Capítulo XXVII

La primera batalla épica. Parte III

El joven mago estuvo varios minutos en una especie de inconsciencia, pero regresó y cuando lo hizo se lanzó de nuevo contra Razasha, pero su fuerza no era la misma, estaba muy débil, por lo que optó por dejar que la naturaleza se encargará de la situación, en ese momento lo que hizo fue que al llegar muy cerca del señor de la destrucción, se lanzó en picada hacia el suelo, cuando estuvo cerca de este, frenó rápidamente y cayo de rodillas, le dolió cada parte de su cuerpo, algunos de sus huesos sonaron por el impacto a pesar de ser suave, solo él pudo escucharlos ya que sonaron muy bajo, mientras tanto Razasha estaba sorprendido, por lo que no espero más tiempo y se lanzó detrás del joven que ya estaba en el suelo.

Después de varios segundos, llegó al suelo al lado del joven guardián, lo miró a los ojos, pero cuando fue a lanzarse sobre él, estaba tan débil que apenas podía mantenerse de pie. Miro al joven guardián