En Tierra de Pinares, dentro de la cueva de Selene, Ragnar y Katrina se encuentran uno frente al otro. El vínculo acabó haciendo lo que siempre hace, unirlos, y ahora ella está arrimada a su pecho mientras él la tiene envuelta con ambos brazos de forma protectora. —¿Qué haces aquí? —Katrina levanta la cabeza para mirar a su visita sorpresa— ¿Cómo supiste dónde me encontraba? ¿Sebastián te lo dijo?Ragnar la oye atentamente, luego niega.—No, cariño, él no me dijo nada, lo descubrí por mí mismo. Katrina mira sus ojos más detenidamente, no parece que esté mintiendo.—¿Qué quieres de mí? —pregunta ella, intentando separarse de él, pero Ragnar se lo impide— ¿Por qué me buscas luego de todo lo que dijiste?En ese momento, Ragnar se agacha un poco para tomarla en brazos y elevarla a su altura. Katrina se estremece cuando él deja dos besos cortos en su hombro y uno más en su cuello. —Porque no puedo vivir sin ti, cariño.—Pero dijiste que…—Lo dije, pero no era lo que realmente sentía, e
Luego de esa reconciliación tan intensa, van juntos a la mansión. Durante todo el camino, él no suelta su mano, no es necesario decir demasiado, ya que la cara de felicidad de Ragnar lo dice todo. Remus no deja de ronronear y eso hace que él sienta cosquillas en todo su cuerpo. Su bestia es el más feliz de que ellos al fin se hayan arreglado.Ya todos están dormidos en la casa cuando ellos llegan, lo que es una suerte, ya que Ragnar la lleva directamente a su habitación. Una vez allí, van juntos a la ducha y bajo el agua la posee nuevamente. No tiene suficiente de ella y ella lo supo cuando se desnudaron y vio la enorme erección emergiendo de sus pantalones, la pasión del alfa es mucha, aunque no quiere forzarla por el embarazo. —Iré a la cocina a buscar algo para comer —dice él dejando un beso en su mejilla al salir de la ducha. Con mucho cuidado desliza sobre su cabeza una de sus playeras para que la use como pijama y de ropa interior, nada, lo que deja entrever a Katrina de sus in
En la Amazonía, una mujer joven de belleza inigualable se alista para una presentación privada muy importante. Afuera, el lugar está lleno, y su tiempo de actuación es dentro de unos minutos.—Él ya llegó, Amber. Apúrate, quiero que estés en la cabina antes que él —dice Marcela ayudándola con su máscara. Aunque realmente no la necesita luego de la cirugía estética que se hizo, prefiere asegurarse para que Jarl no la reconozca. —Ya estoy lista —Amber se coloca un toque de perfume y camina inmediatamente por el largo y oscuro pasillo que lleva hasta la cabina donde debe encontrarse con ese hombre. En su cuerpo ya no se notan las marcas de la tortura que sufrió, ya que su loba se encargó de desaparecerlas luego de mucho proceso, pero en su rostro se pinta una sonrisa extraña y malévola al pensar en la venganza que tiene preparada.En la barra del mismo bar, Maite se encuentra disfrutando de su caipiriña como si nada pasara. Llegó hace unos treinta minutos, Jarl y Gabriel también acaban
En el castillo Alba Noctis, Lizzie se encuentra furiosa tirando todos sus zapatos y vestidos al piso. Ya han pasado unos meses desde que la zarrapastrosa de su hermana murió y Jarl ni siquiera ha dado señales de pedirle matrimonio y declararla finalmente Luna de la manada. —¿Qué sucede, hija? ¿Acaso te volviste loca? —Lorena entra a la habitación de su hija al oír el escándalo que está armando— ¿Por qué estás tan nerviosa? Vas a arruinar todo eso. —Lo odio, mamá —La joven se lleva ambas manos a la cara mientras patalea—. Anoche estaba con una mujer, lo sé, pude sentir el olor en él. Me está engañando. —¿Y te pones así por eso? Ay, Lizzie, los hombres hacen eso todo el tiempo, se follan a cualquier hembra que les abra las piernas. No debes sufrir por eso, al final, siempre volverá a ti, y ese es el poder que tienes sobre él. Lorena empieza a recoger todo lo que su hija acaba de botar al suelo. —Es la misma que la otra vez, lo sé por el asqueroso perfume. Además, ha cambiado mucho
Seis semanas después… Un hombre bastante alto y elegante, con un juego de traje gris, corre por los pasillos de la clínica con el corazón latiendo a mil y la respiración bastante agitada. Su vista se nubla por momentos y hasta cree que va a desvanecerse por la angustia que lo sobrepasa. Salió abruptamente de una reunión en la que estaba cuando recibió la noticia de Sebastián de que Katrina había sufrido una descompensación y que tuvo un sangrado cuando estaba entrenando a los más pequeños de la manada. No le importó siquiera avisar a nadie y dejó todo para venir a verla. —Hijo mío —Paula sale a su paso y lo toma de ambos brazos para detenerlo. —¿Dónde está mi esposa, madre? —pregunta agitado— ¿Qué le pasó? ¿Cómo están mis hijos? —El doctor la está examinando en estos momentos. No ha salido aún a darnos reporte de su estado. Estamos muy asustadas, Ragnar, ella no tenía buen semblante cuando llegamos a urgencias, sentía mucho dolor y no dejaba de sangrar. Akira estaba chillando mu
Después de un tiempo, Ragnar recupera su cuerpo y se viste con otro mameluco que Moreira le proporciona. Katrina es llevada a observación por unas horas al igual que los mellizos. Él permanece al lado de su compañera todo el tiempo. Al rato, una de las enfermeras se acerca con un pequeño bulto celeste sobre su brazo izquierdo y otro bulto rosado sobre el derecho y los coloca en brazos de Ragnar. Ambos son unos bebés sanos y fuertes, y con un parecido innegable con Ragnar, con su cabello castaño y sus ojos claros. Ragnar no sabe ni siquiera cómo reaccionar con esos seres tan pequeños en sus brazos. Siente unas ganas enormes de llenar de besos sus mejillas rosadas, pero se resiste, para evitar despertarlos, ya que se ven adorables mientras duermen.—Bienvenido, Ethan —Le susurra dulcemente a su hijo—. Bienvenida Selene, mi preciosa hija —Le dice ahora a su hija.Ragnar admira sus pequeños rostros, derretido de amor. Todavía está incrédulo y emocionado. Ya es padre, no solo de uno, si
En la Amazonía, Marcela está ansiosa. Lleva sentada casi una hora en este lugar esperando por el enviado de ese hombre que le prometió que ayudaría a derrocar a Jarl. Mira su reloj por milésima vez y cada vez se siente más impaciente. El mensaje que encontró en su celular dijo que era imperativo que se reunieran. ¿Se habrán enterado de que Amber está frecuentando a Jarl para encontrar más pruebas contra él? No tiene idea, pero lo que sí sabe es que va a ayudar a su amiga hasta las últimas consecuencias para destruir a ese tipejo de Fenrisson. Mira de nuevo hacia la oscura calle de este café olvidado por el mundo y bufa por su m*****a suerte. ¿Acaso la dejó plantada aquí? Cuando está a punto de levantarse e irse, una sombra desde atrás de ella le da un pequeño apretón en la mano, indicando que se siente nuevamente. —Marcela —dice la mujer dirigiéndose a la silla de enfrente, dejando a un lado su cartera y un maletín. Maite toma el asiento y enseguida hace una seña al camarero pa
Al día siguiente, Jarl se encuentra sentado en su oficina masajeándose las sienes. No tuvo tiempo siquiera de ir a casa para cambiarse antes de venir a la oficina y el dolor de cabeza lo tiene de muy mal humor. Tiene muchas reuniones pendientes para esta mañana desde muy temprano y eso lo tiene abrumado. —Toma esto —dice Gabriel dejando una taza grande de café negro frente a él—. Te dije que no era bueno excederse. —No sigas con eso —gruñe Jarl señalándolo con el dedo—. No eres mi mamá para estarme regañando. Ya me tienes harto, si tanto te molesta, te daré la oportunidad de largarte para no seguir soportándome. —Es cierto, no soy tu mamá, pero soy tu amigo, Jarl. Y mi trabajo es justamente eso, aconsejarte. Debes controlarte antes de que esto se desborde. —No es para tanto —Bufa, Jarl tomando un sorbo largo de su café—. Todo está controlado, y lo sabes. —No lo está. Estás gastando demasiado y las ganancias se han reducido. Desde hace meses los inversionistas se han reducido,