Por EdgardoIsamu Nakamura era el presidente de la empresa y siempre me apreció muchísimo, se alegró de conocer a mi familia, nos quedamos tres días más en ese país, como invitados de honor en su mansión, no pudimos declinar la invitación.Él es un hombre honorable y leal, hace gala de los valores que inculcan allí desde siempre.La cultura japonesa es ancestral, está orientada hacia el mundo moderno, los templos son imponentes y los samuráis también lo son, pero la tecnología que surge en ese país es verdaderamente asombrosa.Leandro estaba maravillado, porque había juguetes que eran verdaderas computadoras, compramos muchos artefactos electrónicos para nosotros y para nuestros parientes y amigos.Cada vez que iba, yo solía comprar algo, pero está vez, me entusiasmé, contagiado por mi hijo, que estaba maravillado al ver tanta tecnología en juguetes.Me encanta compartir tiempo y actividades con mi pequeñoPor las preguntas que hace y por los intereses que demuestra, posiblemente si
Por Evangelina.Está terminando el año y no puedo creer cómo cambiaron las cosas.Es que el año anterior había sido un desastre, la infidelidad de Edgardo me marcó y nuestras vidas eran caóticas, al menos yo sentía que cada día moría de dolor y de odio, sin comprender que había sucedido con el hombre maravilloso que por 13 años estuvo a mi lado de manera incondicional.No le pregunté nunca por ella y aunque Edgardo iba a la quinta prácticamente todos los días, nosotros, en un principio, apenas hablábamos y cuando todo parecía normal y charlabamos aparentemente sin rencores, no sabía que era de su vida íntima, no le hacía reproches pero sobre ese tema no hablábamos, no sabía que él la había dejado y aunque duró algunos meses esa relación, casi no se veían, todavía no entiendo bien qué pasó por la cabeza de Edgardo en ese momento.Cuando apareció Sergio en nuestras vidas, ya casi estábamos solucionando los problemas en nuestro matrimonio.A veces pienso que si hubiera aparecido en los m
Por Evangelina.En la mesa principal estábamos nosotros y sus padrinos con sus parejas e hijos, luego fue más fácil decidir otros temas.En la mesa de los adolescentes, había una silla rosa con dos parecidas a cada lado, una era para la homenajeada y otra para Nahiara, la otra para una de las chicas de su grupo que también era bastante amiga de ella.Mi hija estaba preciosa, su vestido era hermoso y el color del cabello le quedaba espectacular, realmente hacía juego con el vestido.Al recorrer las mesas para sacarse fotos con todas las personas, todos en nuestra mesa estuvieron pendientes cuando Candela se acercó a la mesa de Sergio, mi hermano no entendía porqué lo habíamos invitado, él no estaba para nada de acuerdo.Con Edgardo sabíamos que ellos no eran importantes para Candela, aunque suponíamos que el abuelo le inspiraba cierto cariño y realmente lo hicimos por nuestra hija.Cuando bailaron el vals, primero lo hizo con Edgardo, él estaba emocionado y se notaba que la adoraba.Lu
Por EvangelinaEstábamos en el colegio, en una reunión con todos los padres de los niños que comenzaban primer grado.En general somos las madres las que vamos a ese tipo de reuniones, al menos dentro del colegio, porque esta institución, muchas veces nos citaban en el campo de deportes del colegio, los días domingo, para que participe toda la familia.A veces eso es engorroso, sobre todo cuando los padres tenemos que trabajar en esos días, yo misma hice mil veces malabares cuando organizaban ese tipo de encuentros para el grado de Candela, mi hija mayor.Nos vamos presentando los padres, muchos venimos de compartir el sector de jardín de infantes, por lo que nos conocemos bastante.Hay quienes comienzan en primer grado porque vienen de otras instituciones.-Buenas tardes, soy nueva en el colegio, me llamo Jimena y soy la mamá de Alejandro.Dijo una chica muy simpática.Le dimos la bienvenida.-Hola soy Evangelina, me dicen Evi y soy la mamá de Leandro.Dije yo.-Hola soy Ingrid, la m
Por EvangelinaLlegó por fin el viernes y cuando me acerqué al sector en donde solía estar Sergio con sus amigos, no lo vi.-Fue al baño.Me dijo Fabián, uno de los chicos del grupo.Estuve dando vueltas cerca del grupo y como tardaba decidí ir al baño de damas, no sabía porqué, pero tenía ganas a cada rato de hacer pis, creo que era psicológico, solo quería fijarme si por obra y gracia del señor, me había indispuesto.Volví del baño y no vi a Sergio, tampoco veía a Ingrid, me pareció que había ido hacia el lado de los reservados con su novio.Me dirijo hacia allá y cuando la veo en uno de los sillones, los que estaban a la vista, no los que solían usarse cuando tenías relaciones, esos estaban atrás, donde apenas llegaba la luz y había más espacio entre sillón y sillón, mi mirada se desvió hacía ese lugar…No estaba segura, pero me pareció que allí estaba Sergio, besándose o teniendo relaciones con otra chica.Mi corazón latía a mil…Me acerqué hasta esa pareja, rogando equivocarme.I
Por Evangelina.-Hola Evi.Me dice dándome un beso en la coronilla.-Hola Edgardo ¿Cómo estás?Porque sí, mi ex marido terminó siendo el amigo de mi hermano, ese que me comía con los ojos cuando era adolescente.En esa época yo estaba mal, faltaban casi dos meses para que yo terminara el colegio secundario cuando me enteré que estaba embarazada.Recuerdo que no podía más con mi alma, sufría porque sabía que cuándo se enterasen mis padres, me iban a colgar del poste más alto que encontrasen.Pensaba que me esperaban tiempos muy duros.Pasaron unas pocas semanas y yo pude guardar hasta ese momento mi secreto.Mi hermano Darío se recibió en esos días, sus amigos también lo hicieron.Todo era felicidad en mi casa y yo me sentía culpable, porque sabía que en cualquier momento arruinaba toda la armonía que existía, no solo eso, todo iba a ser un caos.No tenía esperanza que Sergio, el padre de mi bebé se hiciera cargo, es que esa noche, la que le di el cachetazo en la discoteca, lo volví a
Por EvangelinaMi mamá me acompañó al médico, cuándo volvimos, mi hermano Hugo me preguntó si lo pensaba tener.No se me había ocurrido sacarme la criatura.Mi mamá lo miró espantada.Mi padre quiso saber mi respuesta.Tenía razón, mi casa era un caos y lo era por mi culpa.Pasaron unos cuantos días y el ánimo de todos estaba por el piso.Pasó navidad y mi madre en el arbolito de navidad puso una batita de recién nacido para mí.Yo la abracé llorando.Fuimos unos días a una playa, lo hicimos mis padres y yo, mis hermanos se van de vacaciones por su cuenta, con sus amigos.Al volver estaban todos un poco más tranquilos.Yo estaba tomando sol, mi panza aun no salía aunque tenía casi cuatro meses de embarazo.Llegan Darío y sus dos amigos.Se sientan cerca mío, pero en un momento mi hermano y Franco van adentro a buscar algo para tomar.-¿Cómo estás?-Supongo que bien.-¿No lo volviste a ver?-¿Al papá del bebé? No, ni quiero.-¿Pensás criarlo sola?-¿Tengo otra opción?-Opciones siempre
Por Evangelina-Si no estás segura no hacemos nada, de verdad quiero hablar con vos y si surge algo…que no estemos pendientes de que alguien nos pueda interrumpir.Me pareció lógico.Hablamos un rato, estábamos sentados en un sillón que había en la habitación del hotel.-¿Lo pensaste?-Sí…tengo miedo, pero…creo que…sí…-Nena…Me dijo, acercándose a mí, mientras que sus manos me acariciaban las piernas, sin subir por debajo de mi falda.Hacía todo con lentitud, como gozando cada paso.Se paró y tirando de mi mano, hizo que me pare a su lado.Es alto, me lleva casi una cabeza y yo lo sentía tan potente, tan hombre, que me turbaba estar allí con él.Sin embargo, cuando me besó, pegándose a mí, sentí como se despertaba inmediatamente su…instinto.Sus manos recorrieron mi cuerpo, mientras me sacaba la ropa y él también se iba desvistiendo.-Tengo vergüenza, nadie me vio desnuda.-¿Y el infeliz ese?Preguntó casi con bronca.-Tampoco, ya sabés que sólo lo vi en la discoteca.-Perdón, Evi…es