—¡Oh, por la diosa! ¡Es hermosa! —chillaron las hermanas de Dantes al ver a Dafne, quien tenía las mejillas rojizas y se mantenía pegada a su madre mientras sus tías morían de ternura por la pequeña—. ¡Ay, es idéntica a Dantes! Nos ha alegrado mucho la noticia de tu regreso, y más aún porque nuestro hermano no la ha pasado muy bien que digamos —susurró al final, provocando que la loba se sintiera un poco mal por lo que había vivido el príncipe.—No creas que te estoy echando esto en cara, cielo —continuó sujetando sus manos mientras le sonreía—. Él es un hombre adulto que debió hacerte sentir más segura de lo que estaban construyendo —concluyó Kusi.—Dejemos esta charla; Dantes y Lirio tendrán tiempo de resolver… aunque, al oler las cosas, ya parece bastante resuelto —dijo Kazuma levantando las cejas y provocando un sonrojo en la loba.Después de ese momento de risa y conversaciones triviales, el grupo de mujeres, escoltadas por órdenes de Dantes, abandonaron la mansión para ir al cen
—Es impresionante dónde hemos terminado —murmuró Gunnar, observando desde la ventana de la habitación que le habían cedido, con una vista hacia la ciudad de Seattle—. La realeza se da lujos, ¿de dónde tanto dinero? —interrogó.—Son la realeza por algo. Te recuerdo que también se dedican a las drogas y el tráfico de armas —informó Sven antes de llevarse un puñado de frutos secos a la boca.—Italianos…—Sicilianos, de hecho —corrigió, alzando los hombros—. Leonardo Marchetti fue un buen líder de la mafia en su tiempo. No entiendo por qué se retiró, pero sus hijos e hijas han sabido manejar bien todo su negocio —añadió.—Tienes mucha información de la familia.—Siempre hago bien mi trabajo, no me gusta dejar nada al azar. Me enviaste a investigarlos y eso hice —le recordó.—¿Crees que lo que hago es correcto? —esta vez su tono fue más serio.—Eres un alfa. Aceptar este trato con Dantes no te hace menos alfa. Lo que has hecho es digno y tienes todo mi apoyo. Podemos crecer como manada al
La cena transcurrió sin problemas. Dafne se robó toda la atención y todos querían compartir con ella, hasta que la pequeña terminó rendida en brazos de su madre. Al final, los adultos se trasladaron al jardín, donde les ofrecieron champán y whisky de la mejor calidad. Sven, siempre sociable, no tardó mucho en conectar con Carter, quien lo invitó a su empresa y le mencionó un deporte que ambos tenían en común: el surf.—¿Aburrido de la fiesta? —interrogó Kazuma a Gunnar, quien tenía cara de pocos amigos. Sin embargo, la princesa nunca se dejaba intimidar por nadie, y menos después de haber crecido al lado del hombre más intimidante que había conocido: su padre.—¿No debería una princesa tomar algo más suave? —preguntó Gunnar, echando un vistazo al vaso de whisky de Kazuma. Ella se rió y sacudió su melena negra hacia su espalda en un gesto natural y sin pretensiones.—Esto lo tomo desde muy joven —dijo, alzando los hombros para restarle importancia—. Parece que tu hermano se adapta bien
La mañana siguiente, Charlotte se retiró temprano del aposento del rubio para hacer sus labores domésticas. Hakon se dio una ducha larga, cambió las colchas, se vistió con algo deportivo y emprendió el camino hacia el gimnasio de la mansión. No se sorprendió al encontrar a Dantes entrenando, como era costumbre del príncipe.Ninguno se dirigió la palabra; ambos se dedicaban a lo que habían llegado a hacer: ejercitarse. Dantes en su lado y el rubio en el suyo. El príncipe fue el primero en retirarse, subió hasta la habitación de Dafne, que aún dormía, y luego se fue a su aposento. Sudado, se colocó sobre Lirio para despertarla con besos. Ella se estiró como un gato y abrió los ojos, encontrándose con los grises del príncipe.—Buenos días, mi luna —saludó con una sonrisa.—Hola, ¿no crees que es muy temprano? —susurró, al girar su rostro y ver la hora. Dantes negó y dejó un beso en su cuello.—Es la hora perfecta —anunció.—¿Perfecta para qué? —interrogó ella.—Para follarte —expresó prov
Sicilia, Agrigento. La nueva casa de los Hansson que más que casa era una mansión con estilo de rancho mexicano, se alzaba majestuosamente en las suaves colinas de Agrigento, Sicilia en donde el paisaje se entrelazaba con la historia antigua de la región. Al amanecer, la luz dorada del sol bañaba la fachada de piedra envejecida, que se integraba perfectamente con el entorno, como una joya de la antigüedad que había sido parte de la tierra por generaciones. Las tejas de arcilla roja del tejado capturaban los primeros rayos del sol, creando un contraste cálido con la frescura del aire matutino. Los ventanales de madera oscura reflejaban el cielo despejado de la mañana, mientras que los detalles de hierro forjado adornaban los balcones y las puertas, añadiendo un toque de rusticidad elegante. Frente a la mansión, el terreno se extendía en un vasto campo de viñedos que ocupaba todo el horizonte. El aire fresco de la mañana, impregnado con el aroma de la tierra húmeda, se mezclaba con
Tal y como dijo el príncipe, Kazuma llego a la mansión Hansson para eso de la una de la tarde, ella fue recibida por una joven omega que le hizo una pequeña reverencia y le dijo que el alfa Gunnar la esperaba en el viñedo. Esta solo suspiro y empezó a caminar a ese lugar que ya habia visitado en dos ocasiones con Dantes, el sol de Sicilia en verano era fuerte y más a esa hora del día.Los viñedos se encontraban con poca vegetación, ya que el gran porcentaje de uva fue recogido y solo quedaba una siembra que era de apenas tres años, por lo que faltaban dos más para que estuvieran listas. Siguiendo la indicación de la omega, Kazuma encontró a Gunnar cepillando un caballo en el establo.—Es muy lindo —hablo refiriéndose al animal que este se encontraba acariciando de manera distraída, Gunnar al escuchar su voz se detuvo y giro a verla dándole una buena vista de sus abdominales descubierto a Kazuma, ya que este llevaba toda su camisa desabrochada.—Princesa —este hizo una leve inclinación
La mirada gris de Kazuma era seria por unos minutos. Sin embargo, tomó una gran bocanada de aire y suavizó su expresión, confundiendo a Gunnar, que esperaba la furia de una princesa por dañar su fiesta.—¿Alguien más se ha portado de ese modo contigo? —interrogó, preocupada de que esta situación se haya dado en otras ocasiones.—Soy un extranjero en tierras ajenas, donde me llaman alfa como si fuera dueño de ese lugar —le dijo con honestidad—. ¿Qué esperaba el rey? ¿Qué me iban a tratar diferente solo porque él lo ordenaba? —cuestionó con sarcasmo.—Nada de esto debería ser de ese modo —le dijo—. Enzo te otorgó un terreno y te hizo dueño de esas tierras, con límites y fronteras que se deben respetar. Eres el alfa de ese lugar, y nadie puede decir lo contrario —añadió con seriedad.—Por ahora, solo quiero que mi gente esté bien, y lo están porque son fuertes y saben cuidarse de personas como Simone —confesó sin dejar de mirar aquellos ojos grises de Kazuma.—Entonces me aseguraré de qu
El joven príncipe Dantes Marchetti desde su primera transformación siempre se sintió que no encajaba en su familia aunque su madre es una loba, sin embargo, ser el único lobo en una familia de leones lo hacía sentir incompleto.Su única opción fue viajar diferentes manadas en representación de su familia como el embajador y buscar de ese modo a su luna, esperando por fin sentirse completo y que su vida tenga un propósito más que firmar una pila de documentos, sonreír y estrechar manos.Un hombre lobo solo tiene un amor en la vida, un propósito para existir durante toda su existencia, Dantes Marchetti estaba claro de eso y su lobo también. Aprendieron el uno del otro, Naiko agobiaba cada día la cabeza de Dantes con sus conversaciones y chistes sin sentido, sin embargo, el joven príncipe aprendió a vivir con ello.Toda su monótona vida cambió en el momento que atravesaron las fronteras de Nattblod (Sangre nocturna) en Canadá, Banff, Alberta. Nunca esperaron encontrar a su luna en ese lu