(9)El auto que me lleva al trabajo, es una camioneta negra blindada. Y mientras miró la ciudad desde mi asiento, en donde viven los ricos, empiezo a sentir que extrañare mucho tomar el subterráneo, e incluso vivir en Queens. El chofer que me está llevando, es desconocido para mí, ya que Thomas solo me condujo al auto, para avisarme que iría a mi viejo departamento, a cuidar a Sandra.Por otra parte, sabía que Sandra estaba disfrutando de ver a esos guapos guardaespaldas, que el señor Wagner les asigno. Así que mientras miro el suelo, puedo ver que, aunque ya puedo caminar, mi pie sigue inflamado. Pero a pesar de que estaba lastimada, tenía mucho que probarle al señor Wagner. Así que cuando llegamos a la empresa, el auto se detiene enfrente de esta. El conductor de inmediato me da el aviso.–Señorita Williams, estamos en su trabajo. –Yo reaccione con lentitud, mirando esa gran empresa, que para todos los que pasaban a su lado, les causaba un poco de temor por su imponencia. Todas las
(10)El señor Wagner era tan extraño, me hacía cambiar de humor como nadie más en este mundo. Así que salí de la empresa enojada, mientras mi corazón latía con fuerza. Pero a pesar de que estaba muy confundida, la camioneta blindada ya me estaba esperando fuera de la empresa. Así que uno de los porteros del lugar, me abre la puerta de la camioneta.Entre a esta y ahí estaba Liam, esperándome con una sonrisa en su boca.–Buenas tardes, señorita Williams. –Me dice el amable chofer.–Hola. –Le contesté sin ganas. –Quiero ir casa. –Le dije mientras me ponía el cinturón de seguridad.–A la orden. –Me responde el hombre, dándole marcha al auto.Y mientras íbamos por la ciudad, lo único que puedo hacer es mirar por la ventana, mientras veo una vez más, las gotas de agua cayendo sobre la ventana. Por un momento, dejé este mundo y me hundí dentro de mi cabeza, pero cuando despierto, es cuando veo que el auto no nos estaba llevando a la dirección correcta, sino a la contraría.De inmediato me p
(11)Por la mañana despierto, con mucha tranquilidad, mientras que mi cuerpo se siente renovado. Así que inconscientemente, puedo suspirar con tranquilidad, mientras recuerdo cada parte de lo que paso anoche. Aún puedo sentir sus labios, pasándose por mi piel, mientras me estremecía con su simple toque, pero a pesar de que quería seguir soñando con él, tuve que abrir mis ojos con lentitud.Pero en el lugar en donde me encontraba, no era el mismo lugar en donde cerré los ojos. Estaba en la habitación del mismísimo Nate Wagner. Así que de inmediato me cubro con las sábanas de su cama, para darme cuenta que estaba usando un pijama de seda blanca, que sabía de ante mano, era nuevo. ¿Cuándo fue el momento en que cambie de ropa?Aún no entendía lo que estaba pasando, así que levanté de la cama, dejando mi comodidad a un lado. Tomo su bata color negra, que estaba colgada en uno de sus ganchos, para después ponerme sus pantuflas, para dirigirme hacía planta baja, en donde de inmediato me encu
(12)Sabía que era buena y que lo tenía que hacer.Lo quería, realmente lo quería. Quería ser una diseñadora de modas, con todo mi corazón, así que sabía que tenía que volver al trabajo, después de que el señor Wagner me avergonzara enfrente de todos los nuevos diseñadores. Así que mientras el señor Wagner y yo, nos dirigimos hacía su empresa en la quinta avenida, mientras Thomas conduce el auto, no puedo evitar mirar al suelo con preocupación, hasta que puedo sentir el toque del señor Wagner.–Nía, deja de preocuparte de más. –Me dice el hombre con simples palabras.–Lamento mucho estar de esta forma, pero siento miedo. –Le confesé mientras entrelaza su mano con la mía. –Tengo miedo de no ser lo suficiente, como para poder con este trabajo. –El hombre solo suspira, mientras me escucha.–Nía, te debo de decir que no solo hice esa campaña por ti, sino que invertir millones de dólares en esto, porque sé que usted tiene la capacidad de hacerlo. –Y aún que se escucha sincero, aún sigo si
(13)El tiempo se fue pasando con mucha rapidez, el trabajo y el desfile, me mantuvieron ocupada por dos meses, mientras que parecía que los ataques del cartel, que querían mi pellejo, se habían calmado. Durante estos dos meses, pude conocer muy bien al señor Wagner, pero a pesar de que mi estúpido corazón latía por él con frecuencia, perecía que el señor Wagner también estaba ocupado en su trabajo. Había noches en la cuales no llegaba a dormir, lo cual me preocupaba, ya que me dejaba sola en ese enorme departamento, custodiado de guardaespaldas.Había una gran parte de mí, que quería volver a tocar sus labios, o tocar su cuerpo bien formado, pero también había otra parte, que quería darle su espacio, eso fue hasta que llego el día del desfile. El desfile se llevaría a cabo dentro del teatro de uno de los mejores hoteles, el Hilton.La señorita Visage realmente logro, que cada uno de nuestros diseños fuera prolijo y mostrara una parte, de cada uno de los diseñadores. Así que la ropa e
(14)La sorpresa de ver nuestros nombres en esa nota, nos hicieron temblar en nuestros asientos. Pero el señor Wagner, no estaba dispuesto a quedarse sentado con las manos cruzadas. Así que se levantó de su asiento, para pedirle a su personal algunas cosas.–¡Quiero que la ropa de la señorita Williams, este empacada! –Le da órdenes a la servidumbre, mientras camina por el departamento con rapidez. Yo le sigo para preguntar, que trataba de hacer.–¿Qué hace? ¿Nos iremos? –Preguntaba mientras seguía al hombre, que parecía no tener palabras para mí. Hasta que los dos llegamos a su despacho, en donde cerré la puerta para poder hacerle frente. –Tienes que decirme que haremos. –Le pedí mientras veía que el señor Wagner, lucía un poco débil. Así que se dejó caer sobre su asiento, para después murmurar:–No permitiré que le toquen ni un pelo, te llevare hacía el lugar más seguro y no me importa, si pueda ser incluso fuera de este mundo. –Me comenta mientras que yo lo sigo mirando, con mucha a
(15)Por la mañana despierto cuando el sol se posa en mi ventana, mientras escuchaba las olas del mar, golpeando con fuerza en la playa. Así que con los ojos cerrados suspiro con fuerza, para después abrir mis ojos, mirando la luz de sol que me hace queda un poco ciega, pero al mismo tiempo no puedo dejar de sonreír, mientras recuerdo lo que había pasado anoche. El señor Wagner y yo habíamos hecho el amor, como locos. Aún puedo sentir sus manos por cada centímetro de mi piel, mientras le sigo sonriendo al sol, para después percatarme que el señor Wagner, no está en la cama conmigo.Así que me levanto con rapidez de la cama, para tomar una bata y bajar las escaleras del lugar, para caminar por todos los lugares de la mansión; la terraza, el estudio, los salones y hasta el final la cocina, en donde puedo oler que alguien está cocinando panqueques.Al entrar a esta, puedo darme cuenta que la persona, quién está haciendo esos deliciosos panqueques, era el señor Wagner, quién llevaba puest
(16)Dormíamos pacíficamente, mientras oíamos las olas del mar golpeándose una contra la otra. Se podía decir que toda la mansión se mantenía pacífica. Hasta que escuche un gritó fuerte, que de inmediato me hizo despertar. Este grito provenía de Nate, quién estaba a un lado mío, parecía que estaba teniendo una mala pesadilla.De inmediato prendí la lampara, que estaba al lado de mí, para poder tranquilizar al hombre de cabellera negra, mientras se movía con fuerzas, dando patadas mientras todo su cuerpo sudaba demasiado. Trate de hacerle despertar más de una vez, pero parecía que era imposible, así que tome un vaso de agua que estaba sobre mi buró, y se lo lance, haciendo que el joven de inmediato reaccionara. Despertando con el aliento agitado, mientras su nariz pedía a gritos por algo de oxígeno.–¡Nate!–Dije su nombre con preocupación, mientras él seguía mirando a todos lados, quizás dándose cuenta que no estaba más en ese sueño.–¿Qué paso?–Le pregunté realmente preocupada.–No fue