Estaba solo en una habitación. Todo era limpio y luminoso. Me hallaba encerrado en una especie de celda, donde las paredes eran blancas y el colchón en el suelo ídem. Estaba completamente desnudo y de la nada aparece un tipo, tambien vestido completamente de blanco quien brillaba demasiado, por todas partes. Lentamente me iba aterrorizando con su mirada, demasiado celestial para mi gusto.
— Hola Mak —Decía el tipo —¿Y tu guitarra?
— ¿Quien eres? —Pregunté.
Recién en ese instante lo miré bien a la cara, puesto que el resplandor había desaparecido. Se parecía mucho a mí; ojos grandes pero flojos, cabello relativamente largo y bastante delgado. Todo en él tenía algo más de estética y sin embargo no era yo. Podría decirse que yo era una versión hecha mierda de él.
— Soy la idea que tú tienes de ti mismo, Mak. Ahora vengo a
— ¡Winner! — Oí muy de repente.Abrí los ojos. Sentía todo flojo en mí; pelo, uñas, pestañas. Lo primero que ví fue a Javo y a Mika, quienes tenían rostros de expectativa. Mika se puso contenta al verme despertar, mientras que Javo me daba palmadas en las rodillas.— ¡Levántate, winner! —Dijo con un tono de voz bastante oscuro.Estaba pegado en ese viaje que me pegué. Todo había sido tan real que me costó bastante volver en mí. Decidí beber algo de té que Mika me había llevado. Javo seguía golpeandóme.— ¡Déjalo, Javo! — Dijo Mika, alcanzandome una taza de café — Deja que despierte bien para que después hagan lo que tengan que hacer.Javo me quitó la taza violentamente de las manos. Luego la arrojó al suelo, bastante enojado. La loza se partió en mil pedazos, mientras el piso de m
Mientras me reducían vi a Mika fumarse un cigarro asomando la cabeza a la ventana y me proporcionó la impresión de que estaba llorando. Aquello no me fue indiferente y es más, una fría gota de algo raro recorrió mi corazón.— Muy bien, winner —Dijo Caks—. Javo nos dió la orden de torturarte, pero no va con nuestro estilo, al menos no por ahora. Tu muerte será castigo suficiente. Además que odio admitirlo, pero me caes muy bien.Caks pisó el acelerador, y mientras avanzábamos como que no me dieron ganas ni de responder ni de comentar nada. Sabía que lo que diría iba a ser usado inmediatamente en mi contra, más temprano que tarde.Marqué varias veces el número de Elect y no me respondía. Tampoco me contestaba por chat. Sus últimos minutos de conexión coincidían precisamente con el momento que le corté el teléfono abruptamente. Aquello me preocupaba enormement
Aún estábamos ahí en medio de la carretera. Los encapuchados que custodiaban el paso hacia el lugar dónde nos dirigíamos esperaban instrucciones o algo así, mientras pensaba en aquello que de un rato a otro y sin proponermelo estaba involucrado en una misión que pertenecía a las fuerzas revolucionarias. Solo esperaba con todas mis fuerzas que Elect estuviese bien y cuando el líder de los encapuchados me llamó me entregó más detalles que de eso que al menos yo no conocía, puesto que me dio a entender que la ubicaban. Mí Elect. Lo tenía todo planeado. No me importaba ser utilizado por ella en ese momento para esos fines.— Esto se ha dado de forma muy natural, hermano— Dijo el tipo, sin identificarse— Se dió la casualidad de que conocíamos al camarada Skandth. Y ahora se dió la casualidad de que cazamos a este tipo gracias a ti. ¿Te gustaría saber qué vamos a hacer con él?De pronto el tipo pasaba
Hicimos ingreso a una especie de centro cultural. Roniv saludó a medio mundo y me arrastró hasta una sala repleta de instrumentos musicales.— Elige lo que vas a ocupar mientras tanto —Dijo— Yo iré a explicarle a esta gente que estás vivo. Les diré lo que acordamos y no te preocupes por ningún asunto más. Ahora soy aliado tuyo, en agradecimiento a que no me has entregado.Algo me dio mala espina pero no dije nada.Ví un teclado de cinco octavas que me llamó la atención. Lo encendí y lo probé, haciendo arpegios en cámara lenta. Me gustó que fuese liviano y lo aparté de los demás. En eso llegan dos tipos, uno de esos era el idiota de Karzev.— ¿Es el?— Preguntó el otro tipo.— Así es, jefe.El tipo se acercó y me propinó un fuerte r
Íbamos en el auto. Roniv aún no decía nada respecto a lo que había decidido y a lo que estaba pasando, puesto que en esos momentos hablaba con otras gentes, en la misma lengua que utilizaban para comunicarse los encapuchados de colores amigos de Javo.Aquello era increíble, puesto que al mismo tiempo mi vida estaba altamente comprometida y eso parecía no importarle a nadie. En ese momento yo era supuestamente un integrante de la policía inteligente y me resultaba extraña esa situación de estar arrancando de ellos junto a una chica de la institución que no fuese Elect.En resumidas cuentas mi vida era la de un ser clandestino promedio, puesto que me podrían encarcelar en cualquier momento por traición a la patria o algo así.Tampoco habían servido de nada las gestiones tanto de Reno como de Skhandt, por lo tanto podría decirse que me hallab
Roniv seguía conduciendo por la carretera y tardé bastante en comprender que íbamos en dirección a las montañas. Había algo de música en el equipo y ahí estaba yo, sin saber si estaba confiando ciegamente en la vida o en la muerte.— Eres millonario, Mak. Eres el hombre más rico de esta maldita ciudad.— ¿De qué sirve eso si soy un prófugo? ¡Explícame! ¿De qué sirve?— ¿Acaso crees que eres el único que está prófugo?Aquello era cierto.— ¿Por qué estás haciendo esto? —Pregunté.— Había demasiada gente y me dio nervios.— ¿Pánico escénico?— No, estúpido. ¿Acaso no se te ocurrió pensar que podía morir un montón de gente inocente?
Capítulo 49Después de todo lo que había ocurrido ahí estaba, sentado en la hierba con Roniv, fumando y mirándonos sin podernos decir nada, puesto que algo había de verdadera tensión en el aire, tras al fin mirarnos a las caras en una instancia neutra, o sea de igual a igual, sin armas y sin los testigos desagradables de la policía inteligente.Pensé en Elect y de ahí hacia atrás. Había sido una semana bastante jodida en muchos aspectos.— Caks contrató a Javo para que lo integrase a la policía inteligente —Dijo Roniv, casi sin respirar—, a él y a algunas de sus amigas. Todas ellas son actrices porno al servicio del espionaje artificial.— ¿Y por qué Caks querr&i
El celular de Eren sonó inmediatamente una vez que terminó de leer la totalidad de aquellas paginas que habían sido enviadas por encomienda.Por breves instantes creyó que podía ser Mak quien llamaba en ese momento y se puso bastante nerviosa por aquello y por primera vez en su vida sentía que disfrutaba de aquella clase de nervios.Sin embargo era Charlotte, de quien se había olvidado por completo tras quedar absolutamente atrapada en las páginas que acababa de terminar de leer.— Amiga —Dijo ella, casi a la brevedad— ¿No habías quedado de llamarme dentro de una hora?— Lo siento — Respondió Eren, mirando una vez más las fotos de Mak con un dejo de extraña desesperanza— T