(14)La sorpresa de ver nuestros nombres en esa nota, nos hicieron temblar en nuestros asientos. Pero el señor Wagner, no estaba dispuesto a quedarse sentado con las manos cruzadas. Así que se levantó de su asiento, para pedirle a su personal algunas cosas.–¡Quiero que la ropa de la señorita Williams, este empacada! –Le da órdenes a la servidumbre, mientras camina por el departamento con rapidez. Yo le sigo para preguntar, que trataba de hacer.–¿Qué hace? ¿Nos iremos? –Preguntaba mientras seguía al hombre, que parecía no tener palabras para mí. Hasta que los dos llegamos a su despacho, en donde cerré la puerta para poder hacerle frente. –Tienes que decirme que haremos. –Le pedí mientras veía que el señor Wagner, lucía un poco débil. Así que se dejó caer sobre su asiento, para después murmurar:–No permitiré que le toquen ni un pelo, te llevare hacía el lugar más seguro y no me importa, si pueda ser incluso fuera de este mundo. –Me comenta mientras que yo lo sigo mirando, con mucha a
(15)Por la mañana despierto cuando el sol se posa en mi ventana, mientras escuchaba las olas del mar, golpeando con fuerza en la playa. Así que con los ojos cerrados suspiro con fuerza, para después abrir mis ojos, mirando la luz de sol que me hace queda un poco ciega, pero al mismo tiempo no puedo dejar de sonreír, mientras recuerdo lo que había pasado anoche. El señor Wagner y yo habíamos hecho el amor, como locos. Aún puedo sentir sus manos por cada centímetro de mi piel, mientras le sigo sonriendo al sol, para después percatarme que el señor Wagner, no está en la cama conmigo.Así que me levanto con rapidez de la cama, para tomar una bata y bajar las escaleras del lugar, para caminar por todos los lugares de la mansión; la terraza, el estudio, los salones y hasta el final la cocina, en donde puedo oler que alguien está cocinando panqueques.Al entrar a esta, puedo darme cuenta que la persona, quién está haciendo esos deliciosos panqueques, era el señor Wagner, quién llevaba puest
(16)Dormíamos pacíficamente, mientras oíamos las olas del mar golpeándose una contra la otra. Se podía decir que toda la mansión se mantenía pacífica. Hasta que escuche un gritó fuerte, que de inmediato me hizo despertar. Este grito provenía de Nate, quién estaba a un lado mío, parecía que estaba teniendo una mala pesadilla.De inmediato prendí la lampara, que estaba al lado de mí, para poder tranquilizar al hombre de cabellera negra, mientras se movía con fuerzas, dando patadas mientras todo su cuerpo sudaba demasiado. Trate de hacerle despertar más de una vez, pero parecía que era imposible, así que tome un vaso de agua que estaba sobre mi buró, y se lo lance, haciendo que el joven de inmediato reaccionara. Despertando con el aliento agitado, mientras su nariz pedía a gritos por algo de oxígeno.–¡Nate!–Dije su nombre con preocupación, mientras él seguía mirando a todos lados, quizás dándose cuenta que no estaba más en ese sueño.–¿Qué paso?–Le pregunté realmente preocupada.–No fue
(17)Por el mañana despierto, abriendo los ojos de par en par.De inmediato busco a mi alrededor, buscando a Nate por la habitación, pero él no se encontraba en ninguna parte. Así que me levante de la cama con rapidez, para ponerme una bata, tapando mi cuerpo desnudo, pero mientras buscaba mis zapatos, puedo ver por la ventana, que Nate se encontraba en la playa, usando solo un pantalón deportivo, mientras miraba hacia el mar con detenimiento.Al ver que Nate estaba bien, de inmediato puedo sentir con mi espíritu, regresa a mi cuerpo. Así que suspiró mientras lo miró con detenimiento, sonriendo al verlo en un momento tan puro. Decido que el hombre, se una con el agua, mientras yo bajo lentamente hacía la playa.Al estar en está, puedo notar que, a pesar de ser un buen día, el sol está un poco nublado, mientras que el frio invade un poco mi cuerpo, mientras la brida marina me golpea un poco. Con lentitud voy caminado hacía ese joven, que aún parece estar meditando. Y cuando llego hasta
18)Las maletas están hechas y yo estoy lista, para dejar este sueño en Italia. Mientras que la lluvia cae, a pesar de ser un sitio con mucho sol. Estaba molesta con Nate, es por eso que los dos al estar en el jet privado, decidimos no hablarnos, mientras que Lisa nos acompaña. A pesar de todo lo que pensé de ella, era una mujer que realmente le importaba mi caso, ella me empezó a empapar un poco más sobre el caso, dándome a entender, que las personas que yo creía que estaba detrás de mí, no lo estaban.–Mantente tranquila. –Me comenta mientras ve mis lágrimas. –Tu padre estará bien.–¿Cómo lo sabes? –Le pregunté un poco molesta, porque sabía que ella no era una adivina, como para que me digiera que mi padre estará bien.–Siempre que te pase algo malo, piensa en lo mejor. –Me responde con algo de frialdad. –He tenido casos muy difíciles, y siempre me mantengo a mí misma optimista. –Pero no podía ser optimista como ella, no era tan fría como para dejar que esto se me olvide. Ni tampoco
(19)Era un hecho, no regresaría a Nueva York junto con todos mis amigos, incluyendo al señor Wagner. Era un triste final, pero yo había tomado mi decisión, amaba mucho a mi padre, más que a el señor Wagner.Todas mis cosas fueron transportadas de Nueva York, a Washington. Fue un poco gracioso recibir todas mis cosas, que estaban tanto en mi departamento en Queens, como en la casa del señor Wagner. Ya que, desde un principio, mis cosas en Queens, jamás llegaron a la casa del señor Wagner. Y la persona que estaba ahí, para entregarme todas mis cosas, era la señorita Ferguson, la secretaría del señor Wagner, que mágicamente apareció en la entrada de la casa de mi padre, con todo un camión de mudanza.–¿Señorita Ferguson? –Le dije sorprendida de verla, mientras que mucha gente entraba y salía de mi casa. La mayoría hombres, que dejaron mis cosas dentro de mi vieja habitación.–Solo vengo a entregarle todas sus cosas. –Dice la mujer con mucha seriedad, era como si estuviera molesta conmi
(20)Tenía que regresar a Nueva York, así que tomé el boleto que Lucy Wagner había comprado para mí. Sabía que no me podía negar a ver este desfile, a pesar de no querer llamar la atención de nadie, quería ser cuidadosa para que nadie pudiera hacerle daño a los que más amaba.Y al llegar al aeropuerto de Nueva York, me doy cuenta que mis mejores amigos, estaban ahí esperándome junto con Lucy Wagner, mientras sostenían pancartas con mi nombre en estás. No podía negar que, al verlos a todos gritando mi nombre, me puse a llorar como una pequeña niña. Ellos corrieron hacía mí, porque detuve mi caminar, para arrodillarme a llorar al ver todo el amor que me brindaban.Y cuando están conmigo, me abrazan con fuerza.–¡No llores, Nía! –Me piden todos, mientras que aunque me pidan que no llore, sé que llorare a un más.–Lo siento. –Me lamento después de abrazarlos a todos.–Te entendemos. –Me dice Sandra, quién viene acompañada con el guardaespaldas del señor Wagner, Thomas.–Tu jefe…–Quería sa
(21)El show empezó y el señor Wagner, aún no sabía que me encontraba en el lugar.Él y su acompañante, entraron al lugar siendo acompañados por varios guardaespaldas. No podía negar que me dolía mucho, ver como esa mujer tomaba del brazo de Nate, mientras el joven a pesar de estar a su lado, parecía indiferente ante esa mujer tan hermosa. Yo me escondí entre la multitud, mirando hacía el suelo cuando paso a un lado mío. Lucy de inmediato me da la mano, porque sabía que estaba nerviosa.–Tranquila. –Me dice al verme sudar.–Sí. –Le contesté intranquila, mientras podía ver como la mujer, conocida como Christine se sienta en primera fila, al lado de los padres de los Wagner, mientras Nate subes las escaleras de la pasarela, para acercarse a un micrófono y abrir el show.–Buenas noches, a todos mis invitados. –Saluda el señor Wagner, a todos los invitados mientras yo siento como mi piel se eriza. –Les agradezco a todos por haber venido a esta noche, a la gran apertura de la colección de