Capítulo 3

Capítulo 3

Guillermo

Después de que mi hermano y Letkiam se fueron de mi oficina, en la tarde recibí la visita de mi padre Gabriel De Luca. Este había venido para reclamarme por mi reciente aparición en la portada de una de esas tantas revistas patéticas y amarillistas. Las cuales solo sobreviven gracias a que se la pasan metiendo sus sucias narices donde no los llaman, por eso simplemente paso de ellas y las dejo que hablen de mí todo lo que quieran. Ya que al final, nada de lo que ellas digan podrá cambiar quién soy y mi manera de ser.

Según él, la revista esta vez remarcaba mi salida de anoche de algún hotel; en donde estaba con una de mis amantes en turno. Sinceramente, el que este tipo de revistas haga esto me tiene sin cuidado; como ya dije. Sin embargo, lo que me enerva y me hierve la sangre es saber que mi padre se sigue metiéndose en mis asuntos como si yo fuera un mocoso malcriado. Él podrá ser mi padre y el hombre que me inculcó valores, pero hay algo que se llama privacidad en esta vida. No entiendo por qué si yo respeto su vida, él no pueda hacer lo mismo conmigo; aunque esas revistas publiquen lo que publiquen. 

Luego de una acalorada discusión porque él quería imponer su santa voluntad sobre mí; tal y como quería hacer el abuelo. No llegamos a ningún lado como siempre y se fue de mi oficina dando un fuerte portazo. Asiendo que el poco buen humor que tenía se esfumara como por arte de magia y en su lugar, dejó a una fiera enjaulada que no podía hacer nada para bajar su coraje. Solamente quería salir de esta m*****a oficina que me estaba asfixiando y cuanto antes mejor. Por eso rápidamente tomé mi saco y me dirigí hacia la puerta.

Ahora solo quería despejarme para no hacer ninguna estupidez como de costumbre.

Me encuentro en el bar que es propiedad de Letkiam porque sí, el muy hijo de su madre se había mandado a construir un bar. El cual en poco tiempo se había convertido en uno de los más famosos de la ciudad y de paso; uno de los más concurridos por la sociedad elitista de este país. Como quién diría, ricos hijos de mami y papi que no saben en qué más gastar el dinero porque solo tienen aire en la cabeza. Producto a que los mismos padres les enseñan eso y no algo que realmente les sea útil y les sirva para la vida. 

Llevo aquí alrededor de una hora y media. Sin embargo, aunque el bar está al reventar de lleno; no consigo encontrar a ninguna mujer que despierte mi interés. Todas las que aquí se encuentran son iguales a las que he conocido siempre; falsas, operadas y más interesadas en tu bolsillo que en ti. Esas son las que más lata dan porque se creen que están en el top de las personas importantes y ni siquiera se han dado cuenta de que lo único que producen es lástima porque ni como mujeres se respetan.

Cansado de estar buscando a alguien con quien tener un buen sexo esta noche, decido que lo mejor sería irme a mi penthouse. No estoy de ánimos como para estar aquí por más tiempo en estos momentos.

Cuando me levanto de mi asiento y me acomodo el traje para marcharme, una mujer de apariencia bastante fresa llama mi atención. A simple vista da la impresión de ser una niña mimada de papi, pero cuando la miras bien; te puedes dar cuenta de que no es así. Es una mujer sexy y de apariencia angelical, la cual podría comerse al mundo si quisiera con tan solo una sonrisa. Ella viene acompañada de una amiga, una multa de cabello rizado y ambas se dirigen hacia una mesa cerca de la pista.

Intrigado por esa mujer, decido quedarme un rato más para ver que sorpresas me puedo llevar con ella. Desde donde estoy sentado; que es en la zona VIP, puedo ver todo lo que ella y su amiga hacen.

La mujer de vestimenta rosada; quién es la que ha llamado mi atención, ha estado bebiendo y bailando al ritmo de la música sin importarle nada. Yo; sigo uno por uno todos sus movimientos y debo de admitir que sí es una mujer jodidamente sexy. Lo que hace que mi pantalón me moleste demasiado y la incomodidad se me note en mi rostro, nadie jamás había despertado mi interés de este modo. Ni siquiera alguna de esas mujeres guapas con las que acostumbro estar cada noche. Es como si ella fuera la perdición hecha mujer y yo me muero por probar de ese bello ser que baila para mí sin saberlo.

Cansado de seguir solamente mirándola como un depredador hambriento, decido que es hora de lanzarse al ataque con esa gatita hermosa. Cuando me levanté de mi asiento para ir en su búsqueda, sentí como el alcohol ya estaba haciendo estragos en todo mi sistema. Aun así todavía estaba cuarenta por ciento sobrio y eso bastaba para mí porque para hacerle todo lo que tengo en mente a esa hermosa mujer, no necesito nada más. 

Me voy acercando a ella cuál depredador a su presa y al verla darme la espalda, posiciono mis manos en sus caderas atrayéndola hacia mi pecho. Ella, por la repentina acción; se voltea y cuando sus ojos chocan con los míos, veo los más hermosos ojos del mundo. No sé si es el alcohol en mi sistema el que está diciendo eso, pero estos bellos ojos color café obscuro me hipnotizaron al instante.

Llevo mis labios cerca de uno de su oído y en forma de susurro solamente digo unas palabras "me encantas". La cuales hacen que toda su piel se estremezca por completo, no obstante. Yo aspiro su delicioso aroma a frutos secos y me pierdo en él.

Esta mujer tiene que ser mía, sea como sea. No me importa todo lo que tenga que dar para conseguirlo.

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