MANSIÓN JAMES.

CATHERINE.

Hoy es el día. Dentro de unas horas estaré casada.

Hoy, Dante se convertirá en mi marido y yo en su esposa, solo queda de mi parte tratar de ser feliz. Mi madre está de pie a mi izquierda con una amplia sonrisa y ojos llorosos. Se esmeró en planear bien esta boda.

Con la combinación de colores lavanda y blanco, todo el mundo desde los padrinos hasta yo la impresionante novia, mi vestido es lo más hermoso que puedes imaginar, mi cabello es una obra de arte y en mis manos el delicado ramo de lilas con rosas blancas, completa mi aspecto de novia celestial, no podría haber pedido una boda más hermosa.

Le sonrió a mi madre, pero tengo tantas ganas de llorar, cuando la miro a sus ojos tristes. Ella lo sabe, sabe que no quiero esto. Sé por qué está tan alterada, desearía que las cosas fueran diferentes para mí.

Pero lo hecho, hecho está, debo seguir adelante con mi decisión. Un golpe en la puerta nos avisa que es momentos de irnos. Mi madre me detiene antes de