Decidir
Rubén
Esperaba que Alessio lograra convencer a Genave de irse con ellos, pero tenía un presentimiento extraño al respecto. Ella no era de las mujeres que simplemente volteaban la cara ante las adversidades y eso era una de las cosas por las que me gustaba tanto, a pesar de lo maldito que yo podía llegar a ser, ella sabía cuál era el punto para dominarme, no se hacia la víctima, no era pretenciosa, no era una mosquita muerta. Como podía simplemente ignorar a semejante mujer.
—El jet está listo—anuncio Jotrov, pero yo necesitaba comunicarme con Lombardi antes de marcharme.
Marque su número y este me mando al buzón de mensajes, sabía que a estas horas el estaría durmiendo, aunque con lo que había sucedido, no estaba tan seguro de si podría conciliar el sueño, así que lo intente nuevament
Perdido por ellaRubénDicen que el alfa siempre protege a su mate y tenía que admitir que Genave se había convertido en parte de lo que tenía que proteger con mi vida. Decidí viajar en un vuelo comercial, con mi identidad de policía, tenía que mantener el perfil bajo y no levantar sospechas, porque no sabía de lo que podía ser capaz el tal Devon, solo podía confiar en que Gina y Alessio la mantendrían a salvo hasta que yo llegara, aunque tenía un amargo sabor en la boca, un raro sentir que no me dejaba tranquilo.Había recibido una llamada de Jotrov, primero me confirmo que mi madre se encontraba a salvo con él y luego por el cambio en su tono de voz sabía que algo malo había pasado. Él tenía algunos informantes infiltrados en la mafia italiana y los utilizo para confirmar si el objetivo se había
El verdadero poderGenaveAbrí los ojos despacio y me encontré arropada por una terrible oscuridad, sentí el corazón saltar en mi pecho y trate de acostumbrarme aquella penumbra, pero era prácticamente imposible, entonces a mi mente llegaron los perturbadores recuerdos que solo proyectaban mi mente sangre y muerte, fue algo aterrador. Trate de moverme, pero una mano se posó sobre mi vientre y en unos segundos aquella habitación se ilumino con una luz tenue, el hombre a mi lado me miraba preocupado.— ¿Dónde estoy? —pregunte, porque sabía que me encontraba en cualquier lugar menos en Nueva York. Toque cada parte de mi por puro instinto, pero no recuerdo que aquel hombre me hubiese lastimado y aquello era mucho más aterrador, porque eso solo evidenciaba que lo que estaba por venir podía ser mucho peor.—Estamos en ca
Eliminar los obstáculosRubénAcaricie su piel sudada y mordí suavemente su cuello, aun seguíamos abrazados sobre aquel piso alfombrado y yo seguía con aquel deseo ardiente en mi sangre que me consumía, las palabras que había pronunciado eran totalmente ciertas, parecía que no me saciaba, que mientras más tenia de ella, más la deseaba. Era una enferma necesidad y ella también era la cura, tenerla en mis brazos me hacía sentir tranquilo y equilibrado. Genave era la calma que mi tormentosa vida necesitaba.—Quiero mostrarte algo—nos pusimos de pie y yo la tome entre mis brazos. La casa se encontraba absolutamente sola y a oscuras, había pedido a Jotrov que enviara a todos los empleados de mi madre a sus casas, así que no me detuve a pensar en que nos vistiéramos.Genave escondió su rostro en mi pecho
Mentiras y traicionesGenaveMe limpie las lágrimas y tome una larga respiración, sabía que la tristeza desfiguraba mi rostro, pero no era algo que pudiese evitar y me sentía como la más vil de las mujeres, una puta traidora que usaba a las personas para su propio beneficio, aunque en realidad ese no era mi caso. No me habían dado opción, ni siquiera pude objetar, no había ninguna otra salida. Me aparte de la ventana y me camine hacia la habitación, me abrace a mí misma, mientras me sentaba en aquel pequeño sillón y me dije que estaba haciendo lo correcto, porque no importaba lo enamorada que estuviese de Rubén a fin de cuentas nunca podría estar en paz con él.Nueva York, antes Desperté sobresaltada, con la ropa pegada al cuerpo y titiritando de frio, Devon me miraba muy atentamente sentand
Camino a la muerteRubénHabía destruido por completo aquella habitación, mientras Genave temblaba de miedo hecha un ovillo sobre la cama y sí, eso era lo que buscaba. Que me tuviese miedo, que se diera cuenta de lo que era capaz cuando alguien me traicionaba y ella, mi tierna e inocente mariposa me había clavado una daga por la espalda. La tome por el brazo y la baje bruscamente de la cama, la escuche quejarse de dolor, pero no me detuve, había despertado al monstruo dentro de mí, uno que no conocía la piedad.—Por favor—suplico y me detuve a mitad del pasillo, le solté el brazo y me aleje de ella, no podía escuchar su voz, porque solo incentivaba mis ganas de hacerle daño.—No te atrevas a moverte o será peor—le amenacé cuando vi sus intenciones, ella a penas y comenzaba a conocerme.Debía mo
Frio en el almaGenaveMiraba ansiosa como el sol se ocultaba y se aproximaba la noche, el dolor en mi costado había disminuido, pero el que sentía por dentro era cada vez más fuerte. Jotrov me observaba desde el sillón, no había dicho nada, simplemente me miraba fijamente y en algunos momentos observaba detrás de él, como esperando que algo pasara, esperando quizás su llegada y aquello alimentaba mucho más mi ansiedad.—Me iré y no volveré —dije mientras me giraba hacia él—No tengo los cojones para vivir esta vida—asintió a mis palabras y creí haber percibido algo de tristeza en su mirada, pero quizás estaba loca, hombres como Jotrov no conocían la tristeza.—Nunca había visto al jefe así—dijo mientras yo me acomodaba despacio frente a él en aquel sof&aa
La mujer que amoRubénVi una lágrima rodar por su mejilla, pero no podía dar mi brazo a torcer. Había bajado demasiado la guarda con ella, tanto que estaba pisando un terreno minado y eso era algo que Genave no comprendía. La vida no era color de rosas, en mi mundo solo existía lo gris y negro algo a lo que ella no estaba acostumbrada, pero tenía que entender que las vueltas de página cuando estabas tan profundo en este mundo, no existían.—Volveremos a Rusia—dirigí mis palabras a Jotrov, pero sabía que ella estaba muy pendiente a la conversación.— ¿La llevara con usted?—me cuestiono y no sé porque sentí algo de resistencia en sus palabras.— ¿Que parte de que ella no ira a ninguna parte no has entendido? —Jotrov miro a Genave quien sollozaba en silencio y tuve que s
Mi realidadGenaveEn un segundo todo pareció detenerse y el disparo lleno aquella silenciosa sala con un ruido ensordecedor. Me olvide del dolor de mi costado y corrí hacia el cuerpo ensangrentado que yacía sobre aquel piso en color blanco, el cual se encontraban teñido de un rojo brillante. El rojo de la sangre. Observe a Jotrov lanzarse sobre aquella mujer y como le propinaba un disparo en medio de sus ojos, su vida se apagó en aquel instante, como se estaba yendo poco a poco la que tenía entre mis brazos.Los hombres de Rubén corrían de un lado a otro al igual que los empleados del hotel y fije mi mirada en aquel rostro que comenzaba a perder su color, sus labios pálidos y fríos, su mirada perdida y opaca, el vivo reflejo de la muerte. Intento hablar, pero no se lo permití, entonces aparto mi mano de su boca y acaricio mi rostro con sus dedos lleno