Esa hermosa confesión de amor hace emerger un par de lágrimas que ruedan por mis mejillas.Alexander consigue que mi alma se eleve hasta el cielo y se quede allí flotando. Solo sé que si voy a llorar por razones como esta, entonces quiero vivir toda mi vida con lágrimas en los ojos…Su siguiente paso es ponerse a mis espaldas para ensamblar la cadena alrededor de mi cuello.—Ahora estás perfecta —afirma regalándome un dulce beso en la mejilla.—No debiste ponérmela.—¿Por qué? —cuestiona mirándome con desconcierto.—Porque ahora tendrás que quitármela.Levanto mis brazos para agarrarlo del cuello al tiempo que me dejo caer sobre el mueble y él se cierne sobre mí.Mi boca se acerca a la suya y lo beso… Sus labios se separan para atrapar los míos, saboreándolos milímetro a milímetro en un baile lento y sensual que me lleva a otra dimensión…Tomo el borde de su camisa y empiezo a subirla lentamente, acariciando sus costillas y espalda en el proceso, mientras nuestras bocas se deleitan co
Eva se sujeta la cabeza y parece confundida, pero está consciente. Al parecer fue un simple mareo; sin embargo, le sugiero que vaya a la enfermería y ella se opone diciendo que ya se encuentra mejor. Se sienta tras el escritorio y continúa la clase como si nada hubiera pasado. La expresión de su rostro cambió y ahora parece estar en perfectas condiciones.Alex y yo nos miramos desconcertados y luego nos vamos a nuestros sitios.Cuando nos sentamos, Eva asiente con una sonrisa en dirección a mi novio, avisándole que puede comenzar:—En general, el dualismo sostiene la distinción real entre alma y cuerpo. El alma humana a veces es llamada espíritu, o es mencionada por sus potencias, como la razón o la inteligencia. Como lo más obvio es que nuestras ideas, juicios, intenciones no son algo corpóreo, tangible o visible, el dualismo forma parte del conocimiento común, al margen de las teorías filosóficas, y en cierto modo nadie puede prescindir de él. Las religiones suelen sostener igualmen
Llegamos a mi casa y soy la primera en bajarse del auto; Alexander no tiene llaves, así que camino hacia la puerta y la abro.—Adelántate, veré como está mi gallo.Ni siquiera lo miro y camino directo a saludar al señor Clock mientras él ingresa a la casa sin decir nada.Me acurruco frente a la casita de mi amado despertador y lo saludo acariciando las suaves plumas de su lomo.—Tu padre se irá de la casa —le digo sintiendo un nudo en la garganta—. Tienes que ser fuerte y no extrañarlo esta vez, él vendrá a visitarte de vez en cuando.Le doy un beso en la cabeza y sus ojitos se cierran de nuevo.Entro a la casa y mientras saludo a Panqueque, veo a Alexander en el cuarto haciendo la maleta.Voy hacia allá y sin que se dé cuenta, saco su ropa de la maleta y la meto en mi armario cada vez que él empaca una prenda nueva, pero se da cuenta demasiado rápido y arruga el entrecejo haciéndose el enojado.—Abril, ¿estás sacando mi ropa del maletín? —pregunta como si no lo sospechara.—No, para
AlexanderMiro a Abril en cuanto cuelgo la llamada con mi madre y todavía no puedo creer que ella me lo haya ocultado.Sin decirle nada, me levanto para irme, pero ella me detiene:—¿Por qué te vas?, ¿estás enojado conmigo?—¿Por qué me lo ocultaste Abril?—Le prometí a tu madre que no te lo diría, además me hacías callar cada que quería hablarte de tu padre.—Sí… ahora yo soy el culpable, ¿cierto? —Parece que tratara de decir algo, pero se queda callada—. No hay excusas para haberme ocultado algo así.—Sí —contesta y noto que su mentón tiembla levemente y sus preciosos ojos marrones se van poniendo vidriosos.No quiero que llore, no me gusta verla triste y menos por mi causa, pero es necesario que aprenda la lección.—A veces hacer lo correcto lastima a las personas, pero tienes que entender que más vale una verdad dolorosa que una dulce mentira que después de todo va a terminar saliendo a la luz. —Ella solo asiente y yo quisiera abrazarla, pero me abstengo—. Debo ir a hablar con mi
La rareza con la que me mira el portero del edificio en cuanto llegamos, me hace sospechar que es cómplice de alguna travesura de Alex.—¿Ya se fueron? —le pregunta Alexander.—Sí, señor, hace aproximadamente diez minutos, dejaron todo listo como usted lo pidió.—Perfecto, muchas gracias, Gabriel.—Con gusto, señor Allen.Alex me agarra con firmeza de la mano y me arrastra hasta el ascensor. Por la sonrisa en el perfil de su rostro no sé qué pensar. Me siento como Anastasia en "50 sombras de Grey"; presiento que me conduce a su cuarto rojo lleno de juguetes extraños, y la piel se me eriza cuando marca el número de su piso.«¡Rayos!, ya estoy pensando en sexo otra vez, espero que él no lo note.»Mis mejillas se incendian imaginando que él se puede abalanzar sobre mí en cualquier momento, y tengo que girar mi rostro a otra dirección porque si lo miro, seguramente se va a enterar de que estoy pensando en sexo.Las puertas del ascensor se abren y unos cuantos pasos más adelante, nos encon
Es 31 de octubre, y mis amigos, Alex y yo, vamos de camino a comprar nuestros disfraces para Halloween. Hoy habrá una fiesta en el instituto y un concurso en el que premiará a los mejores disfraces.Dicen que el premio son boletos para practicar paracaidismo. Desde pequeña siempre he soñado con hacerlo, así que mi misión el día de hoy es encontrar los mejores disfraces para que podamos ganar.Llegamos a la tienda de disfraces y está completamente llena; casi no hay espacio ni para caminar, debido al montón de gente que hay.Rachel y yo nos escabullimos hasta llegar al área de disfraces para parejas y empezamos a buscar algo que les quede bien a nuestros chicos y a nosotras, pero somos muy exigentes y no logramos encontrar algo que de verdad nos guste. Hay mucha variedad, pero todos son muy corrientes y queremos encontrar algo que sea original y exclusivo para que no haya personas en la fiesta que tal vez tengan los mismos.Mi mejor amiga revisa varias opciones, hasta que por fin encue
«Maldita sea»Nunca pensé que Samanta pudiera estar involucrada con un maestro, se ve como una chica tan inocente, callada y recatada que hace que me quede patidifusa al escuchar ese nombre.—El maestro Jack —repito en un susurro.—Sí, pero por favor no se lo cuentes a nadie, abril, la directora me despide si se llega a enterar y este trabajo es lo que me ayuda a sobrevivir; no gano muy bien, pero al menos tengo para lo necesario.—¿Te puedo preguntar desde cuando tienes un rollo con el maestro Jack?—Desde hace muy poco, recién empezó el semestre, él me pidió que buscara unos archivos en el antiguo despacho, fui y después él entró, se quedó observando cómo revisaba cada estante y mis manos empezaron a temblar. No me juzgues, él es un hombre muy guapo y simplemente me puse nerviosa, él lo notó y se acercó a mí, creo que se le subió la calentura; estaba tan cerca de mí que mis piernas flaquearon y entonces él me besó para después empezar a… ya sabes, tuvimos sexo.—Así que eras tú…—¿C
AlexanderEl día empieza para mí a las cinco en punto de la mañana. El señor Clock me acostumbró a despertarme todos los días a esta hora, a pesar de que dormí solo tres horas por estar preparando todo para esta tarde.La decisión que tomé es la más importante y especial de mi vida. Estoy completamente seguro de que es lo que más quiero.Me levanto con esfuerzo de la cama y sacudo mi cabeza tratando de ahuyentar el sueño. No hay tiempo que perder, será un día muy largo y emocionante; primero tengo que ir a elegir el anillo antes de que Abril me contacte para pedirme que pase por ella.Salgo del apartamento, hecho un manojo de nervios, y subo al quinto piso para buscar a mi hermana que se ofreció a ayudarme con eso.Toco el timbre de su apartamento y tres minutos después me abre la puerta, ya completamente arreglada, aunque eso es extraño en ella.—¿Estás listo? —pegunta sin ocultar su evidente emoción.—Estoy listo —contesto con una sonrisa, y ella grita arrojándose a mí para envolver