—Nada,Lina.Mi amiga me mira con una ceja alzada porque sabe que miento. Que entre los dos está pasando de todo y que no hay forma de negarlo a pesar de que para los efectos somos hermanos, a ojos del mundo.—Estaban discutiendo encerrados en un baño de discoteca, Alhana...está claro que algo pasa entre los dos.—Se cree mi dueño —contesto dando una mentira a medias —.Siente que tiene derechos sobre mí y me ha prohibido dormir fuera. Es tan imbécil cuando quiere.—Joder, entonces se nos ha jodido el plan de mañana. —Se queja ella entendiendo que las cosas han cambiado.—¡Buenas noches, señoritas!—Colin pasa por detrás de mí y se despide con cinismo poniendo su mano en mi trasero antes de pasar de largo. Yo suspiro.—No, mañana iremos a esa fiesta. Solo que hoy no dormiré fuera para que no me tueste más. Él puede ser molesto cuando se lo propone.—Bueno, yo he ligado y me quiero llevar el tío a casa —me cuenta ella entrando en su turno al lavabo y la sigo.—Eso es perfecto, así no me s
—¿De dónde sacaste eso?—cuestiono aferrándome a sus antebrazos.—Ya te dije que he estado investigando. Un detective.—Pero, ¿De dónde sacó esa teoría?Prefiero no involucrar emociones todavía. No sería prudente hacer sentir a mi mente una ilusión que puede romperse igual de fácil que se ha creado.—Estuvo investigando a tu madre, o sea, su pasado —aclara y le cambia algo en el semblante —, y resulta que efectivamente salió de mi casa embarazada, no ha podido descubrir de quien; por ese entonces ella se fue a un pueblito donde tenía un familiar lejano y allí estuvo un par de semanas. Dice el investigador que hay una testigo que ya es una anciana pero muy lúcida que le aseguró que mi padre fue quien se apareció allí y la trajo de regreso. Después de eso volvió al pueblo en alguna otra ocasión pero no pudo precisar nada más. La señora le dijo que solo hablaría con sus hijos.—¿Por qué no me lo dijiste, Colin? —demando irritada —Mejor aún, ¿Pensabas decírmelo algún día?Le empujo molesta
El pueblo es muy bonito, solitario...pero bonito.Llegamos luego de tres horas de conducir sin descanso y bajamos en un parador justo a la entrada del mismo, tengo hambre, sueño y me duelen los pies.—¡Dios, que dolor de espalda! —se queja Colin. Me acerco a él que se está estirando en medio del lugar y le hundo las manos en el cuello para darle un improvisado masaje al que responde con varios gemidos de placer. Me incita a seguir y le relajo los músculos tensos del cuello, un poco más.—Luego me subiré desnuda a tu espalda, con las piernas a tu alrededor y morderé tu cuello mientras te hago otro masaje relajante. Ahora vamos a tomar un café.Me doy la vuelta para ir a desayunar algo y me regresa a sus brazos, para levantarme del suelo y pegarme a su boca.—¿Por qué eres tan tentadora? —me reclama y le doy un beso en la mejilla.—Porque es muy fácil tentarte —explico y me deja en el suelo soltando varios besos por mi rostro sonrojado por el deseo latente.Siempre que estamos juntos e
—¡Váyanse de aquí! —chilla despavorida.No entiendo nada de lo que sucede y justo por eso me quedo esperando una orden de mi cerebro que nunca llega para decirme qué demonios debo hacer.—¡Oiga,espere!—interrumpe Colin la escapada de mi abuela.Y es que es ella. Es su pelo blanco, la herida bajo el labio, los ojos grises casi cristalinos por la edad, su bastón de siempre...es que es mi abuela aunque ella lo niegue y resulta que hace dos años me aseguró que había muerto.Bien es cierto que no teníamos mucha relación con ella, nunca la veía y pocas veces fue a visitarnos. También es verdad que no tenia dinero con el que ayudarnos y se supone que los últimos años de su vida los había pasado en un asilo pero ahora viendo lo que estoy viendo, tengo mis dudas. Ya no me creo nada.—Abuela, que soy yo.¿ Cómo me voy a ir sin hablar contigo?Finalmente salgo de mi estado de estupefacción y reacciono. Ella a punto de cerrar la puerta me mira indecisa hasta que se aventura y me toma de una mano,
Cuando llegamos a la mansión de Colin, nos sorprendimos de ver varios autos afuera, autos desconocidos y la primita del alma, la tal Martha estaba sentada en una de las barandas de la escalera de mármol de la entrada, fumando un cigarro que apagó en cuanto vió el coche entrando por la rampa del jardín. —Mira, si hasta nos recibe tu amorcito —resongo con sarcasmo.—Venga, Alhana no seas irónica que sabes que tú eres la única mujer que deseo —me toca la rodilla y me enfurruño contra la ventanilla.Soy una cría y sé reconocerlo pero los celos me pueden.Bajamos del coche y no hago más que tirar la puerta cuando siento que la grava suena detrás de mí indicando que viene alguien y no necesito girarme para saber de quién se trata.—Por fin llegas...La muy víbora le besa en los labios y como no quiero molestarme por algo que es él quien tiene que solucionar, me esfuerzo en dejarlos solos y subo los escalones resignada.Colin dijo que iba a hacer que todos supieran de lo nuestro, pero no se
Hace tres semanas que me fui de su casa de la peor manera: con el alma en pedazos y el corazón roto.Él me echó a patadas y me hizo sentir que yo era una mujer interesada en algo que él mismo vino a ofrecer y de lo que ambos sabemos que yo no tenía ni idea.No insistí en probar mi inocencia ante las palabras de su prima y la falsa grabación que le mostraron porque no soy partidaria de excusarme por algo que los que me conozcan verdaderamente tendrían que ser capaces de reconocer solos. Colin tenía que saber que yo no haría algo así y en el peor de los casos darme el beneficio de la duda.—Buenos días, dormilona! Megan pone un café sobre mi mesa de noche y me quito la almohada del rostro sacando al nuevo día mi agotado semblante.—Es sábado, déjame dormir. No quiero amanecer aún —me quejo dándole la espalda girando en mis sábanas.—Abajo está Lina, trae un mensaje de él —comenta seria y no menciona su nombre. Lo prefiero así. Las chicas que se volvieron mis amigas en el poco tiempo q
Ignoro cualquier sentimiento que quiera aflorar por él en mi interior empático y le dejo atrás entrando al despacho donde el resto de la familia de Colin espera.—¡Hola!Esa es la única palabra que sale de mis labios, no me apetece saludar a nadie y solo quiero irme de aquí lo antes posible y cerrar para siempre este capítulo en mi vida.Parecen hienas hambrientas por tomar su trozo de carne. La metáfora es perfecta, casi puedo sentir el olor de la presa que se rifan entre ellos y lo peor es que esa presa sigue siendo una fuente de deseo para mí. Trato de no verlo cuando entra y cruzo mis piernas esperando que empiece la lectura testamentaria. Colin se sienta frente a mí, con su novia al costado y sus ojos no se apartan de los míos. No le miro pero le siento. Es abrumador estar así de expuesta frente a él. Vibra mi teléfono en mi bolso y lo saco para leer el mensaje de Megan mientras el albacea saca documentos y un CD.*¿Cómo va todo?* Pregunta ella, la muy cotilla.*Tía, me está
>>>Me repito una y otra vez esas benditas palabras que no definen para nada como me siento en este momento pero por lo menos es una mala táctica en negación de mantener a mi cerebro ocupado y que no me lance ordenes de venirme abajo y empezar a llorar desconsolada.—¡Yo...necesito...un, uhm...un minuto!Colin tartamudea poniendo sus codos sobre sus rodillas y escondiendo el rostro entre sus manos temblorosas.Yo sigo de pie, no me puedo dejar caer. Tengo que encontrar la solución a este asunto y uno de los dos debe mantenerse a flote. Es evidente que él ha naufragado en las playas del remordimiento y el pánico. —Ahora seguimos —le indico al abogado que espera tranquilo con sus manos cruzadas sobre los papeles —; pero necesito que me muestre primero esa partida de nacimiento que menciona.El hombre no responde nada más sin embargo asiente y extiende hasta mí la documentación que le solicito