Capítulo XXVII

La primera batalla épica. Parte II

Pero al cabo de unos dos o tres minutos la escena se repitió, el fuego entre las raíces liberando de nuevo a Razasha, pero esta vez, el señor de la destrucción no se lanzó a la batalla contra Medivir de forma directa, entonces desapareció de enfrente de todos y apareció a un costado de Medivir, propinándole un golpe que lo dejo algo tocado por la fuerza que se usó, luego apareció frente a Medivir y le propinó otro golpe tan poderoso como el anterior, ya Razasha había comprendido que la fuerza del dragón era semejante a la suya por lo que estaba utilizando un extra de energía en cada nuevo golpe que estaba dando, más la utilización de su rápida teletrasportación, pero sin embargo cada instante se veía que era más difícil ganarle al dragón, por lo que después de algunos minutos tanto Medivir como Razasha estaban cansados. Uno por recibir esos golpes y el otro por darlos.

Ya habían pasado alrededor de 15 minutos en esa