El pueblo es muy bonito, solitario...pero bonito.Llegamos luego de tres horas de conducir sin descanso y bajamos en un parador justo a la entrada del mismo, tengo hambre, sueño y me duelen los pies.—¡Dios, que dolor de espalda! —se queja Colin. Me acerco a él que se está estirando en medio del lugar y le hundo las manos en el cuello para darle un improvisado masaje al que responde con varios gemidos de placer. Me incita a seguir y le relajo los músculos tensos del cuello, un poco más.—Luego me subiré desnuda a tu espalda, con las piernas a tu alrededor y morderé tu cuello mientras te hago otro masaje relajante. Ahora vamos a tomar un café.Me doy la vuelta para ir a desayunar algo y me regresa a sus brazos, para levantarme del suelo y pegarme a su boca.—¿Por qué eres tan tentadora? —me reclama y le doy un beso en la mejilla.—Porque es muy fácil tentarte —explico y me deja en el suelo soltando varios besos por mi rostro sonrojado por el deseo latente.Siempre que estamos juntos e
—¡Váyanse de aquí! —chilla despavorida.No entiendo nada de lo que sucede y justo por eso me quedo esperando una orden de mi cerebro que nunca llega para decirme qué demonios debo hacer.—¡Oiga,espere!—interrumpe Colin la escapada de mi abuela.Y es que es ella. Es su pelo blanco, la herida bajo el labio, los ojos grises casi cristalinos por la edad, su bastón de siempre...es que es mi abuela aunque ella lo niegue y resulta que hace dos años me aseguró que había muerto.Bien es cierto que no teníamos mucha relación con ella, nunca la veía y pocas veces fue a visitarnos. También es verdad que no tenia dinero con el que ayudarnos y se supone que los últimos años de su vida los había pasado en un asilo pero ahora viendo lo que estoy viendo, tengo mis dudas. Ya no me creo nada.—Abuela, que soy yo.¿ Cómo me voy a ir sin hablar contigo?Finalmente salgo de mi estado de estupefacción y reacciono. Ella a punto de cerrar la puerta me mira indecisa hasta que se aventura y me toma de una mano,
Cuando llegamos a la mansión de Colin, nos sorprendimos de ver varios autos afuera, autos desconocidos y la primita del alma, la tal Martha estaba sentada en una de las barandas de la escalera de mármol de la entrada, fumando un cigarro que apagó en cuanto vió el coche entrando por la rampa del jardín. —Mira, si hasta nos recibe tu amorcito —resongo con sarcasmo.—Venga, Alhana no seas irónica que sabes que tú eres la única mujer que deseo —me toca la rodilla y me enfurruño contra la ventanilla.Soy una cría y sé reconocerlo pero los celos me pueden.Bajamos del coche y no hago más que tirar la puerta cuando siento que la grava suena detrás de mí indicando que viene alguien y no necesito girarme para saber de quién se trata.—Por fin llegas...La muy víbora le besa en los labios y como no quiero molestarme por algo que es él quien tiene que solucionar, me esfuerzo en dejarlos solos y subo los escalones resignada.Colin dijo que iba a hacer que todos supieran de lo nuestro, pero no se
Hace tres semanas que me fui de su casa de la peor manera: con el alma en pedazos y el corazón roto.Él me echó a patadas y me hizo sentir que yo era una mujer interesada en algo que él mismo vino a ofrecer y de lo que ambos sabemos que yo no tenía ni idea.No insistí en probar mi inocencia ante las palabras de su prima y la falsa grabación que le mostraron porque no soy partidaria de excusarme por algo que los que me conozcan verdaderamente tendrían que ser capaces de reconocer solos. Colin tenía que saber que yo no haría algo así y en el peor de los casos darme el beneficio de la duda.—Buenos días, dormilona! Megan pone un café sobre mi mesa de noche y me quito la almohada del rostro sacando al nuevo día mi agotado semblante.—Es sábado, déjame dormir. No quiero amanecer aún —me quejo dándole la espalda girando en mis sábanas.—Abajo está Lina, trae un mensaje de él —comenta seria y no menciona su nombre. Lo prefiero así. Las chicas que se volvieron mis amigas en el poco tiempo q
Ignoro cualquier sentimiento que quiera aflorar por él en mi interior empático y le dejo atrás entrando al despacho donde el resto de la familia de Colin espera.—¡Hola!Esa es la única palabra que sale de mis labios, no me apetece saludar a nadie y solo quiero irme de aquí lo antes posible y cerrar para siempre este capítulo en mi vida.Parecen hienas hambrientas por tomar su trozo de carne. La metáfora es perfecta, casi puedo sentir el olor de la presa que se rifan entre ellos y lo peor es que esa presa sigue siendo una fuente de deseo para mí. Trato de no verlo cuando entra y cruzo mis piernas esperando que empiece la lectura testamentaria. Colin se sienta frente a mí, con su novia al costado y sus ojos no se apartan de los míos. No le miro pero le siento. Es abrumador estar así de expuesta frente a él. Vibra mi teléfono en mi bolso y lo saco para leer el mensaje de Megan mientras el albacea saca documentos y un CD.*¿Cómo va todo?* Pregunta ella, la muy cotilla.*Tía, me está
>>>Me repito una y otra vez esas benditas palabras que no definen para nada como me siento en este momento pero por lo menos es una mala táctica en negación de mantener a mi cerebro ocupado y que no me lance ordenes de venirme abajo y empezar a llorar desconsolada.—¡Yo...necesito...un, uhm...un minuto!Colin tartamudea poniendo sus codos sobre sus rodillas y escondiendo el rostro entre sus manos temblorosas.Yo sigo de pie, no me puedo dejar caer. Tengo que encontrar la solución a este asunto y uno de los dos debe mantenerse a flote. Es evidente que él ha naufragado en las playas del remordimiento y el pánico. —Ahora seguimos —le indico al abogado que espera tranquilo con sus manos cruzadas sobre los papeles —; pero necesito que me muestre primero esa partida de nacimiento que menciona.El hombre no responde nada más sin embargo asiente y extiende hasta mí la documentación que le solicito
Trato de amarrar bien la tela que me cubre la desnudez y luego de inspirar fuerte, abro la puerta y salgo.Está agachado en el suelo contra la pared y apoyado en sus rodillas...es doloroso verle así de contrariado.—Colin, ¿Qué haces? —murmuro y me acerco a él —.¡Ven conmigo!Toma mi mano y es un riesgo que no debería correr pero la situación es bastante difícil como para ser antipática. Cuando tiro de él se levanta y la fuerza de la acción nos acerca tanto que casi nos rozamos los labios. Sus ojos me miran muy cerca y una de sus manos se aferra al final de mi espalda pegándome a su figura temblorosa.—¡Perdóname! —Susurra en un jadeo.—¡Suéltame, por favor! —me sale ronca la voz.—¡Perdóname! —repite bajito.—Colin, déjame ir.—¡Dime que me perdonas! —insiste cerca, muy cerca. Dios, demasiado cerca.—Fuiste cruel, iluso, hiriente. Colin, cómo pretendes que olvide que...—Fuí un estúpido —me abraza con su otra mano y prosigue —.¿Sabes que de todo lo que está pasando solo puedo pensa
Me aparto para evitar que sigamos cometiendo locuras. Los dos somos muy fáciles de dejarnos llevar por el otro y además de lo obvio, yo no le perdono lo que me hizo.—No vas a perdonarme ¿verdad? —musita cabizbajo. —No soy Dios para ofrecer perdones, Colin pero prefiero mantener la distancia entre los dos. Tú me necesitas para mantener el legado de tu padre y yo solo quiero saber la verdad detrás de todo esto.Me aprieto la tela y camino hasta la puerta para pedirle que se marche, necesito pensar y verlo y oírlo, me distrae demasiado.—Ya te conté una vez que las mujeres solo se me acercan para obtener dinero o contactos de mí, Alhana —prosigue y ruedo los ojos insultada —. Creo que es normal que al oír algo así me sintiera traicionado. Ponte en mi lugar. —Mira, Colin —me cruzo de brazos —, todos los tíos con pasta en el mundo entero tienen que sentir eso mismo que tú mencionas pero si confío en la inteligencia humana, creo que todos ellos sepan discernir entre un oportunista y algu