Bruno estaba sentado en el rincón de la habitación oscura. Todo lo que había pasado durante los últimos meses, lo tenían mal. En su mano derecha tenía su celular, había guardado una grabación de una conversación con Björn en llegado caso que la necesitara y había hecho bien, -una sonrisa apareció en sus labios- ya que la ocuparía en cierto día.
Tocaron a la puerta, Bruno anunció que podían entrar, al hacerlo, el hombre no veía absolutamente nada.
— ¿Qué pasó? —preguntó Bruno en su lugar escondido en la oscuridad.
—Señor, la señora Laurent a arribado al edificio. —Bruno asintió lentamente a pesar de que el hombre no podía verlo en la oscuridad.
—Bien, que espere en la sala, en unos momentos bajo.
—Sí, señor. —e
Un día antes de la boda de Björn y Christine...Ava desde el ático, miro las luces de los edificios, así como la estatua de la libertad, era demasiado diminuta desde ahí. Tocaron a la puerta y se asomó Amelia.—Hija, la cena está lista. —Ava se volvió hacia su suegra, luego sonrió de manera cálida.—Mañana se terminará todo. —Ava dijo a Amelia, esta última notó el tono de ansiedad en ella, entró y cerró la puerta. Caminó hasta la joven mujer que pareció notarla más tensa que antes.—Así es, ya está todo listo para que todo termine. —Amelia descansó sus manos sobre los hombros de Ava. Luego sonrió. — ¿Qué es lo que te preocupa?—Que no salgan las cosas como Björn las tiene planeadas. Me p
Al escuchar Christine las palabras de Anton, sonrió en su interior, sí que había escuchado el suegro cuando le contó acerca del anillo de compromiso de Ava, y su supuesta aventura con su hijo. Ese mismo día que había visto a Ava y a Nicoletta en los curios de compras, había ido a buscarlo y contarle que podría Björn negarse a casarse con ella. Recordó al señor enfurecido y le había dicho que se lo dejara a él, que no tenía ella de que preocuparse. —Oh, bien, entonces... ¿Dónde tengo que firmar? —Björn miró en dirección a Christine qui&eacu
Björn se miró en el espejo mientras se acomodó la pajarita de su esmoquin, luego observó su reflejo frente a él. —No era lo que tenía en mente. —murmuró sin dejar de darse un repaso. Tocaron a la puerta y Björn suspiró. ¿Quién sería? —Adelante. —dijo en un tono alto, escuchó la puerta abrirse. Se giró y era Thomas. — ¿Todo bien? —él se tensó. — ¿Qué pasa? —El señor Bruno está afuera. —la ira salió a la superficie en segundos, sus manos se volvieron puños, recodando la última vez que se vieron. —Qué pase. —dijo Björn con la mandíbula tensa, Thomas presionó sus labios de manera fugaz y en señal de en desacuerdo, lo que quería su ex jefe era crear un ambiente de hostilidad o guerra, ya que sabía que nada bueno venía de Bruno. —Señor…—Thomas intentó decirle que no era momento de hablar con él, pero la mirada en Björn tenía reflejado el mismísimo infierno. —Que pase. —replicó en un tono cargado de frialdad. Thomas asintió, se g
La mañana de la boda en el ático de la ciudad… Ava tenía la mirada perdida sobre su plato de comida. Nicoletta se dio cuenta de su silencio esta mañana. —Mañana estará Björn contigo, empezarán una vida juntos…—Ava levantó la mirada y sonrió débilmente. —Lo sé. Bueno, él dijo que así sería, creo en él. —Nicoletta notó algo en ella, algo que no había notado. —Ava, conozco a Björn desde hace años, sé qué es un hombre de palabra. —Pero… ¿Y si no sale el plan como lo tiene previsto? Nicoletta sonrió antes de dar un sorbo a su jugo. —Él siempre tiene un as bajo la manga. —Ava asintió lentamente a las palabras de ella, dejó de comer. —No, nada de dejar nada de comida, tienes que comer, ¿Te has visto lo delgada que estás? —Sinceramente no tengo hambre. —Nicoletta se preocupó más de lo que ya estaba. —Intenta comer fruta, no puedes estar con el estómago vacío, Ava.
Ava se retiró el celular del oído lentamente con las manos temblorosas, miró la pantalla y luego hacia la televisión, caminó lentamente hasta quedar frente y se sentó en la orilla de la cama.—Tiene que ser mentira… —Pasó saliva con dificultad, miró el anillo en su dedo anular, mientras sus ojos se cristalizaron. —Tiene que ser una mentira, Björn. —su labio inferior tembló. —Ese no es el hombre que conozco. —susurró para sí misma.—“El novio espera en el altar, se nota los nervios, ya que es un gran día…”—la conductora se mostró emocionada en cámara cuando mostraron a Björn esperando de pie a lado de un cura y otro hombre vestido elegante. —Y ahí viene la novia…—Ava cerró sus ojos y giró su rostro, las lágrimas comenzaron a caer p
Björn dio un largo trago a su copa de champagne, notó que Christine estaba molesta por qué le lanzaba miradas desde el pequeño grupo de amigas en el que estaba. — ¿Todo bien? —preguntó Carter al acercarse a su amigo, Björn alcanzó otra copa de champagne al mesero que había pasado a su lado, le dejó la copa vacía y la nueva, le dio un largo trago. —No puedes perder la cabeza por culpa del alcohol. —Lo sé. Pero créeme que necesito esto para no irme sobre mi padre, sobre Christine y en algún lugar no muy lejos de aquí, sobre Bruno. —Björn se movió para dar la espalda a Christine. Carter quedó mirando por encima de su hombro a la novia que pareció no aprobar nada de lo que su amigo hacía. —Christine no deja de mirar hacia a nosotros. —murmuró Carter al llevarse su copa en mano a sus labios. —Me tiene sin cuidado. —Björn se chispeó un poco y sonrió. —La única que puede decirme algo, es mi esposa, —se inclinó hacia Carter y él notó el brillo
Björn había visto a lo lejos a Amelia con Anton hablando, luego ella se marchó, él desde su lugar buscó con la mirada a Thomas quien segundos después hizo conexión, su jefe de seguridad se había dado cuenta y estaba al pendiente de que la madre de Björn llegara a salvo en la camioneta. — ¿Puedes quitar esa cara? —dijo Christine a su lado, Björn la miró. —No empieces, por favor. —Björn estaba cansado de todo el espectáculo de la boda, las cámaras, la entrevista para la televisión quién había pagado una fortuna para tener la primicia del gran evento. —Se darán cuenta que realmente…—Björn se soltó del agarre en su brazo de manera sutil sin dejar de mirarla. —Realmente no existe nada, Christine. No deberías de olvidarlo. —Sin mí, no tendrás el control de los negocios, creo que deberías portarte bien conmigo. —Björn ladeó su rostro. — ¿Perdón? —él le lanzó una mirada gélida, ella de inmediato se retractó. —Solo era humor, Björn.
Pasaron las horas y el cielo no tardaba en aclararse, Björn había hace una hora haber entrado a la cama y se durmió. Mientras que Christine, caminaba hacia su suite, lista para completar su noche de bodas. Uno de los hombres de seguridad que custodiaban la suite de Björn, se negó a darle entrada cuando ella se lo pidió.— ¿No sabes que soy su esposa? —el hombre intentó cumplir las órdenes de su jefe.—No tiene permitido entrar, señora. —Christine comenzó a gritar que la dejara entrar con su esposo, Björn a lo lejos escuchó el ruido. Se levantó y caminó hasta la puerta y al abrirla, Christine detuvo sus gritos.— ¡Mi esposo! —Christine visiblemente estaba ebria. —No me dejan entrar…—Anda, —le dijo Björn para que entrara y dejara de hacer un circo con su gritos, lo que menos