A Diana no le extraño que el traslado de Robert hacia el palacio de justicia se hubiera llevado según lo planeado después de escuchar las palabras del juez, y justo entonces la muchedumbre presente en el interior de la sala hizo eco de su indignación, soltando improperios y protestas ante el claro favorecimiento que dirigía hacia él, dictando que lo que Robert había hecho contra Layla era un simple caso de violencia doméstica, siendo necesario desalojar la sala por el descontento del público en general, y debiendo escoltar al juez a un lugar seguro, pues los presentes coléricos por descarado acto, hacían lo posible por llegar hasta él y hacerle saber de primera mano su descontento.
Ante aquel caos, sacar a Layla sana y salva no fue sencillo, mucho menos el conseguir que el duque fuera trasladado de regreso a la custodio de la organización de inteligencia nacional impidiendo que esteLayla tenía su rostro entre sus manos tratando de mantener la calma, al menos lo suficiente como para no derrumbarse en el auto antes de llegar nuevamente al hospital… El hospital… Aquel era un lugar en el que ya no era indispensable que estuviera, pero habían decidido que permanecería ahí un tiempo más para inclinar la balanza a su favor, ¿Pero dados los actuales acontecimientos de que les serviría eso? Robert casi la había matado, todo había quedado documentado y parte de ello había sido expuesto al público para eliminar cualquier duda con respecto a su culpabilidad, y aun así el juez había tenido la osadía de declararlo como un caso de violencia doméstica en lugar de lo que verdaderamente había sido… lo que Robert le había hecho… lo que le había quitado… eso hacía mucho tiempo que había rebasado el punto de
Cuando llegaron al hospital, la prensa ya los esperaba en la puerta, las cámaras listas para captar la reacción de la que desde hacía un rato, ya llamaban en las redes sociales “La trágica duquesa”, aquello asqueaba a Layla al mismo tiempo que la llenaba de ira, ya que sabía de sobra que su supuesta empatía no se debía a otra cosa más que al morbo y el repentino interés que mostraba la gente hacia ella.Pero el no despotricar contra ellos la rabia que hervía bajo una violenta llama en su interior, y decirles en sus caras todo lo que realmente pensaba de ellos, fue una verdadera prueba de carácter y dominio. Así, que al bajar del auto, siendo resguardada y custodiada por el equipo de Marcus, y durante el tiempo que le pareció insufriblemente largo, que tomaba bajarla de este para subirla a la silla de ruedas y finalmente iniciar la marcha. Termino encajando profundamente
En cuanto Layla lo vio parado en el marco de la puerta a las afueras de la ciudad se lanzó a sus brazo, y lo abrazo con todas sus fuerzas, como si temiese que de no sujetarlo de esa forma el desaparecería entre sus brazos, desmoronándose como todo lo que realmente le importaba lo hacía en su vida.Gabriel no tardo en detectar aquel miedo intrínseco que sabía de sobra se alojaba en lo más profundo de su ser, esa vulnerabilidad de la que nunca hablaría con nadie, correspondiendo la intensidad de su abrazo y besando su cabeza, como una dulce promesa de que todo estaría bien y de que el permanecería a su lado sin importar lo que pudiera ocurrir.Había sido un día demasiado largo y agotador. Nada había salido según lo planeado, y aunque así hubiera sido, indudablemente eso no lo habría hecho menos extenuante.Sin importar lo que se dijera, o la forma de pla
Se habían visto obligados a tomar toda clase de medidas extremas para poder mantener estable a el duque de Nolan, pero lo cierto era que no estaban teniendo ningún tipo de progreso con él, y el tener que consultar constantemente a Layla sobre las próximas acciones a tomar al respecto era algo que detestaba inmensamente, sobre todo al ver que la simple mención de este la perturbaba visiblemente, y cuando les había dicho que ella firmaría todo lo que pidieran pero que dejaran de informarla de cada una de las acciones a tomar, supo que habían rebasado la tolerancia de ella, y que habían llegado a un punto en el que ella simplemente no podía aguantarlo mas. Aunque de ser completamente sinceros, tomando en cuenta su estado actual, a él le había sorprendido que no hubiera llegado a su límite mucho antes.Pero viendo las opciones cada vez más reducidas, y notado que el estado del infame d
Con el paso de los días la tensión en general se iba acumulando. Aunque con la ausencia del duque se habían podido darse el lujo de reducir la seguridad al ánimo, dejando a su cargo a tan solo algunos de los agentes más cualificados, y no al pequeño ejército que la rodeaba anteriormente, esto aún la hacía sentir de alguna forma atrapada. Pero dado el agotamiento y estrés generalizado que reinaba en tus sus amigos, prefirió no decir nada al respecto. Aunque el hecho de haber reducido tanto su propia escolta fue de gran ayuda para organizar turnos más flexibles y menos agobiantes para todo el grupo de seguridad de la organización, permitiendo que inclusive Diana y Amshel se turnara, dándoles esto algo de tiempo para descansar y cumplir sus deberes de forma equilibrada, y sin estar matándose para lograrlo.Todos se pasaban habitualmente por la cabaña apartada y fuera del
Le dolía todo el cuerpo como jamás le había dolido en toda su vida, y la ira y frustración lo nublaban todo, aunque aún no podía identificar de donde provenía ese sentimiento.Decidido a determinar su fuente abrió los ojos queriendo levantarse de la cama, pero su cuerpo no lo obedeció, permaneciendo inerte en su lugar sin el más mínimo atisbo de reaccionar de alguna forma. Al percatarse de la falta de movimiento comenzó a sentir pánico, su vista despejándose finalmente y logrando ver todo a su alrededor, quedando en shock inmediatamente.Se encontraba acostado en una cama de hospital, lleno de tubos, sondas y otras tantas tonterías. Un monitor mostraba cada uno de sus signos vitales, y no tardo en reflejar el cambio en su estado. Histérico intento gritar a los que se encontraran a su alrededor en busca de ayuda, pero se encontró siendo incapaz de hac
Layla miro a Marcus completamente hundida en su lugar en el sillón de la cabaña. Gabriel, completamente preocupado por ella y molesto con Marcus por haber decidido decírselo lo fulmino desde su lugar, pero Marcus se limitó a ignorar el gesto centrando toda su atención en Layla que se había puesto completamente pálida.Todos sus amigos se encontraban en la habitación, inclusive Diana y Amshel habían dejado a sus subordinados de confianza relevándolos por unas horas para estar ahí cuando se lo dijeran, no sabiendo muy bien cómo iba a reaccionar, y temiendo que pudiera provócale algún problema en su actual estado.-¿Hace cuánto?-pregunto ella finalmente con voz queda, Gabriel sostenía sus manos y ella correspondía el agarre, como si con ese simple acto fuera capaz de infundirle la fuerza que necesitaba para afrontar lo que estaba pasando.-Algunos
Gabriel rodeaba a Layla protectoramente con su brazo tratando de proporcionarle todo su apoyo en un intento de hacerla sentir mejor después de su desagradable encuentro con Robert minutos atrás, mientras hacían su camino a el auto que los esperaba en el estacionamiento de personal del hospital, cuando finalmente pudieron verla parada junto a un equipo de seguridad a unos pasos de su auto que ya se encontraba custodiado por los hombres de Marcus que miraban alerta a la princesa Carlota quien permanecía imperita en su lugar.La mirada de Layla se desvió de forma instantánea hacia Gabriel quien se había quedado completamente quieto en su lugar aun en shock por la inesperada presencia de su madre en aquel lugar, su rostro pálido y lleno de una emoción que Layla no fue capaz de descifrar. Los agentes que los acompañaban en completa alerta listos para entrar en acción en cuanto fuera necesario. Y la princesa