Y vivieron felices para siempre….CATHERINE.¿Cómo llego la vida a ser así?En un momento, me sentía miserable odiándolo todo. Odiándome a mi misma y a mis decisiones, pero al final, me llevaron a donde estoy hoy. Las acciones tenían consecuencias, y yo había pagado por las mías. Y lo que vino después: UNA JODIDA FELICIDAD.Vivir una buena vida no requería riquezas, grandes casas, coches de lujo… Tenia todo eso, y de cierta manera alguna vez lo odie. Lo odié porque el mundo donde nací, la mayoría solo estaban llenos de prejuicios. Pero ahora soy inmensamente feliz. Con el hombre que alguna vez decidí fuera para mí, al inicio no fue bueno conmigo, creo que el también aprendió su lección.Pero ahora es mas de lo que pude desear.Y lo mas importante, es un buen padre.Una mano pequeña me tiro del pelo y me reí.Estábamos sentados fuera mientras la brisa del mar golpeaba nuestra piel. Esto era el paraíso. Dejamos Estados Unidos por tres meses y decidimos que queríamos pasar tiempo aquí.M
Zaria había estado en numerosos eventos antes. Samir, solía llevarla con ella. Pero nunca había entrado al parlamento. Esta seria la primera noche que lo haría como jequesa y esposa de Issam.«¡Que diferente hubiera sido con Samir!»Estaría emocionada y llena de alegría, a punto de dar el paso a su nueva vida, no sentiría miedo o angustia. Por qué Samir tomaría su mano y la llenaría de tranquilidad. Lo extrañaba. ¡Santo Dios, cuanto lo extrañaba!En ese momento todo había parecido tan simple, su propósito tan claro. ¿Y ahora?Se sentía a la deriva como un barco perdido en altamar.―Es solo una cena ―las palabras profundas y su voz enigmática la sacaron de sus pensamientos, mientras el auto salía del palacio.Zaria volvió sus ojos hacia él, sus ojos azules mirando, detallando sus duras facciones. ―Pensé, que solo era un coctel.―Lo es ― Issam frunció el ceño, su mirada escaneaba sus rasgos, detallándola con la misma intensidad que lo hacia ella, deseando poder descifrar sus pensamient
Ayer fue solo un accidente. No sabe de quien fue la culpa, pero sabía muy bien en su corazón que si no hubiera llegado a tiempo Lucian habría dañado su imagen, para la elección del senado. Ayer, no pensó en las consecuencias que habría que enfrentar hoy, pero su corazón no quería que tuviera problemas y la obligaba hacer cosas sin sentido. No podía verlo, tener una relación con otras mujeres, y mucho menos verlo perder lo que había conseguido. El de repente, agarró la mano de Catherine con fuerza, tan apretada que podría aplastarle los huesos de la mano. −Catherine. Tengo mucha curiosidad acerca de cómo vino la sangre en la cama. Si fue tu primera vez anoche, ¿Cuál fue la mancha de sangre, que apareció en mi cama hace tres años? ¿Tinta roja? Un rastro de vergüenza cruzó por el rostro de Catherine, hace tres años, se acababa de graduar de la universidad. Incluso si estaba un poco mimada debido a su origen familiar, ¿Cómo podría justificar sus acciones? Estaba avergonzada y enojada,
Lucian abordó el avión con una pequeña maleta. En junio, la temperatura en la ciudad de Washington es muy baja. Lleva una camisa blanca, pantalón de traje negro y zapatos de cuero brillante sin rastro de polvo, que se pueden usar como un espejo. Las comisuras de sus labios están alzadas, mostrando una expresión seria, sacó la revista de negocios del maletín y le dio la vuelta. A Lucian no le importaba que alguien se sentara a su lado. Centrándose en la revista, hay un articulo importante que obtiene toda su atención. −Alcalde Landong, hola. Una mano blanca se extendió hacia él, delicada y hermosa. Se puede ver que el propietario está muy bien mantenido. El hombre siguió la mano, su cabeza miró hacia arriba. Lucian se perdió en el rostro de la chica por un momento. Un segundo después se recupero rápidamente y dijo indiferente – Hola. −Disculpe. − La mano de la mujer todavía estaba extendida − ¿El alcalde Landong, cree que le molesto? −No − Extendió su mano y tomo la de la mujer,
Lucian estaba mirando detenidamente a la persona frente a él, sus puños estaban ligeramente apretados y hubo una ola de emociones que apenas pudo controlar. −¿Tu nombre es Natalia Rinaldi? −Sí − Natalia sonrió − Esta es mi hermana, Franchesca, su apodo es Fran, y mi apodo es Nat ¿no es gracioso? Lucian no respondió, pero miró la sonrisa en los ojos de la chica, al igual que la cara en su memoria. La misma cara, voz similar, pero el comportamiento es diferente. Los puños se cerraron con fuerza y las comisuras de sus labios se presionaron en una línea recta. −Disculpe, de nuevo soy un poco atrevida − Natalia sonrió alegremente, viendo que sólo quedaban dos de ellos en la cabina – Creo que somos los últimos. Lucian debería ser educado, pero no dijo nada. Entrecerró los ojos levemente y cuando volvió a levantar la cabeza, sus ojos habían vuelto a la calma. Se dio la vuelta y salio con el equipaje. Sin mirar a Natalia, se fue dejando a la chica atrás. Ella cortésmente se hizo a un l
Gianna volvió a mirar a las dos personas. Sergio había cuidado de Catherine, como la haría un esposo dedicado. Era una imagen cálida y hermosa, pero siempre sintió que faltaba algo. Un pensamiento muy improbable vino a su mente y de repente dijo. −El hijo de Catherine, ¿no es de Lucian verdad? Jack la miró y resoplo −Cariño, no digas tonterías. Lucian odia tanto a Catherine, que nunca la ha tocado. ¿Cómo podría estar embarazada del hijo de su hijo? −¿Odio? − Gianna no estaba muy convencida −¿Por qué? Creo que es completamente posible. Catherine ama tanto a Lucian, ¿cómo podría estar con Sergio después del divorcio? La única posibilidad es que su hijo sea de Lucian y ella quiera encontrar un padre legal para el niño. Su declaración es tan absurda que Jack no pudo escuchar más. −Vamos, no es asunto nuestro, no debe importarnos. Gianna lo miró y tiró de su mano, pero lo siguió obedientemente hacia el vehículo todoterreno. −No quiero ser entrometida, pero quiero recordarte, que en c
---Catherine. --- Su nombre salió con frialdad de los labios y el rostro de Lucian era de un aspecto sombrío. La caja abierta de píldoras anticonceptivas que ella le arrojó hace unos meses le vino a la mente. La primera intuición es que Catherine volvió a engañarlo. Entonces le dijo con dureza. ---Eres una mentirosa. ¿Te atreves a mentirme? Esa posibilidad hizo que el rostro de Lucian fuera horriblemente feo. ---Lucian --- El alma de Catherine estaba tan herida, que no estaba dispuesta a aguantar un insulto mas. En este momento la miraba como en el pasado, como si ella fuera un insecto molesto. Lastima, no lo volverá a permitir. Catherine sonrió con suficiencia. Un rayo de luz brilló en su hermoso rostro, brindandole una bonita sonrisa, sus ojos llenos de terquedad. Al mirar la cara de Lucian, ella opto por una expresion aburrida. ---¿Por qué estás enojado? Este niño no es tuyo. El se quedo en silencio por un instante, luego entrecerró los ojos ligeramente, mirando, analizando, h
Recuerdos de Catherine. Catherine se fue a casa, tiró su mochila y estaba a punto de salir de nuevo. Su madre la vio y la detuvo rápidamente. −Cat, ¿A dónde vas? −Saldre un rato. −¿A dónde vas? − La madre vio que su hija no pensaba en estudiar, todos los días salía de casa y no se preocupaba por sus calificaciones. −Catherine, tuviste bajas calificaciones en el examen de matemáticas y tu padre está muy enojado. Vuelve y haz tu tarea. −¿Bajas calificaciones? – pregunto la chica con impaciencia − Mamá, lo prometo, trabajaré más duro la próxima vez. Independientemente del suspiro de impotencia de su madre, ella salió corriendo. Ella quiere ver a Lucian. El está ahora en la universidad. La última, vez escucho a su hermana decir que a muchas chicas les gusta.Y Sergio, dijo que vio a una chica enviando cartas de amor a Lucian. Es guapo y es el presidente del sindicato de estudiantes. Es tan molesto, en caso de que no pueda esperar a que crezca, estará con otra mujer. No, eso no pued