Capítulo 18

La boda se cancela

Mi mentón tembló al ver la convicción en su mirada. Elijah se giró para caminar hacia el enorme ventanal dentro de su oficina. El cielo de Los Ángeles hoy se veía despejado y hermoso. Apreté una vez más el iPad contra mi pecho y salí de aquel lugar, ignorando las advertencias de mi jefe.

No podía dejarme manipular de esta manera. No podía permitir que aquel hombre llegara a mi vida solo para sacudirla a su antojo. Mis manos reposaron sobre el pequeño mesón dentro de la cafetería de la empresa. Debía tomarme los suplementos de mi embarazo si no quería que algo saliera mal con el bebé. El agua hoy sabía un poco extraña, así que apenas me tragué las pastillas dejé el vaso medio lleno a un costado del lavaplatos.