"Ahí estaba ella. Dulce, risueña, su risa llenando toda la casa sus rizos castaños ondeando en el aire, su amplia y ancha sonrisa llena de dicha mientras corría descalza por el suelo de madera, sus expresivos ojos castaños mirándolo extasiados por la felicidad antes de entrar al cuarto de baño.
Marcus corrió tras ella por el pasillo bañado por la luz del sol que entraba por las ventanas, pero cuando cruzó el marco de la puerta ya no había más sol y la oscuridad de una noche sin estrellas reinaba en el cuarto de baño. El piso mojado, sus pasos chapoteando la avanzar, el agua derramando se de la tina a borbotones y una mano sepulcral mente pálida sobresaliendo de su borde.
El avanzo más rápido, el pánico y la angustia impidiéndole pensar claramente, y dentro de la tina con un cuerpo desnudo de protuberante vientre una mujer con marcas oscuras de dedos alrededor de su garganta lo miraba con un par de ojos vacíos de color avellana que se tornaron grises al tiempo que s
Layla no esperaba lo que sucedió cuando llegó a casa después de asegurarse de que Diana estaba bien y que ella la mirara con suspicacia cuando regresó sola con el pantalón que le había pedido que recogiera, pero en retrospectiva sabía que debía haberlo esperado.Aunque el hecho de que él se enterara tan pronto y ya la estuviera esperando cuando regresó a las 10 de la mañana indudablemente la tomó por sorpresa.-¡Tres!- sollozo en voz alta sintiéndo la superficie dura de látigo impactando contra su espalda. El dolor reverberando en cada nervio y cada fibra de su ser -¡Cuatro!- sudor frío que le empapaba toda la piel -¡Cinco!- el sonido del látigo cortando el aire a sus espaldas -¡Seis!- gimio de dolor, las piernas temblando le incontrolablemente al tiempo que sujetaba las cuerdas con las que tenía atadas sus manos para mantenerse en pie -Por favor- suplico sollozando-Cuenta o tendré que volver a empezar- mando Robert inclemente de forma autoritaria parado
La ira de Diana no pareció conocer límites cuando se enteró de que aún estando en el cuartel general nadie les había informado ni a ella ni a Pamela que Robert había hecho una cacería en la mansión apenas llegar Layla.Ella era una tonta por no preverlo desde un principio, pero estaba tan ocupada lidiando con la sobreprotección de Pamela y Amshel por la herida de bala que había recibido durante la misión que olvidó por completo las consecuencias que la misión del día anterior tendrían para ella, y de haberlo recordado no la habría dejado marchar cuando fue a dejarle el pantalón, lledoce después de asegurarse de que se encontraba bien luciendo un tanto distante, como si sus pensamientos se encontraran en otra parte.Además, otro de problema era que estaba demasiado distraída con la extraña interacción que Layla y Marcus habían tenido esa mañana, percatándose finalmente que desde que él había conocido a Layla algo había cambiado el Marcus, algo fundamental, aunque
Layla se encontraba dentro de la bañera abrazada al borde con la espalda fuera del agua, ya que al entrar en contacto con ella le escocían las heridas aún abiertas. Tenía una fiebre muy alta, pero necesitaba bajarla y aquello le representó un verdadero suplicio. El agua la lastimaba ahí donde tocaba y el viento frío la hacía estremecer.Había tenido muchos sueños a causa de la fiebre. Su pasado, su presente y su futuro… ella rozo levemente la superficie de sus labios recordando el placentero contacto y una fuerte sensación se apodero de todo su cuerpo. Layla se sujeto aún más firmemente al borde ¿Había sido solo un sueño? En ese momento no tenía nada claro.“Estoy enamorado de ti” le había susurrado Marcus contra sus labios. En aquel momento la sorpresa fue tanta y la dicha fue tal que no supo cómo reaccionar qued&aac
John y Layla no habían hablado mucho después de esa confesión. Él le había conseguido ropa nueva y le permitió usar las cosas de su hija para arreglarse.Ella insistió en irse sola al evento no queriendo involucrarlo más, acordando con John que ambos dirían que él se había negado a llevarla cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando y ella se había escapado del auto sin darle tiempo de reaccionar.Layla lo abrazó agradeciendo su ayuda avisando que no regresaría hasta el día siguiente. Si de todas formas iba a pagar el precio de haber huido por lo menos disfrutaría los beneficios de su fugaz libertad el tiempo durará.Él le deseo suerte y le prestó un poco de dinero que ella prometió regresar después, pero John no le respondió cuando lo hizo.En cuanto el evento terminó ya entrada la tarde
Todos las esperaban en la sala de juntas cuando llegaron al fin, cada uno de los presentes sintiéndose ansioso por el estado de Layla y queriendo comprobar cómo se encontraba por si mismo. Cada uno de ellos sentados en sus respectivos asientos.Entre los presentes se encontraban Diana sentada a la derecha, Giovanni y Amshel a la izquierda, este último revierte a hacerlo pero consiente que de insistir en sentarse al lado de Diana está podría intentar arrancarle un brazo ya arta de que el intentara protegerla después de lo sucedido, y Marcus en la cabecera de la mesa.La más absoluta preocupación reflejada en cada una de sus miradas, muy a pesar del semblante estoico que Marcus mantenía por lo general en todo momento.La mirada de Layla se desvío a sus labios antes de darse cuenta y poder detenerse y él se la devolvió notando el cambio en su forma de verlo, un hecho claramente influenciado por su encuentro de la última vez que la vio. Ella bajo la mirada
Roxanne suspiro observando con detenimiento los rayos X de Layla confirmando el diagnóstico que el ortopedista le había dado, sentándose por fin y frotándose la sien irritada mirando a Layla quién se encontraba sentada frente a ella.Marcus las habías dejado sola hacía ya rato para asistir a una reunión-Es el colmo que tenga que decirte esto- se quejó suspirando -Pero me veo obligada a hacerlo- se disculpó - Verás Layla… tu último “percance” con Robert ha causado que lo fractura que tenías en tus costillas pase de ser una que, aunque era claro el daño en la superficie no había desplazamiento de las del hueso, siendo hasta cierto punto indolora y estable. Pero con el último golpe está pequeña fractura oblicua se ha vuelto multifragmentada haciendo que la costilla se rompa en muchas partes pequeñas, que indudable
¿Cómo había convencido a las chicas o que les había dicho? No tenía ni la más remota idea. Pero en el auto de Marcus que tenían los vidrios completamente polarizados y bajo el resguardo de la noche, la ansiedad y el nerviosismo le habían atacado inclemente mente y sin ningún tipo de tregua desde que el arrancó saliendo del estacionamiento subterráneo del general.Ella miro toda la ciudad observandola pasar ante sus ojos, completamente cautivada por las luces nocturnas que rara vez tenía la oportunidad de ver. Y esa noche le parecieron más bonitas de lo común.Layla se sobresalto cuando sintió el roce de la gran mano de Marcus rosandole la piel relajándose cuando el entrelazó sus dedos con los suyos. Ella observo ambas manos unidas sonrojándose para luego mirarlo a el.Marcus le sonreía levemente feliz y agradecido de tenerlas solo para él en ese momento, y no tener que compartirla con nadie. Y aprovechando la luz roja del semáforo se desabrochó con u
Layla despertó a la mañana siguiente entre los brazos de Marcus y supo que jamás en su vida se sintió tan querida como en ese momento. Ella quiso girarse para mirarlo y comprobar que aquello era real, pero él el abrazo un poco más fuerte en ese momento impidiéndole moverse, siendo siempre cuidadoso de no lastimar las heridas de su espalda y hacerle daño por accidente.-No te muevas aun, por favor no te levantes. Déjame quedarme así un poco más. Déjame Soñar que soy tuyo y tú eres única mente mía por otro instante. Permíteme a disfrutar de haber despertado contigo en mis brazos antes de recordar que pronto regresaras con tu esposo, regálame unos segundos más asi antes de que te vayas y mis brazos queden frío otra vez, vacíos y sin ti para darme calor- suplico Marcus y ella rodeo los brazos fuertes de él con los suyos acercándose un poco más a él tratando de confortarlo-Puede que hoy deba irme, pero mi corazón se quedará contigo por siempre- prometió ella solemne-Si e