Björn se recargó en el sillón de cuero negro que estaba en la oficina de Nicoletta, mientras ella se acercó al mueble de las bebidas para servirle un trago, al terminar, se acercó hasta a él y le entregó el vaso de cristal.
—Así que, —comenzó a decir Nicoletta al sentarse en otro de los sillones de cuero negro, cruzó una pierna sobre la otra, lanzó una mirada a Björn quién esperaba a que hablara de una vez. —…la joven que has comprado en la subasta sigue trabajando como tu asistente personal. —Björn se tensó.
—Sí. —solo dijo eso él, luego dio un largo sorbo a la bebida, sus ojos estaban puestos sobre ella, al terminar, habló. —Veo que mi madre te ha puesto al día.
—No tiene nada de malo, más cuándo ella y yo trabajamos para un fin en común.
— ¿
Ava estaba sentada en la alfombra de su habitación, a oscuras, pensando detenidamente el enfrentamiento con Alice, sería incomodo seguir viviendo con ella bajo el mismo techo, incluso sus palabras de que por ella había conseguido ese trabajo, le hizo sentir de la mierda. Pensó por un momento que podría terminar el mes y con ese dinero regresar a la ciudad y buscar un nuevo empleo, luego pensó en que tenía que separar para el depósito y la renta de un departamento, cerró los ojos y dejó su cabeza contra la base de hierro de la cama.—Mínimo seria estar un par de meses más si quiero sobrevivir en la ciudad…—susurró para sí misma, el celular vibró en la mesa de noche más cercana a ella, Ava solo miró la luz contra el techo, siguió vibrando, ella sabía quién era, si seguía acercándose a él de esa manera
Nicoletta estaba algo tensa por como Björn se había puesto, sabía que luchaba a diario con sus problemas de ira, y por ello había dudado en mostrar la evidencia esa misma noche, pero era mejor de una vez para quitarse de encima a Christine y a Bruno.—Dime algo, ¿Y qué pasó en la cena de beneficencia? —Björn arrugó su ceño y entendió lo que estaba preguntando.—Ya debes de saberlo, ¿Qué no todo lo hablan mi madre y tú?—Bien, solo quería que tú me contaras. —contestó ella arqueando de nuevo esa ceja perfecta. —Efectivamente, estamos al día de todo.— ¿Eso quiere decir que la tienes al día con lo que sucede conmigo y mi asistente? —ella presionó sus labios con dureza, se dio un tiempo antes de contestar esa pregunta, tomó un sorbo y lo disfrutó
Ava dio vueltas un y otras vez en su cama, la imagen de Björn no la dejaba en paz, miró el reloj de la mesa de noche y descubrió que apenas eran las dos de la madrugada, se removió de nuevo y luego se sentó en la orilla de la cama, soltó un largo suspiro.—Björn, Björn, ¿Qué es lo que estás haciendo de mí? —se llevó una mano a su pecho y sintió latir a toda prisa su corazón, sus pensamientos se alinearon con él. —Estás loca, Ava Elizabeth Gray. Definitivamente lo estás…—se levantó de la cama y se puso un cambio de ropa para salir, alcanzó su abrigo ya que estaba haciendo bastante frío, a hurtadillas salió de la casa sin que nadie lo notara, incluyendo la vigilancia 7/24 que tenía discretamente por parte de Björn.Ava sin ser vista, subió en uno de los elevadores del hotel, l
—Vaya, ¿Qué hace el hijo favorito en la ciudad? No sabía que estabas en el país…—comentó Björn, Bruno sonrió de oreja a oreja.—He solucionado mis problemas personales, ya estoy de regreso. —Björn arrugó su ceño por un momento.— ¿No ibas a estar fuera seis meses? No tienes ni el mes que me dejaste a cargo.—Aun no tomaré de regreso las riendas de lo que te encomendé. Nuestro padre tiene otros planes para mí en estos meses antes de regresar por la administración del hotel y del club. —Al terminar decir “Club” Bruno sonrió de manera malévola y lo sabía Björn, supuso de inmediato que al hacerle énfasis, era por las subastas millonarias con las mujeres que se hacían mensual, pero lo que aun él no sabía era que Björn acabaría con ello.
Por la mañana, Ava tenía su mirada perdida en algún punto fijo de la máquina de capuchinos que habían instalado semanas atrás en la cafetería de empleados del hotel, el pitido de la misma maquina la hizo salir de sus pensamientos por un momento, retiró el vaso y se giró para buscar una mesa libre dónde tomarlo antes de subir a la oficina central y empezar el día de trabajo. Esa mañana intentó maquillarse un poco debajo de los ojos para evitar que se le notara las líneas que se le formaban con facilidad al no tener un buen descanso.“¿A dónde habrá ido a esa hora?” se preguntó mentalmente, la imagen de Christine le hizo presionar sus labios, “Esa mujer…” negó al cerrar sus ojos y al abrirlos, Thomas, el jefe de seguridad de Björn, estaba entrando a la cafetería, -era ella y do
Horas atrás…“—Y la fiesta apenas comienza, hermano.”Las palabras de Björn hacia Bruno habían encendido la ira, uno estaba decidido a ponerse una careta ante ellos para así poder seguir con sus planes de venganza, y el otro, se sintió ofendido por qué se le estaba arrebatando por lo que tanto había trabajado estos años, fingir ser el hijo favorito de su propio padre y ceder a todo lo que él le pidiera y así fuese más fácil el cederle el poder, pero, “¿En qué momento todo ha cambiado?” Bruno se preguntó una y otra vez esa pregunta mientras miró a los ojos a su hermano.—Si es todo, me retiro. —Bruno anunció al mismo tiempo que giró su mirada a su padre, quién aun siguió en la cama observando detenidamente cada movimiento de cada uno de sus
Actualidad:— ¿Y cómo estuvo el día? —preguntó él para cortar el silencio entre los dos. Ella solo retiró su mirada hacia a otro lugar y retrocedió, Björn notó sus mejillas rojizas, un gesto que para él, era sexy. ¿Qué pensó al verlo así? ¿Habrá sentido algo? ¿Realmente se preocupó? Todas preguntas pasaron por su cabeza, mientras miró a Ava intentando describirle el día.—Creo que tendrá una queja mía con la señora Laurent. —Björn alzó sus cejas, pero luego lo retiró al sentir el pellizco del dolor.— ¿Qué? ¿Por qué? —preguntó rápido, le hizo una seña de que tomara lugar en el sillón individual, ella se sentó y miró que él siguió
A la mañana siguiente, Björn despertó con la decisión, solo tenía que ganársela. ¿Pero por dónde empezar? Se ajustó su corbata mientras se miró por última vez en el espejo que adornaba un rincón de la habitación.Los abogados de Björn hoy mismo se juntarían para hacer el contrato de derechos de poder, solo era cuestión de firmar y dentro de cinco meses, tendría el control de los negocios Hoffmann.—Señor Hoffmann, el auto está esperando en la entrada. —escuchó la voz de Thomas a su espalda, Björn asintió y luego se dirigió hasta a él.—Necesito más protección para Ava. —Thomas arrugó su ceño algo extrañado.— ¿Más? Tiene a tres hombres de mi equipo. —Björn presionó sus labios. —S&i