Por SergioA las seis de la tarde estábamos todos expectantes, es como si fuera a pasar mucho más que darles unas joyas.Tenía un mal presentimiento y soy abogado, no me rijo por los presentimientos.Los minutos pasan lentos.Cada segundo parece un siglo, la espera se hace eterna.Llegan la fiscal, el oficial de policía y una psicóloga infantil.En la puerta, hubo el primer problema.-No hablamos de policías.-Ningún oficial de la fiscalía, se presenta en ningún lugar sin dos oficiales de policía, logré que venga con uno, es su respaldo y así se rige la ley, eso no lo pueden cambiar.Después de varias llamadas entre ellos e intercambios de palabras, aceptan.Abrimos el garage y uno de los hombres que estaban con Silvia, comprueba que funcione el Mercedes.Parecen matones, debe ser por eso que estoy tan intranquilo, no es normal todo ésto.Hablamos con las nenas y les dijimos que no podían salir de su dormitorio, se iban a quedar con Andrea y una señorita.Faltaba que llegase Silvia.A
Por SergioNo sentía el cansancio del día ni de la noche anterior, me olvidé del mundo, al fin la tenía en mis brazos.Sentir su piel, tersa, suave, me estaba volviendo loco de placer.Siento como se erizó mi propia piel, solo por sentirla, por acariciarla.Habían pasado solo unos minutos de la primera vez y yo ya estaba como un adolescente, con todas mis hormonas revolucionadas.Ella está temblando en mis brazos, por mis caricias.Mis instintos más salvajes se vuelven a despertar.La hago poner boca abajo y comienzo a recorrer su espalda con mis besos, la siento desesperarse, se viste de amor y de lujuria.Levanta la cola y yo espero tener la fuerza de voluntad para no correrme sobre ella.Le lamí toda la cola, esos cachetes perfectos, con esa curva maravillosa que me llama a enterrarme en ella.La giro, poniéndola boca arriba.Voy a sus pechos con mi boca, intercambiando el derecho con el izquierdo, los abandono momentáneamente y ahora me embarco en la ventura que tenga un orgasmo e
Por CarolinaCenamos juntos.Luego, como cada vez que Sergio está en casa, cuando es la hora de dormir, él toma a Brenda en sus brazos, me adelanto a prender las luces, corro el acolchado con las sábanas, para que la acueste, es lo que hacemos siempre.Luego volvemos a hacer lo mismo con Priscila.Se fueron Margarita y el padre de Sergio.Quedaron 6 custodios, 4 adelante y 2 en el parque trasero.Andrea y Omar se quedaron en casa, en la habitación de Andrea, tendría que hablar con ella, para saber si lo perdonó, aunque evidentemente se arreglaron.Mañana charlaremos de ese tema y me contará qué sucedió.Entramos a mi habitación y abrazo a Sergio, necesito sentir su protección, sus brazos, su calor.Soy una mujer fuerte, al menos me considero fuerte, pero en este momento no doy más, estoy angustiada y se que me tengo que permitir sentirme débil o estresada o poder al menos apoyarme en los brazos de Sergio, que aunque él no lo sepa, es el hombre que yo amo y el padre de mi hija.Lo besé
Por Carolina-¿Te echaron del trabajo?Le pregunté, porque supuse que era así.-Sí... -Te cuento algo... la caja fuerte tenía doble fondo... con dinero.-¿Más?-Así que olvídate de trabajar hasta que te recibas o encuentres algo relacionado con lo tuyo.-Imposible, eso es de las nenas.-Amiga, por poco Silvia se lleva esa plata, olvidate y encima, si se llegaba a dar cuenta, se armaba un tiroteo que terminamos todos muertos, yo me acordé que la caja fuerte tenía doble fondo cuando ella tomó el arma, a la noche, con Sergio, revisamos todo y había muchísimo dinero, yo no puedo cambiar nada, pero vos sí, está todo en dólares.-¿Mucho dinero?-Si, medio millón.-¿Qué?¿A qué se dedicaba tu cuñado?-No lo sé, era ingeniero naval, pero estoy segura que esa plata no la hizo como ingeniero, el padre de Sergio, se llevó los documentos que también estaban guardados ahí, para estudiarlos.-¿Confías en él?-Sí, es un buen hombre y el mejor abogado, no va a hablar, porque estaban Sergio y Omar, pr
Por CarolinaYa habíamos tenido dos raund en la cama, más lo de la ducha.-¿Cómo fue el parto de Priscila?Me preguntó de repente.Me pone nerviosa hablar con él de este tema, sin embargo trato de contestar lo más sincera posible y teniendo cuidado de hablar de mi más, poniendo al descubierto mi preciado secreto.-Aterrador, los médicos me trataban como si fuera una puta que se la pasaba tirada con cualquiera.Se impresionó al escuchar la poca empatía de los profesionales que eran los que debían contenerme.-Mi hermana se puso firme, fue una de las pocas veces que la vi imponerse, fue doloroso, yo era chiquita.-¿Nunca buscaste al padre?-No sé ni el nombre, fue una estupidez, pero valió la pena, porque tengo a Prisclla.-¿Qué te llevó a acostarte con alguien que no conocías?Esa pregunta realmente me puso nerviosa, mis manos acomodaron el acolchado, tratando de disimular el temblor que tenía.-Querer ser grande, lo vi varias veces en el barrio de la prima de Andrea y estaba embob
Por CarolinaLlegué a la cárcel.Me miran mal y me tratan peor, siempre tratan mal a los parientes de los presos.Saco mi carnet de abogada e inmediatamente cambian su trato.Dejo mis pertenencias.Me acompaña un guardia cárcel.No sé si es porque me vé muy joven, pero es bastante desagradable y hasta me dijo que tenga cuidado, que con mi belleza, alguien de ahí adentro a lo mejor no me dejaba salir.-Soy abogada, no veo porque no me van a dejar salir, está documentado mi ingreso.-Hay ingresos que nunca suceden.-¿A qué se refiere?¿Tal vez tengo que hacer alguna denuncia?-¿Estás asustada?-Trabajo en el estudio Hortiguera Del Valle ¿Tengo que estar asustada por algo?-¿Hortiguera Del Valle? No señorita, vaya tranquila.Me pareció que fue muy poco lo que dije, como para que me deje tranquila, pero así son las ratas, el estudio jurídico era poderoso, pero no podía creer que con solo nombrarlo, éste asqueroso personaje, se quede tranquilo.Van siempre por los más débiles, es increíble.
Por CarolinaEl padre de Sergio se encariño realmente con las niñas, no solo lo hacía como abogado, se comportaba como un abuelo.Dios mío, no quisiera que se entere jamás que es el verdadero abuelo de Priscila.El poder que tiene ese hombre es tan grande, que me da pánico.No me gustaría enfrentarme a él, ni en lo personal, ni en un juicio.Se me acabaría la vida si él se entera que es el abuelo.Aunque a las nenas las trata como si fueran sus nietas... Se me acelera el corazón.Por suerte, como Jorge no entró a la casa, los policías trabajan afuera, la policía científica está apurándose, pero siempre haciendo su trabajo correctamente, ya vieron a Sergio padre, con su aura implacable, por lo que se estaban esmerando aún más.Yo estaba agotada.Necesito que se termine todo de una buena vez, no puede ser tan importante el dinero, Jorge terminó muerto.Tengo pánico de lo que pueda hacer Silvia cuando se entere.Con mucha suerte va a pensar que su amiga Beatriz se fugó con Jorge y el di
Por Sergio-Busco a las nenas y me voy a un hotel.Dice Carolina y con esas palabras estoy casi ofendido.Quiero brindarles todo lo que tengo y Carolina no se da cuenta.-No Carolina, venís a casa y te quedás esta noche conmigo, Andrea, si querés... -No te preocupes, ella tiene resuelto su alojamiento.Dice Omar.-Las niñas necesitan su pijamas.-Compramos algo por internet y que mañana falten al colegio.-Pero yo tengo que terminar de preparar un alegato.-Se quedan en casa con mi nana.-Gracias.Cuando llegamos a mi casa, las pequeñas, saltaron sobre nosotros, nos querían abrazar a los dos juntos.Habían hecho una torta rosa, mi nana es increíble y las chicas la adoran.-Tenés una casa muy bonita, pero no encontré ningún bunker.Dice Priscila que estuvo husmeando por las habitaciones, a Carolina no le gustó que pasee por la casa, a mi me encantó que se sienta cómoda y también que sea curiosa.-No hace falta ninguno acá.-¿No?Preguntan las dos asombradas.-No y les tengo una sorpre