Qué bueno pues ya estás aquí espero halles lo que busca.
—Te será gracioso lo que te diré, pero esta casa mantiene mis secretos.
Mira la expresión de Alejandro algo que le causa reír a ella en eso voltea al ver el refractario donde tenía el espagueti que casi estaba acabada al solo quedar una cuarta parte reconociendo que realmente tenía hambre a lo que ella dice enseguida:
—Sé que encontrare al en las fotografías quieres más jugo perdón es que solo tengo jugo.
—No te preocupes, aunque si nos terminamos el espagueti.
En lo que ella toma los vasos para llevarlos a la cocina ella dice:
—Eso creo, pero debes saber que es una de mis comidas favoritas.
—No lo sabía. —miente Alejandro al decirlo.
—Pues gracias si tenía hambre. —le dice Olivia algo fuerte al venir de la cocina, pero escucha una voz masculina afuera.
—¿Pasa algo? —pregunta él.
—Es que escucho a alguien afuera.
Entonces él se levanta y ambos van hacia la ventana Alejandro sonríe al ser que sabe quién es.
—Es mi amigo Javier lo siento Olivia debo irme.
—No te preocupes.
—Gracias. —agradece, pero realmente quiere continuar platicando con ella.
—Anda ve después voy a dejarte tu refractario.
Antes de contestar decide decir:
—Porque no mañana vienes a cenar.
Ella piensa “en serio” pero lo único que dijo:
—Está bien si ¿Quieres que lleve algo?
—No, no te preocupes entonces te esperamos a las siete.
—Claro bien.
Los dos se despidieron en eso extrañamente para Olivia recibir aquel prevé abrazo que le da Alejandro que solo recibe y ella acepta al despedirse de él en eso mira por la ventana que saluda al hombre y solo se van ella ignora lo que paso hace un rato se mira y es como decide ir a bañarse después de dejar en el refri el espagueti.
—Pero siéntate Javier quieres agua. —ofrece él.
—Si por favor.
Alejandro le sirve un vaso de agua de tamarindo.
—Gracias.
—Bueno Javier para que soy bueno.
—Quiero invitarlo al bautizo de mi hijo.
—Si claro.
—Es el sábado la misa es a las siete y la comida a las tres lo esperamos.
—Gracias hay estaré.
Se quedaron hablando de trabajos y algunas cosas más mientras Olivia disfruta viendo una película animada sentada sobre la cama de la habitación cenando ha tenido algunas llamas con algunos amigos y con compañeros de trabajo y ahora disfrutando siendo que mañana después de trabajar se ocuparía de la caja de fotos.
—Bueno. —contesta Olivia al a ver escuchado la alarma de su reloj y sonando su móvil al reconocer la voz de la persona que se encuentra en la línea.
—¿Dónde estás?
Se encuentra acostada a la cama.
—Estoy en Leima ¿Qué necesitas Alondra?
Alondra una amiga de Coahuila que a veces venía a visitarla para quedarse unos días mientras trabaja de fotógrafa para ciertos museos.
—Perdón, pero entre a tu casa al ver que no estas pensé que algo te había pasado y solo tomé la llave que se encuentra bajo el jarrón del cactus.
—Si no te preocupes.
Olivia le comenta sobre sus padres y el por qué está en Leima al ser que se levantó de la cama encontrándose caminando por la habitación mirando su maleta eligiendo que ponerse.
—Siento lo de tus padres nena no te prometo, pero si tengo un espacio disponible voy a verte es que ahorita debo salir rápido debo ir al museo Enríquez.
—No te preocupes puedes quedarte en casa lo que tú quieras.
—Gracias nena.
Hablaron un poco más hasta que las dos se despidieron ella colgó al solo guardar su teléfono en su bolsillo mientras se prepara su cereal con leche al irse a sentarse a la mesa donde enciende su laptop después de terminar empezó a trabajar.
En cambio, Alejandro se encontraba ya en la tienda la mercancía había llegado la acomodaban en ese instante entre estantes y en la bodega desde que fue a ver a Olivia sus pensamientos y así mismo se encuentra confundido al aceptar y comprender las de las que ella le hablo.
—Alejandro estas bien.
El voltea hacia al escuchar a Tomas.
—Si estoy bien.
—Te preocupa algo porque te veo que estás pensando más de lo común.
El niega con la cabeza no podía decir nada a Tomas un muchacho que ha trabajado desde hace un tiempo en la tienda no le tiene la confianza en ciertas cosas, pero en algo tan personal prefiere esperar y decirlo a Enrique.
—Estoy bien gracias.
—Como está la señora Carolina.
—Bien, bien gracias.
Siguieron hablando mientras continuaban trabajando ya más tarde Alejandro volvió a casa encontrándose con Miguel que ya había vuelto de la universidad.
—Cómo te fue Miguel.
—Bien como siempre, pero cuéntame tu que fuiste ayer a ver a lo tu prima o quieres llamarla la vecina.
Entiende lo que hace Miguel.
—Pues la invite a cenar esta noche nos acompañara.
—Eso significa que te fue bien o muy bien. —dice al medio reír.
Alejandro le corto no todo, pero si un poco de algunas cosas.
—Tu sabías antes sobre aquel accidente.
—Nada nunca me lo dijo mi mamá.
—No crees que es por eso que te dijo que tuvieras cuidado.
No lo había pensado, aunque se dice “por eso debo tener cuidado en decirle que soy su primo” en eso dice Miguel.
—Ahora debes elegir.
—¿Elegir? —pregunta.
—Mentir o decir la verdad yo solo digo amigo tomare un baño.
—Si.
Miguel se fue mientras Alejandro se quedó ahora pensando en mentir o decir la verdad es como vuelve a pensar en la promesa y que finalmente puede ser real sin obstáculos.
Se encontraban alistándose los muchachos al ser que hace algunas horas llego Olivia y que ambos la hayan recibido en puerta viéndola con un vestido sencillo, casual con medias y botines.—Sé que dijiste que no trajera nada, pero les prepare un flan.—Olivia anda dámelo lo llevare a la cocina. —dijo Alejandro una vez que ella entro.Se encontraban platicando Miguel.—Entonces eres de Monterrey debo decir que no he tenido la oportunidad de ir haya.—Es una bonita ciudad a veces me acompaña Alejandro.—En serio que bien.Estaba sentados a la mesa mientras los dos servían y ella veía la suculenta y deliciosa cena.—Ustedes hicieron esto se ve delicioso.—Debes saber Olivia que Alejandro lo hizo y es un famoso y extraordinario chef.—¿Cómo? Alejandro eres dueño de la tienda y no solo eso un chef.—Y repostero. —agrega Miguel.—También.Miguel comenzó a contar parte de historia de su amigo entre que dejo a un lado un poco su trabajo como un famoso chef y repostero en un restaurante muy famo
Los dos iban caminando platicando, porque al comenzar a recordar esa parte de su niñez que curso en la primaria, venía con algo de abundancia, aquellas anécdotas divertidas con Chava.—Cierto, recuerdo eso.—Pero aun lo juegas.—No.Haberse encontrado con Chava fue algo muy bueno para ella, al hablar un poco del pasado al ser que él fue un gran amigo, aunque no hablo mucho, pero si mencionaba en ocasiones a su primo, quiso preguntar por él que algo venía a la mente de ella, al hacer una pregunta diferente.—¿Cuánto más te quedaras? —pregunta Chava.Ella realmente aun no lo decidía, porque no sabe qué decidir con la casa y aún le falta buscar más en el sótano.—La otra semana. —responde simplemente.—Debe ser difícil decidir qué hacer con esa casa, es tan grande y tiene historia, no.Olivia sonríe.—Si viví gran parte de mi infancia con mis padres en esa casa. —dijo Olivia haciendo pensar que tiene bonitos recuerdos de esa casa, que en realidad no es así, porque no lo recuerda como ell
Olivia se encuentra trabajando, tomando el chocolate que aún le quedaba, al ser que Alejandro la había visitado con algo de chocolate de agua, y los dos habían hablado un poco de todo.—Y has abierto la caja de fotografías.—Sí, no imaginas cuantos recuerdos vienen a mi espera. —dice ella al levantarse, siendo que se encuentran sentados cerca de la barra de la cocina.Olivia solo toma el primer bonche de fotografías que tiene cerca, y las lleva hasta la cocina y es como ambos comienzan a verlas, se da cuenta él que son pocas en las que sale él de niño, y que ella no ha comentado nada sobre eso.—Y esos son mis papás. —le dice Olivia, al señalarlos en la foto que mira Alejandro.Él asiente viendo en la foto que es en el cumpleaños de ella con el pastel con velitas, y sus padres a los lados de ella.—Sí, veo que de ambos tienes algo, pero tus ojos son como los de tu padre.—Si eso creo, como es tu papá Alejandro.—No lo sé Olivia, el murió y no pude conocerlo, aunque me dicen que me par
—Y Miguel. —dice David.Un amigo que llego hace algunas horas a casa de él.—Salió con amigos de la universidad, me parece que van a hacer una especie de pijamada. —contesta Alejandro.Los dos se encuentran mirando televisión en el sillón.—Entonces, que fuiste al bautizo del hijo de Javier.—Sí y no te vi. —dice Alejandro.Había sido el día anterior el bautizo donde el asistió, después de a ver mirado a Olivia por la ventana, y estar bien arreglado que fue uno de los motivos, por lo que no fue a la reunión de amigos de su vecina.—Oye, que tu prima Olivia volvió.Alejandro no hace mucho caso, y solo decide responder un:—Si.—La otra vez la vi, esta guapa.—A sí, no la he visto. —contesta mintiendo.—Qué mala suerte, y eso que son vecinos.—No he estado en casa mucho, y ahora que recuerdo debo ir a la tienda.—A esta hora.—Sí, debo checar algunas cosas, nos vamos. —dijo Alejandro al tener a la mano las llaves, y ya a ver apagado él la tv.David un hombre alto, fornido, de vaqueros y
Olivia niega después de oler un frasco que Alejandro le enseño, ambos se encuentran en la cocina de él, desde ayer él se quedó en casa de ella muy tarde, algo que para él era como en los viejos tiempos, y para ella algo agradable.Alejandro le había propuesto en no solo comer en su casa, sino también cenar, a lo que ella pensó antes de responderle y solo le dijo:—Bueno, comeríamos juntos después de que trabaje ¿Si?—Claro mi am… — en ese mismo instante cambia su dialogo. —Te parece que cenemos también.Ella solo asiente.—Si claro.Alejandro no dejaría pasar la oportunidad, y ahora se encuentran aún en la cocina, mientras Alejandro cocina lo último, para ya de ahí comer, al ser que la mesa esta lista.—Donde está tu baño. —dice Olivia.—Sube por las escaleras a la segunda puerta.—Ok ya vuelvo.Olivia subió las escaleras yendo al baño, donde no estuvo mucho tiempo, encontrándose lavando las manos y abrir el interior del espejo que tenía algunos medicamentos, pomadas, entre otras cosa
Están cenando, se disfrutaba estando solos y juntos, tenía Alejandro tantos recuerdos que contarle a ella que debían esperar, y fue preciso decir sobre aquella invitación que tenía planeado decir a Olivia.—Olivia, te gustaría ir conmigo a ver Leima.—¿Cuándo? —pregunta ella.—Bueno, como en unos días te vas, mañana salgamos eso de las siete a recorrer Leima.—Mañana bien, sí.—No te preocupes, yo me encargo sobre la comida y las cosas.—Ok.Terminaron de cenar, Olivia se quedó un rato más mientras miraban los dos una película, que estaban trasmitiendo en una de los canales.—Debo irme, ya es tarde. —le dice Olivia, después de ver su reloj.Alejandro se da cuenta que ya pasan de las 11 de la noche, a lo que va a dejarla a su casa.—Nos vemos mañana, y parece que todavía hará frio.—Si, por las mañanas hace frio y como saldremos temprano.—Estaré abrigada.Ambos se despiden, ella sí que tenía mucho sueño y llego a dormir hasta la cama de la habitación que era de sus padres, pero antes
De una forma extraña, la mujer de la fotografía le recuerda a una de sus tías, lo piensa con insistencia aferrándose a recordarlo de alguna forma, inusualmente pareciera que le es difícil, a lo que solo sonrió antes que hiciera preguntas Alejandro.Olivia se encontraba trabajando mientras comía un emparedado, no sabe cómo ese recuerdo viene a ella constantemente, más aún ahora que Alejandro y ella han estado muy cerca, aparte de esos besos apasionados, caricias estando juntos en la cama.Ellos no se han visto estas últimas veces, aunque Miguel ya regreso y en ocasiones come con ellos, y solo faltan algunos días para volver a casa, y no ha pensado en como quedara su relación con él.—Amor hola.—Hola Alejandro. —dice saludándolo al contestar al teléfono.—Estás ocupada.—No, acabo de salir de trabajar.—También yo, amor te parece bien comer juntos.—Sí, porque creo que llego Miguel.—No amor, solo tú y yo.—Ok.—Entonces llegó en quince minutos.—A mi casa. —dice algo sorprendida.Pero
Anoche fue divertido a ver estado en la feria, jugando varias veces en los diferentes juegos de canicas, tiro al blanco o pescando, esa misma noche, Olivia y Alejandro conocieron a Gabriela y a los amigos de Miguel.Pero esta mañana, ambos dormían muy a gusto, ella abrazada a él.Olivia se encuentra desnuda, lo mira desde que lo han hecho, el amor, se ha dado cuenta de su tatuaje que tiene en una parte de su torso, ella ha pasado los días más bonitos con él, no sabe que vendrá una vez que deba volver a casa, en eso se levanta tomando la camisa que está en el piso.Salió de la habitación para la cocina por un vaso de agua que se encuentra tomando, cuando escucha que suena su teléfono sonar, a lo que ella va directo a la mesa, donde su móvil se encuentra en la mesa junto a su laptop, se apresura a checar y ver que es un mensaje que dice:—Olivia conéctate al chat de inmediato.Al ver que el mensaje es de su amiga Susana, es como enseguida Olivia lo hace, en ese mismo momento esperado a