Capítulo XXVI

El joven guardián protegiendo al pueblo.

Después de su infructuosa posición frente a la Reina, Naim no pudo quedarse con los brazos cruzados y emprendió su camino junto con sus fieles amigos; Medivir y Palpatar hacía el Castillo del Reino, en su camino, iba tratando de recuperar la naturaleza, al final está también le necesitaba mucho, por lo que después de un par de minutos volando sobre Medivir decidió descender y camino junto al sendero que llevaba al castillo, allí podía sentarse durante algunos minutos para poder darle su energía y restaurar el sistema, después de tres días el sendero estaba muy curado, a una gran escala, tanto así que ya los árboles lograron hablar de nuevo.

Poco a poco los árboles le contaron la situación al joven guardián y en detalle lo que había sucedido, los árboles se sintieron muy mal de no poder haber defendido el pueblo, pero su energía vital había sido absorbida, incluso la primera energía vital que absorbían los Omant