Finalmente llegó el horario de salida y la maestra vio como a la mayoría de los niños lo venían a buscar con autos importados, pero eso no le llamó la atención, si lo hizo, cuándo, de un auto, el más caro, se bajó una persona que sin dudas era la niñera y de la puerta delantera lo hizo un hombre que era un guardaespalda.

-Buenas tardes Cami.

La saludaron con cariño, mientras le mantenían abierta la puerta trasera.

Eran tres personas las que recogían a la niña.

No había estado ni un día en ese colegio y creía que no iba a durar mucho más cuando la directora la llamó.

-Señorita, Camila Lazio Halland perdió a su madre este año, tengale paciencia, su padre es uno de los empresarios más poderosos del país.

-Pero ella me faltó el respeto.

-No suele hacerlo, la tiene que tratar con dulzura, la niña lo necesita.

Dijo sin estar convencida de sus palabras, por como Camila se le había enfrentado y amenazado a la docente.

Mora llegó llorando a su casa.

No sabía que había sucedido y para colmo la