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— ¿Y cómo estuvo el día? —preguntó él para cortar el silencio entre los dos. Ella solo retiró su mirada hacia a otro lugar y retrocedió, Björn notó sus mejillas rojizas, un gesto que para él, era sexy. ¿Qué pensó al verlo así? ¿Habrá sentido algo? ¿Realmente se preocupó? Todas preguntas pasaron por su cabeza, mientras miró a Ava intentando describirle el día.
—Creo que tendrá una queja mía con la señora Laurent. —Björn alzó sus cejas, pero luego lo retiró al sentir el pellizco del dolor.
— ¿Qué? ¿Por qué? —preguntó rápido, le hizo una seña de que tomara lugar en el sillón individual, ella se sentó y miró que él siguió
A la mañana siguiente, Björn despertó con la decisión, solo tenía que ganársela. ¿Pero por dónde empezar? Se ajustó su corbata mientras se miró por última vez en el espejo que adornaba un rincón de la habitación.Los abogados de Björn hoy mismo se juntarían para hacer el contrato de derechos de poder, solo era cuestión de firmar y dentro de cinco meses, tendría el control de los negocios Hoffmann.—Señor Hoffmann, el auto está esperando en la entrada. —escuchó la voz de Thomas a su espalda, Björn asintió y luego se dirigió hasta a él.—Necesito más protección para Ava. —Thomas arrugó su ceño algo extrañado.— ¿Más? Tiene a tres hombres de mi equipo. —Björn presionó sus labios. —S&i
Después de despedirse de su padre, se subió a la camioneta y se dirigieron a una de las joyerías más famosas y caras de la ciudad de New York. Eligió Melissa Joy Manning, el lugar creaba diseños únicos y la hija de la dueña… es amiga de Christine.—Cómo has tardado. —se quejó Carter al ver bajar a Björn de la camioneta blindada.—Lo siento, el desayuno estuvo entretenido…—Björn mostró una mueca lo más parecido a una sonrisa sin mostrar su dentadura, algo que para Carter, fue escalofriante.—Dios mío, ¿Ahora en que te has metido? —Björn negó y dejó una palmeada en el hombro a su amigo.—Entremos.Entraron al lugar, era minimalista y con diseños de cristales por las paredes, algo que atrajo la atención de Björn.—Antes de irm
Christine caminó de un lado esperando la llamada de Isabella desde hace media hora, se mordió la uña del pulgar, dio un brinco cuando sonó el celular en su escritorio. La pantalla anunció el nombre de “Isa Manning” —Ya era hora que llamaras, Isabella. ¿Sabes cómo me has tenido con esta incertidumbre del anillo? —una sonrisa apareció en sus labios rojos carmín. —Oh, disculpa, estaba ocupada, —el tono de su voz provocó tensión en Christine. — ¿Qué pasa? —se escuchó cuando ella se aclaró la garganta. —Compró un anillo, con una caja aterciopelada en color negro. — ¿Tamaño del diamante? ¿Fue el más costoso? ¡Habla, rápido que me tienes ansiosa! —del otro lado de la línea, la mujer de la joyería torció su labio. —Fue un diamante cuadrado… de catorce quilates. —Christine alzó sus cejas. — ¿Solo de catorce quilates? ¡Eso no es nada! —esta gritó furiosa y empezó a caminar por su oficina. —Pero tiene un diseño únic
Björn esperó impaciente durante el trayecto del elevador, quería ver a Ava, aunque solo fuese ahí sentada en su escritorio sumergida en su trabajo. Las puertas del elevador se abrieron y caminó a paso agigantado hacia la oficina central, Sussan se levantó a toda prisa y le mostró una de las sonrisas que tenía para él.—Buenas tardes, señor…—Björn se detuvo frente al escritorio y levantó una mano para que se detuviera.—Estás despedida. —Sussan abrió sus ojos de par en par en shock.—Pero señor…—él asintió lentamente.—Estás despedida. —remarcó en un tono cargado de frialdad. Puso ambas manos con las palmas abiertas y las descansó sobre la superficie del escritorio, Sussan estaba congelada en su lugar con el corazón latiendo a toda prisa. &m
Ava cerró sus ojos y aspiró el aroma de él, al abrirlos, se separó un poco para poder mirarlo a la cara, tomó sus brazos y lentamente comenzó a retirarlos de los hombros, él no se negó.—No voy a negar algo. —comenzó a decir Ava. —No sé en qué momento comencé a tener sentimientos por usted, —Björn se dio cuenta del hormigueo que le recorrió por debajo de la piel al escucharle decir esa confesión. —Incluso pensé que quizás…—Ava cerró sus ojos un momento y al abrirlos, brillaron. —…Qué tonta soy ¿no? —Björn atrapó su codo y la acercó más a él.—No eres tonta. —Björn susurró cerca de su rostro, mirando cada detalle de su rostro.—Lo soy. —dijo retrocediendo y poniendo espacio entre los dos.&md
Ava miró el reloj de nuevo, estaba nerviosa e impaciente con su reunión con Björn, se llevó ambas manos a sus mejillas cuando sintió que estas se sonrojaron al recordar que le había confesado tener sentimientos por él. Pero al mismo tiempo, no dejó de pensar en las palabras de Christine en la oficina hace dos horas atrás.—Señorita Gray, —Ava dio un respingo en su lugar y se dio cuenta que estaba Thomas a su lado. —Lo siento, no era mi intención asustarla. —Ava negó rápidamente.—No, no, estoy bien. —Thomas sonrió.—La llevaré directamente con el señor Hoffmann, sígame por favor. —ella asintió y lo siguió hasta la camioneta blindada, Thomas abrió la puerta y esperó a que subiera, momento después, comenzó el viaje. Ava arrugó su ceñ
Björn guió a Ava al comedor principal, durante el camino, ella se sorprendió por el lujoso lugar y lo amplio que era.―Está todo listo, señor Hoffmann. ―anunció una mujer en un traje de servicio.―Gracias, Mine. ―la mujer hizo un movimiento de cabeza y le sonrió de manera cálida a Ava que estaba al lado de él.―Estaré en la cocina por si necesitan algo más, señor. ―él asintió en silencio en agradecimiento.La mujer se retiró dejándolos a solas en el comedor, Björn la tomó del codo con delicadeza y la guio a la silla, como todo un caballero, la retiró para que ella tomara lugar.―Gracias, ― Ava dijo de manera tímida.―De nada, ―Björn se sentó en la silla que preside la mesa, ella a lado de él. ―Entonces, ¿Qué prefieres? ¿Comemos y platicamos?
Sus palabras resonaron en el lugar. Björn giró su rostro lentamente hacia Ava, quien estaba pálida. ―Ella se encargó de desaparecerte, ella…―se levantó Björn arrojando la silla bruscamente a su espalda, esta cayó haciendo un ruido contra el piso de mármol. ― ¡Ella te intentó vender como si no valieras nada! ¡Te drogaron, te desnudaron, y te pusieron a la venta! ―Ava soltó un jadeo y se llevó ambas manos a su boca para cubrirlas, las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas pálidas, la pesadilla que había tenido aquella noche, no era solo un sueño cualquiera, realmente había ocurrido, miró el rostro enrojecido de Björn, pareció que estaba a punto de explotar ahí mismo. ―Yo te busqué, te encontré y….―Björn dejó sus manos sobre la mesa, bajó la cabeza.―… ¿Me compras