(5)
Al llegar a casa, llamo a Sandra, para que me ayude a bajar del taxi. La chica realmente preocupada, sale de los edificios en donde vivimos en su pijama favorita.
–¿Qué demonios te paso? –Me pregunta mientras abre la puerta del taxi, notando mi tobillo. –Pensé que el señor Wagner te cuidaría. –Yo solo me apoye en su cuerpo, para decir:
–Fue culpa mía, no del señor Wagner. –Le dije, por último, mientras la chica me ayuda a subir los cuatro pisos en donde estaba nuestro departamento. Y al entrar a este, me puedo dar cuenta que todas mis cosas estaban movidas, era como si una mudanza hubiera dejado su trabajo a la mitad.
–¿Qué demonios paso aquí? –Le pregunté a Sandra, mientras que todo lucía bastante desorganizado.
–Los hombres del señor Wagner. –Me comenta la chica, mientras me sienta en uno de los sillones. –Ayer hablaron con todos nosotros. –Supongo que hablaba de todos los amigos que fuimos a la fiesta anoche
–¿Qué les dijo? –Le pregunté mientras la joven iba al refrigerador, para sacar una bolsa de verduras congelada.
–Nos comentó que el cartel que mato a tu madre, ha estado atemorizando a tu padre. –Yo no podía creer lo que estaba diciendo. –Nos dijo que tu padre estaba recibiendo amenazas, de que te secuestrarían. –Yo no podía creer lo que la chica estaba diciendo. –¿Por qué nunca me comentaste la verdad de cómo murió tu madre? –Yo solo hice una mueca, casi nunca hablaba de la muerte de mi madre.
–Lo lamento. –Le dije mientras la chica lentamente ponía la bolsa de verduras en mi tobillo hinchado. –Nunca pensé que fuera algo importante de decir.
–Lo sé, pero Nía…–Sabía que la chica tenía muchas dudas, pero yo también sabía que no podía ir por la vida, diciendo la verdad de todo.
–¿Qué esperabas que te digiera? Que mataron a mi madre cruelmente. –La chica se queda sin palabras, al escucharme. –Lo lamento. –Le pedí disculpas por ser tan grosera con ella. –No hablo de eso, porque me cuesta hablar del tema. –Le confesé mientras algunas lágrimas salían. –De todos modos, no creo que sea cierto, lo que el señor Wagner dijo. –En mi mente solo pasaba, que el hombre estaba obsesionado conmigo, tanto que quiso que estuviera a su lado, pero eso no explicaba el hecho de dejarme ir. Así que solo me levante del sillón y mientras me recargaba en cualquier cosa que estuviera frente mío, me doy cuenta que el señor Wagner ha movido mi vida, sin siquiera darse cuenta.
Y cuando me encuentro en mi habitación, puedo ver que todo estaba movido. No me gustaba el desastre, pero en este momento no podía moverme, mientras que mi ánimo estaba muy bajo. No quería hacer nada más, que tomar mi celular y llamar a mi padre. Así que fue lo primero que hice.
–¿Hola? –Escucho la voz de mi padre, que me hace querer estar con él. Pero sabía que era mejor estar separados.
–Hola, ¿cómo estás? –Le dije mientras miraba hacía el techo.
–Bien cariño, pero ¿no deberías de estar en el trabajo? –Pregunta mi padre preocupado, como siempre de que llegue a tiempo a todas partes. Recuerdos que siempre estaba preocupado de que nunca llegara tarde a la escuela, cuando era pequeña.
–Renuncie. –Le contesté de inmediato.
–¿Qué? ¿Por qué hiciste eso? –Me pregunta realmente extrañado de mi nueva toma de decisión.
–¿Cuándo planeabas decirme que el señor Wagner, era ese niño que salvaste hace años? –Le pregunté mientras esperaba una buena respuesta.
–Linda, lo lamento mucho. –Se disculpa. –Pero nunca pensé que supieras que ese hombre, fue el joven que rescaté.
–¿Sabías que el señor Wagner, solo me acepto en su empresa para protegerme? –Le pregunté con muchas dudas.
–Realmente pensé que era una casualidad, nunca pensé que el joven Wagner te recordaría. –Me responde con honestidad.
–Pues lo hizo y me dijo que estoy en peligro. –Le respondí con palabras fuertes. –¿Estoy en peligro? –Le pregunté preocupada, esperando que me digiera que eso solo eran mentira del señor Wagner.
–Lo lamento, querida. –Le escucho decir, mientras que eso me hace dudar de inmediato. –Pero el grupo delictivo que secuestro al señor Wagner y que mato a tu madre, han estado amenazándome. Y aunque todos en la policía, pensamos que esto no es algo importante, estamos al tanto de que no te logren encontrar. – Así que de inmediato puedo darme cuenta que el señor Wagner, era uno de los buenos y estaba diciendo la verdad.
–No creo que me pase nada, estaré bien. –Trate de tranquilizar a mi padre, mientras escuchaba su respiración que demostraba su preocupación.
–Se que estarás bien, si el señor Wagner logro recordarte, sé que nunca te dejara sola. –El simple hecho de que mi padre, me estuviera hablando del señor Wagner, como una persona que pudiera protegerme era extraño. Así que de inmediato termine esa llamada, ya que quería darme el tiempo de pensar.
–Bien, ya no tienes trabajo. –Me dije a mi misma, mientras abría mi computadora, para empezar a buscar nuevos empleos, pero mientras intento buscar algo que no sea tan grande, como el empleo en las empresas Wagner, puedo escuchar como algo cae con fuerza en la sala.
Me levanto de la cama, para caminar con torpeza hasta llegar a la sala, en donde veo una escena realmente fuerte. Había un hombre vestido de negro, que estaba encima de mi mejor amiga, tratando de ahorcarla. Yo de inmediato tomo en mis manos una lampara, para lanzársela con fuerza, haciendo que esa persona me prestara atención a mí.
Y cuando sus ojos se cruzan con los míos, puedo darme cuenta que esa persona sonríe debajo de su cubre bocas, para dejar a mi amiga, quién se encuentra inconsciente en el suelo. El hombre camina hacía mi con rapidez, pero a pesar de que tenía un pie lastimado, logro llegar a mi habitación, en donde cierro la puerta con seguro, mientras el hombre empieza a golpear la puerta más de una vez.
Lo único que se viene a mi mente, es tomar el celular y marcar el número del señor Wagner. Por unos segundos pensé que el hombre, no me volvería a contestar en su vida, después de haberle rechazado de esa forma, pero me sorprendió que me contesto con rapidez.
–¡Nía! –Dice mi nombre con sorpresa.
–¡Necesitó ayuda! –Le grité mientras escuchaba como ese hombre, golpeaba una y otra vez mi puerta. –Hay un hombre dentro de mi casa.
–¡Nía, mantén la calma! –Me dice el hombre, al oírme hablar con desesperación. –Ya están mis hombres dentro del edificio, solo mantente encerrada en tu habitación. –Dijo con fuerza, tratando de hacerme entender, que tenía que mantener la calma.
Así que me tire al suelo, detrás de mi cama, para empezar a sudar con mucho miedo, mientras aún escuchaba como ese hombre intentaba acceder a mi habitación. Pero cuando la puerta se abre, puedo ver como ese hombre, que había intentado ahorcar a mi mejor amiga, cae el suelo junto con la puerta de mi habitación. Yo no podía creer lo que había pasado, así que me arrastro con todas mis fuerzas, para poder ver que la persona que estaba detrás de la caída de este hombre, era el mismísimo señor Wagner, quién traía consigo una pistola eléctrica.
El señor Wagner al verme en el suelo, va a mi auxilio.
–¿Nía, estás herida? –De inmediato puedo escuchar, que el hombre está realmente preocupado por mí salud. Lo único que puedo hacer en ese momento, es sonreír con todas mis ganas, ya que el hombre que pensaba como un peligro, me había salvado la vida.
–Solo la pierna, pero el hombre no me toco. –Trate de explicarle mientras el señor Wagner veía mi pie morado e hinchado. –Me caí antes de tomar un taxi, creo que fue el karma. –Le explique sintiéndome mal, por haber huido de su casa sin explicaciones. –Debí quedarme en su casa y…–Pero después recordé a mi mejor amiga. –¡Sandra! –Trate de moverme con rapidez, pero el hombre me detuvo.
–La están atendiendo mis médicos, solo estaba aturdida, no hay de que preocuparse. –Me responde con rapidez, para levantarse del suelo, para tomarme entre sus brazos y cargarme. No puedo negar que mis mejillas de inmediato se tornaron rojas, no podía creer que un hombre tan poderoso y tan apuesto como él, me estuviera sosteniendo entre sus brazos, después de un intento de asesinato.
(6)Todo esto era como una película para mí, había un hombre rico y también había gente que quería matarme. Pero a pesar de que suena emocionante, es terrible saber que tu vida está de por medio. Así que mientras los policías buscaban pistas en mi departamento, Sandra, el señor Wagner y yo, no reunimos en la sala, para poder hablar de lo que estaba pasando.–No sé qué pensar. –Murmuré mientras mi pie estaba encima de una almohada.–Lo único que debe pensar, es que debe de estar conmigo si no quiere morir. –Yo misma me pongo algo molesta, por lo que el señor Wagner dice. Es como si me quisiera en su casa, de una forma u otra.–¿No abra alguna posibilidad, de que me cuide estando en mi propio hogar? –Le pregunté mientras el hombre de inmediato se mofa de mí.–Sí, claro. –Murmuró mientras sonríe un poco. –Para que logren matarla. Mis hombres estaban en el edificio y no pudieron ver la entrada de ese hombre a su departamento. –Comenta con un poco molestia.–¿Nía? –Sandra llama mi atención
(7)Después de dejar a mi mejor amiga bien segura, en el que ahora sería su departamento en Queens, me dirijo hacía el departamento del señor Wagner, quién está sentado en el asiento del copiloto, mientras yo veo toda la ciudad por la ventana, mientras está se llena de agua cayendo lentamente sobre la ventana polarizada, como si fueran lágrimas.Al llegar al edificio en donde el señor Wagner vivía, puedo ver el mismo patrón. El joven de cabellera negra y ojos azules, no permite que nadie me abra la puerta, era como si quisiera ser el único que tuviera contacto conmigo, abriéndome la puerta, para sostenerme una vez entre sus brazos fornidos. Yo no pude evitar perder el aliento, mientras él me sostiene con fuerza.Y cuando entramos al edificio, no puedo evitar ver como todas las personas, que estaban en la recepción, nos miran, o más bien que miran al señor Wagner siendo cariñoso con una chica. Mis mejillas se ponen roja, al ver como más de una mujer se ponen celosas de verme en esta po
(8)2AMMe despierto sudando al escuchar un gritó fuerte, mientras un rayo pasa por mi ventana, alumbrando la habitación. Así que de inmediato me levanto de la cama, haciendo que mi pie sintiera un gran dolor, pero a pesar de ese dolor, no dude en caminar con rapidez, hacía donde venía esos terribles gritos. Los gritos provenían desde dentro de la habitación del señor Wagner, así que de inmediato pensé que era el mismo hombre que me había atacado en la mañana, pero cuando abro la puerta, sintiendo miedo hasta por mi propia vida, veo que no hay nadie en la habitación, solo el joven Wagner, quién gritaba con todas sus fuerzas, mientras se movía con fuerza sobre su cama.Yo de inmediato corrí hacía él, notando que el hombre estaba temblando demasiado, mientras su cuerpo semi desnudo, estaba lleno de sudor. Parecía que estaba soñando con algo malo, así que empecé a moverlo de un lado para otro.–¡Nate, Nate! –Grité una y otra vez su nombre, pero el hombre no reaccionaba, hasta que tomé u
(9)El auto que me lleva al trabajo, es una camioneta negra blindada. Y mientras miró la ciudad desde mi asiento, en donde viven los ricos, empiezo a sentir que extrañare mucho tomar el subterráneo, e incluso vivir en Queens. El chofer que me está llevando, es desconocido para mí, ya que Thomas solo me condujo al auto, para avisarme que iría a mi viejo departamento, a cuidar a Sandra.Por otra parte, sabía que Sandra estaba disfrutando de ver a esos guapos guardaespaldas, que el señor Wagner les asigno. Así que mientras miro el suelo, puedo ver que, aunque ya puedo caminar, mi pie sigue inflamado. Pero a pesar de que estaba lastimada, tenía mucho que probarle al señor Wagner. Así que cuando llegamos a la empresa, el auto se detiene enfrente de esta. El conductor de inmediato me da el aviso.–Señorita Williams, estamos en su trabajo. –Yo reaccione con lentitud, mirando esa gran empresa, que para todos los que pasaban a su lado, les causaba un poco de temor por su imponencia. Todas las
(10)El señor Wagner era tan extraño, me hacía cambiar de humor como nadie más en este mundo. Así que salí de la empresa enojada, mientras mi corazón latía con fuerza. Pero a pesar de que estaba muy confundida, la camioneta blindada ya me estaba esperando fuera de la empresa. Así que uno de los porteros del lugar, me abre la puerta de la camioneta.Entre a esta y ahí estaba Liam, esperándome con una sonrisa en su boca.–Buenas tardes, señorita Williams. –Me dice el amable chofer.–Hola. –Le contesté sin ganas. –Quiero ir casa. –Le dije mientras me ponía el cinturón de seguridad.–A la orden. –Me responde el hombre, dándole marcha al auto.Y mientras íbamos por la ciudad, lo único que puedo hacer es mirar por la ventana, mientras veo una vez más, las gotas de agua cayendo sobre la ventana. Por un momento, dejé este mundo y me hundí dentro de mi cabeza, pero cuando despierto, es cuando veo que el auto no nos estaba llevando a la dirección correcta, sino a la contraría.De inmediato me p
(11)Por la mañana despierto, con mucha tranquilidad, mientras que mi cuerpo se siente renovado. Así que inconscientemente, puedo suspirar con tranquilidad, mientras recuerdo cada parte de lo que paso anoche. Aún puedo sentir sus labios, pasándose por mi piel, mientras me estremecía con su simple toque, pero a pesar de que quería seguir soñando con él, tuve que abrir mis ojos con lentitud.Pero en el lugar en donde me encontraba, no era el mismo lugar en donde cerré los ojos. Estaba en la habitación del mismísimo Nate Wagner. Así que de inmediato me cubro con las sábanas de su cama, para darme cuenta que estaba usando un pijama de seda blanca, que sabía de ante mano, era nuevo. ¿Cuándo fue el momento en que cambie de ropa?Aún no entendía lo que estaba pasando, así que levanté de la cama, dejando mi comodidad a un lado. Tomo su bata color negra, que estaba colgada en uno de sus ganchos, para después ponerme sus pantuflas, para dirigirme hacía planta baja, en donde de inmediato me encu
(12)Sabía que era buena y que lo tenía que hacer.Lo quería, realmente lo quería. Quería ser una diseñadora de modas, con todo mi corazón, así que sabía que tenía que volver al trabajo, después de que el señor Wagner me avergonzara enfrente de todos los nuevos diseñadores. Así que mientras el señor Wagner y yo, nos dirigimos hacía su empresa en la quinta avenida, mientras Thomas conduce el auto, no puedo evitar mirar al suelo con preocupación, hasta que puedo sentir el toque del señor Wagner.–Nía, deja de preocuparte de más. –Me dice el hombre con simples palabras.–Lamento mucho estar de esta forma, pero siento miedo. –Le confesé mientras entrelaza su mano con la mía. –Tengo miedo de no ser lo suficiente, como para poder con este trabajo. –El hombre solo suspira, mientras me escucha.–Nía, te debo de decir que no solo hice esa campaña por ti, sino que invertir millones de dólares en esto, porque sé que usted tiene la capacidad de hacerlo. –Y aún que se escucha sincero, aún sigo si
(13)El tiempo se fue pasando con mucha rapidez, el trabajo y el desfile, me mantuvieron ocupada por dos meses, mientras que parecía que los ataques del cartel, que querían mi pellejo, se habían calmado. Durante estos dos meses, pude conocer muy bien al señor Wagner, pero a pesar de que mi estúpido corazón latía por él con frecuencia, perecía que el señor Wagner también estaba ocupado en su trabajo. Había noches en la cuales no llegaba a dormir, lo cual me preocupaba, ya que me dejaba sola en ese enorme departamento, custodiado de guardaespaldas.Había una gran parte de mí, que quería volver a tocar sus labios, o tocar su cuerpo bien formado, pero también había otra parte, que quería darle su espacio, eso fue hasta que llego el día del desfile. El desfile se llevaría a cabo dentro del teatro de uno de los mejores hoteles, el Hilton.La señorita Visage realmente logro, que cada uno de nuestros diseños fuera prolijo y mostrara una parte, de cada uno de los diseñadores. Así que la ropa e