Anya Llegamos a la propiedad que es una casona que le pertenecía al papá de Rocco. Primero entran sus hombres y dan un recorrido por toda la casa, al dar la señal de que es segura bajamos de las camionetas y nos adentramos. Una vez adentro encienden todas las luces, el lugar es muy hermoso y tiene un estilo antiguo. Doy algunos pasos dentro de la casa y comienzo a sentirme débil, estoy a punto de caer, pero Rocco me sostiene. —¿Estás bien? — cuestiona Rocco preocupado, pero no me siento con fuerzas para decir nada —No ha comido nada desde la mañana— Responde Andrea —¿Ustedes cómo están? — les pregunta a Andrea y Rossana —Bien, Anya se llevó la peor parte— Responde Rossana, pero Rocco puede ver qué las dos tienen golpes —Consígueles comida y ropa limpia, también para mí— ordena a uno de los hombres que nos venían custodiando —Llevare a Anya a la habitación, Andrea y Rossana síganme, les diré dónde hospedarse para que descansen mientras llega el doctor y la comida— les ind
Anya . . Estoy recostada en la cama, ya he cenado por lo cual recupere mis fuerzas, aunque todavía me siento un poco cansada, Rocco no ha regresado aún y pienso que es lo que tenía que hacer con tanta urgencia como para salir en lugar de descansar de este horrible día. Trato de dormir un poco pero no puedo, no dejo de pensar en lo que dijo el doctor, en la prueba de embarazo. ¿Y si sale positiva? ¿que haré? Es decir, nada me haría más feliz que tener un bebé de Rocco, un pequeño cachorrito de mi lobo. Pero eso no me impide saber que es una locura tener un hijo, así como están las cosas, con Leonel y el diablo intentando matarnos, tener un hijo en este momento no es lo más sensato. Me siento triste, nerviosa y preocupada. Además, no estoy del todo segura de lo que Rocco siente por mí, yo sé que le importo, se preocupa por mi bienestar, pero nunca me ha dicho si lo que siente es por qué me ama o simplemente se está acostumbrando a mi presencia en su vida. Tengo este sentimiento
Leonel Black . Ya se ha vendido el 50% de las acciones de la empresa, poco a poco los accionistas se están retirando, si no fuera por qué Carlo Bianchi consiguió compradores ahora mismo estaría en la ruina. Decidí ocultarme por un tiempo, todos piensan que me fui a California, pero lo cierto es que no me he movido. Rocco Cassano no ha desperdiciado la oportunidad para atacarme, está vez no solo incendio una bodega, también dos camiones de materiales, la gente está preocupada, ya no quieren seguir trabajando por miedo a un atentado, además, por si no fuera poco la prensa no ha parado de dar notas amarillistas a pesar de que ya he pagado una buena cantidad para que no se hable del tema. —Maldito seas Cassano— Farfullo mientras estrelló mi vaso con licor en la pared de mi despacho. No obstante Alondra insiste en que debemos de tener un hijo, debo deshacerme de ella, pero no puedo, su padre, Massimo Romano, es un hombre muy importante en la política, jamás permitirá que deje a su hi
Me siento, triste, abrumada, desesperada y ansiosa. Ayer Rocco escucho de Andrea que estoy embarazada. Me cuestiono si era verdad lo que Andrea había dicho y yo simplemente no pude decir nada, su mirada era tan severa que me produjo miedo, miedo de cualquier otra reacción que no fuera felicidad. No lo negué, solo logré asentir con la cabeza cuando me miró aún más fijamente y me dijo: "responde de una vez ¿estás embarazada Anya?" cuando moví mi cabeza en un gesto de asentimiento, se llevó una mano a la cabeza y bajo la mirada, no me dijo nada, no me miró a los ojos, simplemente no reaccionó. No podía descifrar si estaba molesto, preocupado o tal vez ambas y justo cuando pensaba decir algo Enzo lo llamo histérico. Uno de sus cargamentos había salido mal, eso es algo que no ocurre a menudo, pero sus tiempos para enviar mercancía son muy exactos, todo debe ir de acuerdo con su plan de trabajo pues al ser cosas ilegales, no se puede permitir errores, un error implica desde perdida de
Rocco . . El que Anya confirmará que estaba embarazada dio paso a muchas emociones en mí, jamás había pensado que un día yo me convertiría en padre y menos en el padre de los hijos de Anya. Ella no pudo hilar ni una palabra, solo asintió cuando por tercera vez cuestione si era cierto que estaba embarazada. Enzo había llamado para decirme que la salida de la mercancía había fallado, si ya con lo del embarazo estaba con la cabeza dando vueltas, esto solo lo hizo empeorar. No pude concentrarme en nada y no era solo el hecho de que me convertiría en padre, sino el recordar la mirada asustada de Anya cuando vio que yo estaba ahí. ¿Acaso no pensaba decírmelo? Esto solo hizo que me desconcertara más. Siempre pensé que lo mejor sería enviarla a un lugar lejano, permitirle hacer su vida como una persona normal, pero la llegada de un bebé lo cambiaba todo. Si bien nunca desee ser padre, no podía negarle a ese niño o niña la oportunidad de crecer en un hogar, no después de vivir en ca
Anya . . Me rodea un mar de emociones, luego de que aceptara casarme con Rocco nos besamos apasionadamente. Regresamos casi a la media noche, en esta casa Rocco no tiene una habitación aparte, compartimos la misma, poco a poco he ido quitando esa barrera que, aunque no era muy grande, nos separaba. —¿Estás bien? — cuestiona el —¿Sabes cuántas veces me has preguntado si estoy bien en este día? — cuestiono acercándome a su cuerpo. —Te lo he preguntado más de mil veces desde que te conozco— Inquiere —Necesito asegurarme cada segundo de que estés bien al igual que mi cachorro— responde acariciando mi vientre —Pues este cachorro y yo estamos bien y estaremos mejor si te quedas a dormir aquí— —No puedo, tengo que trabajar, solo será está semana, la próxima me quedaré contigo cada día, por lo tanto, necesito que comiences con los preparativos de la boda, aunque me encantaría hacer algo en grande tendrá que ser una ceremonia pequeña. — comienza a desvestirse para cambiarse de ro
Leonel Black..Han pasado muchas cosas en las últimas semanas, me siento desesperado, el maldito de Cassano se ha vuelto una piedra en el zapato.Está mañana la policía estuvo en la empresa, por tercera vez en esta semana, no dejan de revisar que exista alguna irregularidad en el manejo de mi empresa. Por si fuera poco, la prensa es la que está más al pendiente de todo esto. La gente ya está comenzando a dudar de mi reputación y todo por el maldito lobo.—Disculpe que interrumpa, pero el señor Massimo Romano está aquí— dice mi asistente. Me detengo a pensar que quiere el padre de Alondra está vez. Tal vez solo molestar con lo de la prensa.—Hazlo pasar— ordeno, después de todo no puedo negarme a ver a mi suegro—Massimo, que gusto verte— finjo que me emociona verlo.—déjate de hipocresías yerno— Inquiere con ese tono arrogante—Vine a qué me expliques por qué no has hecho nada para calmar a la maldita prensa. — No sé por qué le interesa tanto si nadie sabe que Alondra es su hija, na
Anya . . Está noche en especial se sintió fría, luche un poco contra el insomnio pues a pesar de sentirme agotada por una semana intensa de preparativos, no había podido conciliar el sueño, de pronto siento una suave caricia en mi mejilla, aún sin abrir los ojos sonrió, por qué sé que se trata de Rocco, el aroma de su colonia es inconfundible, con esos tonos ligeros entre mandarina y bergamota mesclados perfectamente con la sutil fragancia de lavanda y el toque amaderado y cálido de ámbar, pienso que es el digno aroma de un lobo, pues olerlo solo me recuerda a una noche fresca de luna llena. Siento sus dedos recorrer el puente de mi nariz, después los pasa por mis labios, arrugo mi entrecejo y abro los ojos con dificultad, pero esbozando una gran sonrisa porque está aquí conmigo. —Siento despertarte bonita— susurra mientras retira algunos cabellos de mi rostro. —No pude evitar sentir tu piel, deseaba tanto venir a verte— apoyo mis brazos en la cama y me levanto lo más rápido qu