¿¡QUÉ CARAJO ACABO DE DECIR!? ¿Me volví loca o qué mierda?La verdad es que no lo pensé, simplemente salió, escapó de mi boca con absoluta libertad sin que mi cabeza lo pensara, porque fue como instintivo, como si hubiera una parte de mí que controlara todo a voluntad, sin permitirme ser racional. Aunque si tengo que ser sincera, tengo que hacerle caso, porque a pesar de que quiera negarlo, besarlo, la forma en la que me tocaba, ese calor abrazador que venía de su persona… Era como si fuera lo correcto, el sitio exacto donde tenía que estar. Y suena a completa locura. A que he dejado de usar mi cerebro como corresponde y que, en su lugar, me he vuelto una masa hormonal. No puede ser normal el que reaccione así ante un tipo que ni siquiera conozco lo suficiente… Pero sí tengo que admitirlo, está muy bueno. Bueno ¡basta! Concéntrate Jhoana, tenemos una situación comprometedora en éste momento, pura y exclusivamente creada por ti misma, así que a enfrentarla.-¿Qué fue lo que dijiste?
Desde la noche en que se fue, me he vuelto loca de paranoia, porque aunque suene estúpido, me he sentido observada desde el momento en que Rache desapareció por la carretera en su moto y me dejó sola en casa. Nunca había deseado tanto antes que mis padres volvieran de su viaje de negocios antes de tiempo, y aunque nada pasó, nadie raro se me acercó ni vi nada raro en mi entorno, esa horrible sensación no desapareció nunca y no he podido dejar de mirar sobre mi hombro en ningún momento. Y que él no haya vuelto hasta ahora, me ha hecho psicopatearme aún peor. Sé que dijo que volvería hoy en la noche, que lo esperara cuando el sol cayera, mas la verdad es que mi mente me ha jugado una mala pasada constante, haciendo que me pregunte cosas estúpidas como si, en realidad, lo único que hizo fue mentirme y si tal vez me quedaré como tonta esperándolo y él jamás aparecerá. No parece de los que dicen las cosas a la ligera, no, más bien, de los que si prometen algo, es porque piensan cumplirl
Ver el sitio me deja sorprendida, porque su imagen es la de un pueblo común y corriente, hasta que ves a sus habitantes y te das cuenta de que hay algo que no es normal aquí. Todos tienen un aura curiosa, algo así como… poderosa, por decirlo de algún modo, y es algo que se siente, que se nota cuando pasas cerca. Casi abrumador, si tengo que ser sincera. Y verme llegar a lomos de su Alfa no creo que sea algo que les guste precisamente, porque es evidente que significa algo más que yo no comprendo en lo más mínimo y que, además, no es bueno, o al menos eso parece. Si bien no todos tienen gesto de molestia, porque nos cruzamos con muchos que detonan curiosidad y genuino desconcierto ante lo que está haciendo su líder, los que no, que son mujeres en su mayoría, me dejan en claro que mi presencia y mi modo de viaje, no es aprobado por ellas. Y aunque a Rache no parece importarle en lo más mínimo, porque ni siquiera les dedica una segunda mirada mientras pasamos (quizás ni una primera), a
No me extraña en lo más mínimo que, quien habla primero a penas digo eso, sea Charo, quien ahora observa a mi compañera con odio, en lugar de seguir mirándome con lasciva como hasta ahora. Ambas, ella y su gemela, me habían estado contemplando con el deseo pintado en sus rostros a brochazos bien gruesos, ignorando deliberadamente a Jhoana, cosa que al principio no me molestó, porque mientras se concentraran en mí, a ella la dejarían en paz, pero ahora, me molesta profundamente el ver la amenaza que hay en sus ojos. Si llegan siquiera a alzar un dedo en su dirección, juro que van a lamentarlo y mucho, me aseguraré de eso yo mismo. -Sí, hay algo qué decir, Alfa. -Bien, pues habla.-Como bien lo aclaró, ella es humana, es débil y, seguramente, completamente incapaz de hacer lo necesario o siquiera seguirle el ritmo. No digo que sea incompetente, sin embargo, usted no necesita un lastre.-¿Lastre?-Todos vimos cómo la trajio cargando aquí en su lomo, ella no solo no puede cambiar, sino
Me siento tan cómoda aquí, tan cálida, aunque es raro que lo diga, siendo que estoy sobre algo bastante duro y mi almohada se mueve… Un minuto, ¿mi almohada se mueve? ¿Qué carajos? Abro rápidamente los ojos, y entre la penumbra que nos rodea, noto un brillo azulado que nos envuelve, y que poco a poco, trae e mi mente lo que ocurrió quién sabe hace cuánto exactamente y me permite “analizar” la situación en la que me encuentro: estoy en la cueva de la familia de Rache, reconozco los tallados que puedo ver en la pared cercana, y la gran estatua de La Diosa también, haciendo que sea inequívoco el sitio de nuestro reposo. Al mismo tiempo, lo que pasó anoche, nuestra unión como compañeros, donde el ojiazul me desnudó y prácticamente adoró cada centímetro de mi cuerpo con el suyo, acariciándome y besando, saboreando, cada milímetro de mi piel… Su boca me volvió loca, ahí donde la posaba, mis nervios ardían de forma deliciosa y mis neuronas racionales entraban en combustión espontánea, apag
Saber lo que pasa por su mente es bastante complicado la verdad, porque es bastante hermético en cuanto a lo que piensa, pero quiero creer que no está considerando hacer una locura. No estoy muy segura de qué podría hacer él para que ellos no noten mis ausencias, sin embargo, si pienso en que me dijo que había una forma de que me vuelva como él, entonces no debería ser tan raro que sepa hacer algo así o que conozca una forma de conseguirlo. Sea como sea, eso no es lo importante ahora, sino el hecho de que ahora se supone que tengo la marca de Rache en el cuello y que es momento de volver a la manada y ocupar oficialmente mi puesto de Luna. La verdad es que no estoy segura de lo que ocurrirá, no luego de la reacción tan mixta que hubo durante mi presentación ante todos. Esas dos lobas gemelas definitivamente son un peligro para mí, uno del que tendré que encargarme de alguna forma, porque estoy segura que van a hacer de mi vida un infierno. Ya él me había advertido de ese par, y entie
En cuanto abro la puerta, un enorme espacio abierto me da la bienvenida, con una cama tamaño king ocupando la parte central del cuarto contra la pared trasera y un enorme ventanal ocupando la pared casi completa que da hacia la parte trasera de la casa. La cama es de postes con dosel en colores obscuros, cubriendo y dando cierta intimidad a un colchón de aspecto mullido y con vestiduras bastante simples para un mueble tan imponente. Una peluda y esponjosa alfombra está por debajo del mismo y sobresaliendo prácticamente medio metro por todos los lados de la misma, del color del vino tinto, y no puedo evitar imaginarme a mí misma saliendo de ese enorme y evidentemente cálido lecho, para posar mis pies sobre esa esponjosidad a penas me levante...Un escalofrío de gusto me recorre y continúo con la inspección del cuarto, el cual posee suelo de madera en tablas anchas, paredes en un tono crema obscuro con molduras en la parte superior, un par de muebles más del mismo tono obscuro que la ca
Un último empuje es todo lo que necesito para que nuevamente lleguemos al orgasmo y me dejo caer sobre ella, intentando no aplastarla con mi peso, pero sí relajando mis músculos que, hasta el momento, se habían mantenido tensos como cables de acero. En cuanto el clímax nos alcanzó por quién sabe qué número de vez, todo eso se fue al demonio y, como no creo poder evitarlo mucho más, me giro hacia el costado para retirarme de encima de ella. Jhoana, al igual que yo, jadea intentando recuperar el aliento e, imagino, debe sentirse agarrotada e irritada por la fricción y las posturas anormales a las que he sometido su cuerpo durante al menos la última hora. Debe pensar que soy una bestia, mas no la escuché quejarse en ningún momento realmente, porque si bien se notaba que le dolía en ciertos puntos y trataba de hacerlo mejor para ella cuando me daba cuenta, siempre terminaba pidiéndome más y se lo daba sin reservarme nada en absoluto. Había escuchado hablar del efecto que tenía la “Luna