Ella me mira fijamente, completamente confundida. Todos lo hacían cuando mencionaba a los seres superiores. Es como si nunca se les hubiera pasado por la mente que la Diosa de la Luna no era la única que gobernaba a la población.

“Piénsalo, Madison. Los licántropos salvajes existen para mantener bajo control a la población de los humanos. Yo soy un lobo que mata licántropos. Los licántropos eran mantenidos en secreto para el lobo común hasta que Neah apareció. Esto es todo un maldito juego de poder, una prueba para nosotros, una forma de ver quién tiene el control”.

“Entonces, ¿por qué crees que están emparejando a los lobos y a los licántropos?”.

“No sería la primera cosa jodida que han hecho”.

Una mezcla de emociones aparece en su rostro. Ella no estaba segura de cómo procesar lo que había dicho. “¿Le has… le has dicho a la alfa?”.

“No, y antes de que lo preguntes, tampoco pienso hacerlo. Ella tiene muchas cosas de qué preocuparse, ya como para escuchar sobre mis teorías”.

Madi