(35)Ya habían pasado dos semanas.Dos semanas largas, en las que tuve que trabajar y descansar al mismo tiempo.No podía cumplir mis horarios en la empresa, ya que Nate sostenía la idea, de que era bueno que yo no fuera a trabajar algunos días, mientras que también eso me daba tiempo de ver los detalles de la boda. Nate al saber que estaba embarazada, decidió tomar también algo de descanso, para pasar tiempo conmigo, lo cual fue de mucha ayuda, ya que los dos pudimos dedicarnos a armas nuestra boda.Nunca vi a Nate tan feliz, parecía que él realmente se quería casar. Yo no podía negar, que había encontrado al hombre perfecto para mí, no había duda de que había tenido toda la suerte del mundo. A él no le importaba ver cosas estúpidas, como los colores de los manteles de la boda, o bebidas y pasteles. No le importaba hacer esas cosas, solo si me encontraba a su lado.Hasta que el día llego, por fin nos casaríamos en la gigante mansión de los Hamptons. El lugar estaba completamente ador
(36)Después de tener esa charla con mi padre, ya estaba lista para casarme. Estaba muy nerviosa, mis manos delgadas temblaban, mientras mis damas de honor, que eran Lucy Wagner, Lucy y Sandra, me llevaban a un parte de la gran casa, en donde yo esperaría, hasta que nos dieran instrucciones, para poder caminar hacía el altar, que estaba hecho de ramas decorativas, mientras que había flores por todas partes. Mientras que, en el césped, había unas luces que simulaban el camino, que yo debería seguir hacía el altar.Tuvimos que esperar unos diez minutos, en que los invitados se acomodaron en sus lugares, mientras que sabía que mi esposo también estaría esperándome con ansías. Y cuando todo estuvo listo, la planeadora de la fiesta, nos indicó que ya era hora de salir.Yo estaba al lado de mi padre, sintiéndome nerviosa mientras sostengo su brazo con fuerza.–Tranquila. –Murmura mientras me brinda una de sus cálidas sonrisas.–¿Recuerdas cuando tuve que pararme, en medio del escenario en q
(37)La boda se llevaría a cabo en uno de los jardines de la casa, había unas grandes carpas blancas, realmente lujosas, en donde habían construido un ambiente realmente elegante. Mientras las mesas del lugar, estaban hechas de vidrio con flores blancas, y diamantes incrustados en cada uno de los adornos que se les brindaba a los invitados.Y a pesar de que yo había recortado, la boda que los padres que Nate querían para los dos, está era la boda más lujosa del año, en la historia de los Hamptons. Yo estaba tan feliz de haberme casado con Nate Wagner, eso era lo único que me importaba. No me importaba que esta fuera importante, lo único que quería en este día, era unir mi vida con el hombre que amaba.El vestido que estaba usando en la ceremonia del casamiento, era bastante largo y pesado, así que tuve que cambiarlo, con un bello vestido de noche color blanco, de la marca Vera Wang. Y cuando estuve más cómoda, estaba lista para entrar a mi boda, junto con mi esposo, quién sostenía mi
(1)"Nate Wagner, es el millonario más exitoso de Estados Unidos. Con una empresa de servicios diarios, como la luz, el agua, automotrices y millones de tiendas de servicio a su nombre, el joven millonario que vive en New York, decide abrir una campaña para gente joven, en una de sus nuevas ideas. Abrir tiendas de ropa con las ideas de jóvenes emprendedores, que quieran trabajar para la gran marca"Eso era lo que se estaba escuchando en el noticiero y era cierto, el señor Wagner era un joven millonario, que estaba revolucionando a todo el país con sus ideas, pero ahora quería meterse dentro de la moda. ¡Aquí es donde quepo yo! Acababa de graduarme de mi carrera de diseño en modas, así que estaba recién salida de la universidad, cuando me llego la noticia sobre las vacantes nuevas en la empresa Wagner. En el momento en que pisé el edificio Wagner, supe de inmediato que mi vida iba a cambiar.El lugar era de locura, su arquitectura era muy revolucionaria, mientras que había muchos toque
(2)Cuando salí de la empresa Wagner, lo primero que hice fue llamar a mi mejor amiga y compañera de cuarto, Sandra. La chica de risos negros y sonrisa blanqueada, me responde de inmediato. –¿Hola? –Escucho su voz ronca, sabía que quizás a penas se estaba levantando, ya que ella sigue estudiando y no le preocupa mucho la vida laboral. –¿Adivina quién tiene trabajo? –Le pregunté con una sonrisa dibujada en mis labios, pintados de color carmín. La chica con ánimo, empieza a gritar por el teléfono como una loca. Claramente sus gritos eran de felicidad.–¡No puede ser! ¡Tienes trabajo! –Yo solo aleje un poco el teléfono de mi oído, para reírme mientras caminaba por la acera de la calle.–Sí, no puedo creerlo. –Le conteste de inmediato, mientras me metía al subterráneo. –Fue incluso la entrevista más fácil que hice. –Es que eres la mejor diseñadora que he conocido, incluso puedo creer que se quedaron impactados al ver tus bocetos. –Al escucharla de inmediato hice una mueca, ya que el ho
(3)Al entrar a su departamento, puedo ver que vive en uno de los lugares más lujosos de New York.–Alex, Thomas. –Dice el señor Wagner a sus guardaespaldas, que nos acompañaron en todo momento. –Pueden descansar. –Los dos hombres de traje, solo asienten con la cabeza, para después abandonar el lugar.Y cuando estuvimos solos, no pude evitar sentirme realmente incomoda. Él era mi nuevo jefe y ahora estábamos los dos metidos en este apartamento por coincidencia, o por algo forzado.–¿Cómo sabía que iba a estar en ese bar? –Le pregunté sin creer que había sido coincidencia.–Ya le dije señorita Williams. –Responde mientras va a su mini bar, para servirse una copa de wiski. –¿Quiere algo de tomar? –Me pregunta mientras yo solo niego con la cabeza.–Lo único que quiero son respuestas, señor Wagner. –Alce una ceja, para ver como el hombre se acercaba a mí. Para después sentarse en su sillón, en donde cruza una de sus piernas mientras me mira de arriba hacia abajo. Yo de inmediato me empiez
(4)Los recuerdos de ese niño tan extraño, se muestran en mis sueños como una película. Aún puedo recordar que por mucho que mi madre le diera de comer, el joven niño empujaba la comida, negándose a comer. Estaba tan lastimado, que no quería acercarse a nadie.Pero a pesar que quiero recordar más de ese joven, no puedo seguir soñando, porque siento como alguien acaricia mis mejillas. Abro mis ojos de par en par, para ver la cara del señor Wagner, mirándome con tanta plenitud mientras sus nudillos acarician con lentitud mis mejillas. Mi cuerpo de inmediato reacciona, empujando al hombre con fuerza.–¡Cálmese, Nía! –Dice el hombre mofándose un poco, mientras ve mi reacción.–Dígame que esto es un sueño. –Le dije mientras frotaba mis ojos con mis manos.–Lo lamento, pero los sueños no son tan buenos. –Me contesta para después darme una bolsa.–¿Qué es esto? –Le pregunté mientras sostenía la bolsa en mis manos cansadas.–Usted misma puede ver lo que es. –Camina hacía la salida. –Nos vemos
(5)Al llegar a casa, llamo a Sandra, para que me ayude a bajar del taxi. La chica realmente preocupada, sale de los edificios en donde vivimos en su pijama favorita.–¿Qué demonios te paso? –Me pregunta mientras abre la puerta del taxi, notando mi tobillo. –Pensé que el señor Wagner te cuidaría. –Yo solo me apoye en su cuerpo, para decir:–Fue culpa mía, no del señor Wagner. –Le dije, por último, mientras la chica me ayuda a subir los cuatro pisos en donde estaba nuestro departamento. Y al entrar a este, me puedo dar cuenta que todas mis cosas estaban movidas, era como si una mudanza hubiera dejado su trabajo a la mitad.–¿Qué demonios paso aquí? –Le pregunté a Sandra, mientras que todo lucía bastante desorganizado.–Los hombres del señor Wagner. –Me comenta la chica, mientras me sienta en uno de los sillones. –Ayer hablaron con todos nosotros. –Supongo que hablaba de todos los amigos que fuimos a la fiesta anoche–¿Qué les dijo? –Le pregunté mientras la joven iba al refrigerador, p