Mentiras y traiciones
Genave
Me limpie las lágrimas y tome una larga respiración, sabía que la tristeza desfiguraba mi rostro, pero no era algo que pudiese evitar y me sentía como la más vil de las mujeres, una puta traidora que usaba a las personas para su propio beneficio, aunque en realidad ese no era mi caso. No me habían dado opción, ni siquiera pude objetar, no había ninguna otra salida. Me aparte de la ventana y me camine hacia la habitación, me abrace a mí misma, mientras me sentaba en aquel pequeño sillón y me dije que estaba haciendo lo correcto, porque no importaba lo enamorada que estuviese de Rubén a fin de cuentas nunca podría estar en paz con él.
Nueva York, antes
Desperté sobresaltada, con la ropa pegada al cuerpo y titiritando de frio, Devon me miraba muy atentamente sentand
Camino a la muerteRubénHabía destruido por completo aquella habitación, mientras Genave temblaba de miedo hecha un ovillo sobre la cama y sí, eso era lo que buscaba. Que me tuviese miedo, que se diera cuenta de lo que era capaz cuando alguien me traicionaba y ella, mi tierna e inocente mariposa me había clavado una daga por la espalda. La tome por el brazo y la baje bruscamente de la cama, la escuche quejarse de dolor, pero no me detuve, había despertado al monstruo dentro de mí, uno que no conocía la piedad.—Por favor—suplico y me detuve a mitad del pasillo, le solté el brazo y me aleje de ella, no podía escuchar su voz, porque solo incentivaba mis ganas de hacerle daño.—No te atrevas a moverte o será peor—le amenacé cuando vi sus intenciones, ella a penas y comenzaba a conocerme.Debía mo
Frio en el almaGenaveMiraba ansiosa como el sol se ocultaba y se aproximaba la noche, el dolor en mi costado había disminuido, pero el que sentía por dentro era cada vez más fuerte. Jotrov me observaba desde el sillón, no había dicho nada, simplemente me miraba fijamente y en algunos momentos observaba detrás de él, como esperando que algo pasara, esperando quizás su llegada y aquello alimentaba mucho más mi ansiedad.—Me iré y no volveré —dije mientras me giraba hacia él—No tengo los cojones para vivir esta vida—asintió a mis palabras y creí haber percibido algo de tristeza en su mirada, pero quizás estaba loca, hombres como Jotrov no conocían la tristeza.—Nunca había visto al jefe así—dijo mientras yo me acomodaba despacio frente a él en aquel sof&aa
La mujer que amoRubénVi una lágrima rodar por su mejilla, pero no podía dar mi brazo a torcer. Había bajado demasiado la guarda con ella, tanto que estaba pisando un terreno minado y eso era algo que Genave no comprendía. La vida no era color de rosas, en mi mundo solo existía lo gris y negro algo a lo que ella no estaba acostumbrada, pero tenía que entender que las vueltas de página cuando estabas tan profundo en este mundo, no existían.—Volveremos a Rusia—dirigí mis palabras a Jotrov, pero sabía que ella estaba muy pendiente a la conversación.— ¿La llevara con usted?—me cuestiono y no sé porque sentí algo de resistencia en sus palabras.— ¿Que parte de que ella no ira a ninguna parte no has entendido? —Jotrov miro a Genave quien sollozaba en silencio y tuve que s
Mi realidadGenaveEn un segundo todo pareció detenerse y el disparo lleno aquella silenciosa sala con un ruido ensordecedor. Me olvide del dolor de mi costado y corrí hacia el cuerpo ensangrentado que yacía sobre aquel piso en color blanco, el cual se encontraban teñido de un rojo brillante. El rojo de la sangre. Observe a Jotrov lanzarse sobre aquella mujer y como le propinaba un disparo en medio de sus ojos, su vida se apagó en aquel instante, como se estaba yendo poco a poco la que tenía entre mis brazos.Los hombres de Rubén corrían de un lado a otro al igual que los empleados del hotel y fije mi mirada en aquel rostro que comenzaba a perder su color, sus labios pálidos y fríos, su mirada perdida y opaca, el vivo reflejo de la muerte. Intento hablar, pero no se lo permití, entonces aparto mi mano de su boca y acaricio mi rostro con sus dedos lleno
Algo se avecinaGenaveMe miraba al espejo y no podía creer que estaba usando aquel conjunto de nuevo. Me recogí el cabello en un moño apretado y le di color a mis mejillas para ocultar un poco la palidez de mi rostro, debía cambiar aquella cara fúnebre y tratar de olvidar el trago amargo que había tomado. Tenía la certeza que desde que me sumiera en el trabajo todo quedaría en el pasado y esperaba con todas mis fuerzas que aquel pasado se quedara dónde estaba.—Toda una abogada—dijo Darla mirándome con orgullo y le regale una corta sonrisa que no llego a mis ojos. Sabía que ella no iba a exigirme nada, pero aun así sentía vergüenza, la había puesto a ella y a mi padre en una situación demasiado peligrosa, si algo les hubiese pasado nunca me lo habría perdonado.— ¿Y papá? &
Su presenciaGenaveLas siguientes semanas las pase adaptándome al sistema, aunque sentía que estaban poniéndome una gran prueba. Allison dejaba cada día más expedientes sobre mi escritorio y aunque agradecía estar sumida en el trabajo, por momentos estaba inmensamente fatigada, aunque hoy era diferente, pues por primera vez acompañaría a Arsher al tribunal.— ¿Lista para la verdadera acción?—asentí no muy convencida, pero al parecer Arsher no se dio cuenta de mi indecisión, porque no hizo ningún comentario al respecto.Entramos en la sala y ya había cierto número de personas congregadas, Arsher saludo alguno de los presentes con simpatía y pude ver como una de las mujeres le sonreía de manera seductora, yo iba detrás suyo esquivando miradas, pues era realmente incomodo estar rodeado d
Respirar de nuevoGenaveArsher se había ofrecido amablemente a escoltarme a casa aquella noche, yo había insistido en que no era necesario, puesto que no había tomado un solo sorbo de cerveza, pero al final aquel hombre siempre lograba convencerme por eso era tan bueno en su trabajo. Las luces de la sala de descanso estaban encendidas y sabía que mis padres las habían dejado así para que no tuviese inconveniente al buscar las llaves en mi cartera. Arsher se bajó detrás de mí y me acompaño hasta la puerta, era demasiada extraña aquella situación y el hombre frente a mí era todo un enigma.—Sana y salva—dijo con voz profunda y no sé porque me sentí tan avergonzada frente a él.Busque las llave con prontitud, pero sus manos se posaron sobre las mías deteniendo mi búsqueda. Si tení
Detrás de la mascaraGenaveRubén se fue antes de que el sol saliera. Ni siquiera lo sentí alejarse, parecía como un fantasma escurridizo y temía que pudiese volverse a irse de mi vida, pero me había hecho una promesa, la más sincera que habían pronunciado nunca sus labios, así que simplemente confiaría en su palabra. Me mire al espejo y algo había cambiado, la tristeza que habían mostrado mis ojos se había ido dando paso a la incertidumbre que comenzaba a crecer dentro de mí. No sabía cómo siquiera podría trabajar tranquila después de lo ocurrido anoche.— ¿No vas a desayunar?—pregunto Darla extrañada al verme tomar las llaves del coche.—Pediré que me lleven algo a la oficina—deje un beso sobre la cabeza de mi padre y luego abrace a Darla. Rey hab&iac