Por SergioNo entiendo qué sucedió con mi vida últimamente, estoy disfrutando la cena con las pequeñas y con Carolina, como si fuésemos una familia y me siento cómodo, me encanta disfrutar de la atención de Priscila y acercarme a Brenda para protegerla de todos los temores que puedan pasar por su cabecita infantil.Ver a Carolina, de anfitriona e imaginarme que luego de acostar a las nenas, podemos compartir la cama... es algo que no puedo borrar de mi mente.Me tengo que ir, sé que hoy no corresponde insistir, pero me encantaría quedarme, pasar la noche sin dormir por estar teniendo sexo desenfrenado, hacerla gritar mi nombre en cada orgasmo... Mi cabeza tiene cortocircuitos, no sé qué pensar de todo lo que siento.En el tribunal, hoy, por primera vez aflojé a los reclamos de mi cliente.Carolina no le tendría que haber cedido nada a Silvia, pero vi la desesperación y cuánto ansiaba, Caro, terminar con todo de una buena vez, tal vez por eso quedó pendiente el tema de las joyas.No h
Por SergioLlegaron Silvia y su abogado.Le hago una seña al secretario.Nos hacen pasar en forma inmediata.La cara de Ricardo me decía que no estaba de acuerdo con nada.Comprendía la situación, pero no estaba de acuerdo.Firmamos las tres copias.Una la archivaban en el juzgado.Las otras dos quedaban para cada una de las partes interesadas.Una vez que todos los documentos estaban a resguardo y cuando se estaban despidiendo, vino la parte que más disfrutaba Ricardo.-Abogado, hablemos de las sanciones.-¿Qué sanciones?-Hacer esperar a un juez ¿Le parece poco?-Es que mi cliente... -Mi perro está mañana tardó para hacer sus necesidades ¿A usted le importa?-Señor juez..-¿Acaso piensan que venían a la peluquería?Sé que los iba a entretener la misma cantidad de tiempo que ellos tardaron y que le iba a cobrar una multa, la más alta que se pueda y por seis meses, el otro abogado no se iba a poder presentar en su juzgado.Definitivamente no tiene contactos para presentarse el vierne
Por CarolinaLlegué a casa desesperada por abrazar a las nenas.Las abracé llorando, emocionada como nunca.No sé cuanto entendía Brenda, Priscila sí entendía lo que había sucedido.-¿Cómo lograste que firme?Me preguntó Priscila.Esa pregunta, casi de adulto, me descolocó.-Lo logró Sergio, que es el mejor abogado, y también vos, cuando hablaste con el juez, pero hay cosas de las que no se puede enterar nadie más.-Sí, lo sé.-Y perdón, pero le cedí a Silvia en nombre de ustedes algunos bienes.-¿Qué bienes?Me pregunta Priscila y me doy cuenta que no creo que sepa lo que significan los bienes.-La casa de Punta y el yate, también el Mercedes... y una parte de las ganancias del hotel del sur.-Tía, no nos importa nada de eso, solo queremos estar con vos.-Si, tía, la tía Silvia es mala.Dice Brenda, que escuchaba todo muy atentamente.-Ya no se tienen que preocupar, un juez firmó un documento y ustedes no van a tener que estar nunca más con Silvia.-Pero casi no estábamos con ella.-
Por Carolina-¿Así que sos la nueva pareja de Sergio? Hay que ver cuantas veces quiere estar con vos, lo máximo fueron tres, con Karina.-No soy pareja de Sergio, soy una colega, como ustedes, pero sé cerrar bien mis piernas.-Pero te trajo a este evento.-Porque me destaco como abogada y de paso, él disfruta la vista, con mi belleza.Digo evitando mirar a Andrea, para no tentarme de risa por mi contestación, esas mujeres están detrás de Sergio o de Omar, o de ambos, ya que los dos son excelentes partidos y estoy segura que ya deben haber tenido un affair con ellos.-Sos una engreída.-Sí.Le contesté con seguridad, solo para molestarlas, como ellas pretenden hacerlo con nosotras.-¿Vos sos la pareja de Omar?¿O también sos abogada?-Soy licenciada en literatura y escritora y por supuesto, soy amiga de la doctora Carolina Pridon.-¿Vos sos la abogada que quisieron asesinar dos veces en un mismo juicio?-Sí.-Ah, entonces está con vos por compromiso.-El empleo ya lo tenía, no sé a qué
Por SergioEvidentemente si va a repartir con alguien los bienes, no quiere que se enteren cuantos son, seguramente les habrá dicho que no sacó tanta ventaja.-A esa hora, los fiscales ya están cansados y hacen todo más rápido, también tenés el Mercedes, ya te lo llevas, dejamos el garaje abierto, tomás las joyas y te vas.-Hay alguna trampa.-Ninguna, solo quiero que tus hombres salgan ya de acá y vos también, mi prioridad es el bienestar de las nenas, no quiero que vean a extraños acá, porque te voy a acusar de asalto de morada, sabés que vos no tendrías que estar acá.Lo piensa, que mujer exasperante, maldita, una hija de puta con todas las letras.-Se pueden llevar las joyas.-La única que quiere esas joyas sos vos, si te vas, tus hombres se pueden quedar con mis custodios, afuera, pero va a llegar una amiga para estar con las nenas y dos custodios que van a estar adentro.-La caja fuerte... -Sabés que no se puede abrir.Le insisto yo.-Si querés las joyas, estás son nuestras con
Por SergioA las seis de la tarde estábamos todos expectantes, es como si fuera a pasar mucho más que darles unas joyas.Tenía un mal presentimiento y soy abogado, no me rijo por los presentimientos.Los minutos pasan lentos.Cada segundo parece un siglo, la espera se hace eterna.Llegan la fiscal, el oficial de policía y una psicóloga infantil.En la puerta, hubo el primer problema.-No hablamos de policías.-Ningún oficial de la fiscalía, se presenta en ningún lugar sin dos oficiales de policía, logré que venga con uno, es su respaldo y así se rige la ley, eso no lo pueden cambiar.Después de varias llamadas entre ellos e intercambios de palabras, aceptan.Abrimos el garage y uno de los hombres que estaban con Silvia, comprueba que funcione el Mercedes.Parecen matones, debe ser por eso que estoy tan intranquilo, no es normal todo ésto.Hablamos con las nenas y les dijimos que no podían salir de su dormitorio, se iban a quedar con Andrea y una señorita.Faltaba que llegase Silvia.A
Por SergioNo sentía el cansancio del día ni de la noche anterior, me olvidé del mundo, al fin la tenía en mis brazos.Sentir su piel, tersa, suave, me estaba volviendo loco de placer.Siento como se erizó mi propia piel, solo por sentirla, por acariciarla.Habían pasado solo unos minutos de la primera vez y yo ya estaba como un adolescente, con todas mis hormonas revolucionadas.Ella está temblando en mis brazos, por mis caricias.Mis instintos más salvajes se vuelven a despertar.La hago poner boca abajo y comienzo a recorrer su espalda con mis besos, la siento desesperarse, se viste de amor y de lujuria.Levanta la cola y yo espero tener la fuerza de voluntad para no correrme sobre ella.Le lamí toda la cola, esos cachetes perfectos, con esa curva maravillosa que me llama a enterrarme en ella.La giro, poniéndola boca arriba.Voy a sus pechos con mi boca, intercambiando el derecho con el izquierdo, los abandono momentáneamente y ahora me embarco en la ventura que tenga un orgasmo e
Por CarolinaCenamos juntos.Luego, como cada vez que Sergio está en casa, cuando es la hora de dormir, él toma a Brenda en sus brazos, me adelanto a prender las luces, corro el acolchado con las sábanas, para que la acueste, es lo que hacemos siempre.Luego volvemos a hacer lo mismo con Priscila.Se fueron Margarita y el padre de Sergio.Quedaron 6 custodios, 4 adelante y 2 en el parque trasero.Andrea y Omar se quedaron en casa, en la habitación de Andrea, tendría que hablar con ella, para saber si lo perdonó, aunque evidentemente se arreglaron.Mañana charlaremos de ese tema y me contará qué sucedió.Entramos a mi habitación y abrazo a Sergio, necesito sentir su protección, sus brazos, su calor.Soy una mujer fuerte, al menos me considero fuerte, pero en este momento no doy más, estoy angustiada y se que me tengo que permitir sentirme débil o estresada o poder al menos apoyarme en los brazos de Sergio, que aunque él no lo sepa, es el hombre que yo amo y el padre de mi hija.Lo besé