No puedo creer lo que mis oídos acaban de escuchar... Un zumbido inesperado retumba en mis tímpanos y dejo de oír sus voces; mi cabeza empieza a dar vueltas y comienzo a ver borroso. Todo gira ante mis ojos y tengo que sostenerme de la barandilla de las escaleras para no caerme, pero de pronto todo se vuelve negro y mi cuerpo cae como si fuera una pluma en el aire...Abro lentamente los ojos y una imagen borrosa aparece ante mí: una figura masculina que poco a poco va adquiriendo su forma y aclarando sus rasgos, es Alexander; su ceño está fruncido y parece que al verme despertar le ha vuelto el alma al cuerpo.Acaricia mi cara y pronuncia unas palabras que al principio no entiendo, pero un instante después, escucho claramente su pregunta cuando la repite:—¿Estás bien?, ¿cómo te sientes?Me doy cuenta de que él no es el único que está junto a mí; Rachel y Christopher están de pie a un lado de la cabecera, mi madre está sentada al otro lado sosteniendo mi mano, los maestros me miran an
Me quedo sola en el cuarto mirando la puerta, sintiendo como el nudo de mi garganta se va haciendo cada vez más grande impidiendo que pueda respirar con normalidad; me hago bolita en la cama y me aferro a la almohada enterrando mi cara en ella para que ahogue mi llanto. El padrastro de mi futuro esposo resultó ser mi padre y ahora no sé si eso pueda ser un problema para nosotros. Tengo miedo… tengo mucho miedo de cómo vaya a reaccionar Alexander cuando se entere; sin embargo, al mismo tiempo, lo único que quiero es verlo y que me dé un abrazo tan fuerte que una mis pedazos rotos como solo él sabe hacerlo. Él es el único que puede calmar el dolor que siento en mi pecho con su calor, su olor y sus besos dulces.Alguien toca la puerta y no respondo, no tengo voz ni aliento; estoy sumergida en un pozo profundo del que no puedo salir. Mis ojos están inundados y no puedo ver bien, solo escucho el clic de la puerta cuando se cierra y segundos después, la silueta de mi novio de cierne sobre
Alexander Estoy en el cuarto vistiéndome cuando de pronto recibo una llamada a mi celular de un número desconocido: —Aló. —Buenas tardes, hablo porque vi el afiche del gato blanco que usted rescató y estoy segura de que es el mío. —Mi día se acaba de arruinar—. Se llama "Copo" y se escapó hace más de una semana cuando viajábamos; se salió de nuestro auto en la carretera en cuanto nos detuvimos para comprar algo y desapareció, no pudimos encontrarlo. Es un gato completamente blanco, tiene ojos azules y una muesca en forma de luna en la oreja izquierda, en la foto no se ve eso, pero yo conozco muy bien a mi gato y estoy segura de que es el nuestro. Me quedo taciturno con el teléfono presionando mi oído. La descripción que ella está dando de "shiro" es la correcta; él tiene exactamente una pequeña muesca en forma de media luna en su oreja izquierda. Creí que su dueño no aparecería y esa noticia me causa una punzada dolorosa en el pecho. —Sí, disculpe, ¿con quién hablo? —¡Oh, sí, q
—¿Shiro? —Alex se queda estupefacto mirando por el espejo durante un instante, y luego abre la puerta del carro y sale rápidamente.No me percato de lo que ocurre hasta que escucho los maullidos conocidos y mi corazón golpea mi pecho con fuerza.La sonrisa que tiene Alex en el rostro mientras carga al gato y empieza a acariciarlo, lo dice todo. Él está feliz, incluso más que yo...—¡Shiro! —Me abalanzo hacia ellos y empiezo a acariciar al gato que no para de ronronear.—¿Qué haces aquí, amiguito? —cuestiona Alex.—¿Él vino desde tan lejos?, ¡no puedo creerlo!—Es un gato muy inteligente.—La distancia de la casa de Ana al hotel es más o menos corta en auto, pero a pie es un largo recorrido —deduzco asombrada—. ¿Ves?, te dije que los gatos tienen habilidades mágicas.Alex sonríe ampliamente sin dejar de acariciar a Shiro.—Vamos a darte de comer, debes tener hambre.—Voy por la comida —afirmo entusiasmada y corro a abrir el baúl del auto.Saco el paquete de croquetas para gato, junto c
«¡No puede ser cierto!»Mis manos tiemblan sosteniendo la maldita nota mientras sigo leyendo: “Si quieres volver a verlo, ve a esta dirección, ni se te ocurra contarle a tu amado Allen, o cuando lleguen aquí juntos, encontrarán un delicioso guisado de pollo para la cena”.Arrugo la nota, desatando mi desesperación en ella, pero vuelvo a alisarla de inmediato para revisar de nuevo la dirección. No estoy segura de dónde es, pero parece ser en un sitio muy desolado; sin embargo, no tengo otra opción, debo ir a rescatar a mi gallo…Entro al cuarto para cambiarme los zapatos por un par de tenis cómodos, y Panqueque, que estaba acostado en mi cama, se levanta meneando la colita al verme. Lo apachurro entre mis brazos despidiéndome de él y salgo de la casa.Cuanto quisiera que Alexander estuviera conmigo ahora… Con él me siento a salvo y protegida; mi chico es fuerte y valiente, siempre me ha salvado de todo, pero ahora no puede estar conmigo por el bien de nuestro gallo.Paro un taxi y le
AlexanderEsta mañana, mientras estaba desayunando, recibí una llamada de Mon-Ki; al parecer necesita ayuda con unos informes del instituto, ya que me dijo que es urgente y que eso nos tomará bastante tiempo. Si esa mujer no hubiera dejado de insinuarse conmigo, seguramente habría renunciado hace mucho tiempo, debido al montón de tareas que tengo ahora. No es que no me guste lo que hago, me encanta, pero me incomoda estar mucho tiempo cerca de ella; a veces creo que está tramando algo, quizás me quiere tender una trampa, por eso nunca bebo del café que me lleva a la oficina y soy muy cuidadoso con el trato que le doy.Estoy conduciendo hacia el instituto, que ahora es el sitio más cómodo para trabajar; antes lo hacía en mi apartamento, pero debido a que ella quiere que trabajemos en equipo, sin duda, prefiero ir todos los días hasta allá en lugar de permitir que pise aunque sea la portería del conjunto. Por mucho que Abril quiera convencerme de que la coreana ya cambió, prefiero segu
Según mi conciencia, hay dos razones por las cuales el hombre que amo dijo esa última frase. La primera: está completamente loco, la segunda: es demasiado valiente; sin embargo, una tercera opción llega un instante después a mi mente y resulta ser la correcta: Alexander es locamente valiente… El sujeto que nos tiene secuestradas hizo una pequeña pausa al escuchar su respuesta. Es obvio que no esperaba que Alex rechazara su propuesta; lo investigaron lo suficiente como para estar seguros de que él no arriesgaría la vida de la mujer que ama y la de su hermana, pero esto no les sirvió de nada. Los pocos segundos de duda y confusión que se toma el secuestrador que lleva el mando, son suficientes para que Alex desenfunde dos pistolas del interior de su chaqueta, apuntándoles a ambos. La vacilación de ellos y la seguridad de Alex es lo que nos salva… En ese mismo instante se escuchan dos estruendos. Alex acciona las dos armas al mismo tiempo, atinándole al líder en la frente y al otro e
No puedo explicar con palabras lo que siento... Solo sé que mi corazón empieza a deshacerse poco a poco mientras lo miro completamente anonadada, sintiendo que mi pulso se debilita; si no fuera por su mirada seria y su ceño fruncido, podría pensar que me está jugando una broma muy pesada; esa es mi única esperanza en este momento.—¿Estás bromeando? —cuestiono sin apartar mi mirada de sus ojos que me observan con desconcierto—. No hagas eso Alexander porque no es divertido.—¿Quién es usted? —repite, notándose enfadado—. ¿Por qué cree que le haría una broma pesada en el estado en el que me encuentro?, ¿me puede explicar por qué acaba de besarme?Mi respiración se vuelve pesada, y puedo ver por debajo de mis párpados, cómo mi pecho se mueve a gran velocidad.—Amor... —pronuncio débilmente, acercándome a él para tomar su mano—. ¡Soy yo, Alex!, ¡soy tu prometida!—¿Prometida? —cuestiona, soltando mi mano—. Lo siento, señorita, pero tal vez se está equivocando de paciente, yo no estoy com