Por SergioLo que me costó no moverme cuando la tenía llorando desconsolada, sobre mí.Quería abrazarla, mimarla, decirle que deje de llorar, que yo estaba bien.Pero me tenía que asegurar que funcione mi plan.Cambié por ella.Es que me pierdo por ella, siento que ella me da la vida y no podía arriesgarme a perderla.Es única, deliciosa, maravillosa.La amo, me volvió completamente loco, es distinta a las demás.Y tenemos una hija, producto de un rato de pasión, hace ya varios años.Entramos a casa y una mucama se nos acercó.Yo ya había prendido las luces, incluso la calefacción de la piscina, me quedé con unas ganas terribles de hacerle el amor allí.-Señor... está prendida la calefacción de la piscina ¿La apago?-No, te pido que nadie nos interrumpa, ni acá, ni donde estemos y mañana, cerca de las 11, quiero que esté disponible un desayuno para dos en el comedor, dejá preparado algo para meter en el horno y desde esa hora de la mañana vos y Mary, tienen el día libre, las espero el
Por CarolinaOtra noticia importante fue que Margarita y Sergio nos dijeron que en enero se iban a casar y aunque Margarita iba a pasar todos los días por la casa de Sergio, ya iban a convivir como una pareja real.Me alegré mucho, no por no vivir con ella, sino porque se merece su lugar.Sergio estaba feliz por sus padres.De a poco nos fuimos quedando cada vez más tiempo en la casa de Sergio, las nenas estaban cómodas y dejaban de lado los fantasmas que les provocaba estar en la casa donde vivíamos.La casa en sí era hermosa, aunque nos recordaba a Paula, también había recuerdos terribles, como cuando nos escondíamos de mi cuñado y los gritos que nos torturaba escuchar cuando volvían de alguna cena y todo lo que sucedió con Silvia.Una tarde veo a Andrea en mi oficina, es raro verla allí, porque entre los libros que escribe y las horas que tomó como profesora en la facultad, no le sobra tiempo.-Hola ¿Se puede?-¡Andrea! ¡Qué linda sorpresa!-No conocía tu lugar de trabajo.Hacía ra
Por CarolinaMiré el gran edificio, se alzaba imponente, casi obsceno, por su gran tamaño y su lujo derrochador.Era majestuoso.-Vos podés.Me dije a mí misma, es la tercera entrevista, y la definitiva.Pasé las otras dos entrevistas sin problemas.Ahora era distinto.Ahora tenía que ver al señor Sergio Hortiguera Del Valle.Me tiemblan las piernas solo de pensar en ese nombre.El mejor abogado de la ciudad.Se supone que estoy acá y llegué a esta instancia porque valgo.Fuí el mejor promedio de mi camada.Solo por eso merezco una oportunidad, al menos eso dicen los requisitos.Tomé aire y entré.La recepcionista me indicó que suba al piso 20, el último.Y era todo el edificio de los Hortiguera Del Valle.Los mejores abogados, son implacables y no hay juicio que pierdan.Es la oportunidad de mi vida.Y estoy recién salida del caparazón.Tengo 22 años y me comí la carrera, literalmente.Bajé del ascensor, donde me recibió otra recepcionista, que me acompañó por unos pasillos y nos enc
Por CarolinaMi hermana no podía quedar embarazada.Me mandaron con ella, le daba mi bebé, ellos la anotaron como propia y yo era la tía.Me permitieron quedarme a vivir con ellos… como la tía.No fue fácil.Mi cuñado me convirtió en una mucama.Tenían dos personas de servicio. sin embargo todo recayó en mí.Gracias a Dios él viajaba bastante.Era violento con mi hermana.Nació Priscila, era un sueño de criatura.Mi hermana la adoraba.La amamante hasta cerca del año.Luego le enseñaron que yo era la tía y Paula su mamá.Gracias a dios, me permitió seguir estudiando.Todo empeoró luego que mi hermana quedó embarazada y tuvo a su propia hija.No por parte de mi hermana, que jamás hizo diferencia entre las dos niñas.Me permitieron manejar todos los autos, yo era la que llevaba a las niñas al jardín de infantes y a cualquier otro lado, si salían a cenar con las niñas, era yo la que iba para hacerme cargo por si alguna se ponía molesta.Eran dos angelitos.Prefería estar allí, recibiendo
Por SergioEstaba esperando al mejor promedio de la última camada de la facultad de derecho.Francamente esperaba un ratón de laboratorio, la típica nerd.Anteojos de aumento, castaña y de rulitos, no sé porqué me la imaginé así.Cuando entró una rubia espectacular, de esas que te dejan sin aliento, y debo decir que muy pocas veces, una mujer me deja sin aliento.Parecía de 20 años, aunque evidentemente tenía algunos pocos más.Era dueña de unos ojos grises que movilizan al mismo demonio.Le extendí la mano, no suelo hacerlo.Se presentó titubeando, parece que yo también la impacté.-¿Nos conocemos? Tuve la sensación que así era.-No, no lo creo señor.Mierda, me trata de señor.-Es que esperaba a alguien mayor.Confiesa.-Te escucha mi padre y no te contrata.Se puso colorada.-Perdón.-Es nuestro secreto.Le dije mientras le guiñaba un ojo.-Gracias.Estaba incómoda, se notaba.Le hablé rápido, la verdad es que tenía tiempo, pero me distraía demasiado con su boca.Comenzaría el lun
Por SergioNos encontramos con un cliente, que nos pidió por favor si lo podíamos ver ese sábado por la tarde, lo hicimos en la confitería del primer piso de un gran shopping.Tenía un gran patio balcón que daba a la avenida principal.El cliente en cuestión ya se había retirado, serían las 7 de la tarde, por lo cual, decidimos pedir una picada y un par de cervezas.Estábamos charlando con Omar, debatiendo el caso, cuando mi amigo me dice...-¿No es tu empleada?Miro hacia la vereda de enfrente y saliendo de un supermercado, estaba Carolina, con dos nenas pequeñas, aunque no demasiado pequeñas como para ser sus hijas, tenían su mismo tono de cabello.Detrás de ella, un empleado llevaba un changuito de supermercado, se dirigieron a un BMW rojo, bastante nuevo.Le abre la puerta de atrás a las criaturas y le da una propina al empleado.Se dispone a guardar los comestibles, cuando pasa un muchacho y la ayuda a guardar los comestibles, mientras pasa un auto que el que conduce, le grita.-
Por SergioAllí está ella, mordiéndose los labios otra vez ¿No sabe lo que me provoca?¿Lo hace a propósito?Doy la vuelta a mi escritorio, me encanta incomodarla, pero mucho más me encanta tenerla cerca.-Señor…-Puede parecer una locura, pero decime exactamente qué preguntas le harías, hacé de cuenta que soy el acusado.Me miró asombrada.-Hacelo exactamente como lo harías en el estrado.Pensé que me iba a decir que no tenía el cuestionario a mano, pero no, comenzó a moverse, con una gracia sin igual, haciendose la linda, tratandome casi despectivamente, si yo hubiese sido el acusado y sería gay, sí, evidentemente me ofendería y llegaría mi punto de quiebre, puede que lo haga confesar.El tema es que no soy gay y ella me atrae como un animal en celo.Ya no podía pensar con claridad.-Bien, a lo mejor podés lograrlo, yo voy a estar a tu lado en todo momento y ahora vas a escuchar, vas a aprender cómo van a ser mis señales, cuando te digo basta, la cortás con la pregunta, sin rechistar
Por SergioLos periodistas que nos estaban molestando y los pequeños grupos de distintas comunidades, salieron todos huyendo como ratas.Recién cuando arrancó la ambulancia, corrieron hacía ella algunos camarógrafos.Sí, en el momento en el que tenían que despejar la calle.Le pusieron oxígeno y le cortaron su precioso saco rosa, también lo hicieron con la blusa de ¿Encaje? No lo creo, era una tela parecida, quedando solo con un corpiño blanco, este sí era de encaje, cubriendo parte de su...delicioso pecho.Dios, tiene una bala y yo…-Fué sólo superficial, la bala apenas la rozó, dejando quemaduras apenas profundas, fue solo un roce.Me volvió el alma al cuerpo.Comienza a moverse en la camilla.Reacciona tratando de sacarse la mascarilla.-Las nenas.Dice con voz bastante débil.Está asustada, es su primer juicio y quisieron matarla dos veces.-Las nenas…Insiste.Busco en su cartera, no sé desde cuando la tengo yo, agarro su celular, no quise ahondar con las cosas que tenía dentro